Se desploma un 50% en 3 meses

El troleo diario de Elon Musk arrastra a Tesla a una crisis bursátil y de imagen

Los mensajes contra los ex empleados de la red social, el cortejo a los seguidores de Trump y sus críticas encendidas al jefe de la estrategia contra el Covid encienden una ola de rechazo.

Imagen del perfil de Elon Musk en Twitter.
Imagen del perfil de Elon Musk en Twitter.
DPA vía Europa Press

Tesla ha perdido alrededor de la mitad de su valor en bolsa, cerca de 500.000 millones de dólares, desde que a mediados de septiembre se hizo con el control absoluto de Twitter. La relación causa-efecto entre el desplome en la cotización del fabricante de coches y la compra de la red social podría haberse puesto en duda, ser objeto de debate o matices hasta hace unos días. Los inversores temían que supusiese una distracción para Elon Musk pero la realidad es aún peor y se ha tornado en una auténtica pesadilla.

El multimillonario sudafricano se haya en una crisis reputacional auto-infligida que está afectando a las expectativas de venta de sus coches, el origen de su fortuna que desde hace unos días ha dejado de ser la mayor del mundo tras caer por detrás de Bernard Arnault. Para financiar la compra de Twitter, Musk vendió acciones de Tesla de forma masiva (-44.000 millones de dólares en 12 meses) y usó su participación restante (14%) como garantía para uno de los préstamos que respaldaron la adquisición.

La crisis reputacional y bursátil ha puesto a prueba a los fanáticos de la marca de coches y a sus accionistas. Una ola de rechazo a sus productos ante su comportamiento desde que es el dueño de la red social. El último episodio ha sido el señalamiento en público hacia Anthony Fauci, científico responsable de la estrategia antiCovid en EEUU en estos dos años. 

Musk ha pedido que le enjuicien, satirizándole como un susurrador al oído de Biden y caracterizándole como Grima (El Señor de los Anillos).  Además ha dado pábulo a los seguidores de Trump en teorías conspiranóicas y ha invitado al expresidente a que recupere su perfil en Twitter pese a que usó esta red social para alentar el alzamiento del Capitolio de 2021.

El sudáfricano se está enfrentando a todos bajo la bandera de lo que él considera que es la libertad de expresión. Lo mismo declara la guerra a Apple por las comisiones del 30% a los desarrolladores en la AppStore que  despide a miles de empleados de Twitter, la mayoría de ellos, colocando en el punto de mira de sus críticas a ex directivos de la red social por las políticas de moderación que han desplegado durante los últimos años. 

Musk acusa de censura a los responsables de la red de microblogging y de ceder a las presiones de la ideología de izquierda en el debate político. Sus detractores contraatacan situándole cerca a la extrema derecha y los libertarios. El dueño de Twitter también ha cargado contra Joe Biden a raíz de las presiones para retirar mensajes vinculados a potenciales casos de corrupción de su hijo Hunter, una bandera del trumpismo.

Hay un problema en Tesla pero está en China

Muchos usuarios han aprovechado el altavoz de Twitter para expresar su desaprobación asegurando que venderían sus acciones de Tesla, sus coches o, directamente, que no comprarían sus productos. Lo cierto es que desde hace solo tres meses, la cotización se ha derrumbado casi un 50% y la empresa vale menos de 500.000 millones de dólares después de haber superado el billón en bolsa entre enero y abril de este año.

Los verdaderos expertos en la compañía, los analistas que cubren su acción, ven otro problema desde hace tiempo alrededor de Tesla y no es otro que los problemas de producción asociados a su gran fábrica en China desde marzo, además de la incertidumbre de las aperturas de sus plantas en Austin (Texas) y Berlín (Alemania). La compañía estudia ahora la suspensión temporal de la producción en Shanghai desde final de diciembre a principios de enero para actualizar sus líneas de producción, según informa Bloomberg.

Las acciones de Tesla cotizan a su nivel más barato de su historia en términos de relación de beneficios y cotización en bolsa (ratio PER). El grupo cotiza a 30 veces las ganancias estimadas para 2022, si bien los resultados de la automovilística siguen afrontando los impactos extraordinarios de sus problemas de fabricación o en el lanzamiento de nuevos vehículos (Semi, Cybertruck). Pero hasta el momento ninguno de los grandes inversores de Tesla ha pasado de las palabras a los hechos contra la dirección de Musk, que mantiene la vítola de gurú después de situar a Tesla a la vanguardia mundial.

En realidad, no hay demasiados accionistas con opinión propia. Después de Musk, que controla el 14% de las acciones de Tesla (valoradas ahora en unos 75.000 millones de dólares), el segundo mayor accionista es la gestora Vanguard (6,7% del capital), que gestiona el dinero millones de partícipes y de los ETFs (fondos indexados) y está considerado como un inversor pasivo.

 Blackrock (5,4% de las acciones) pertenece a la misma clase financiera aunque en algunos casos sí que se pronuncia públicamente sobre los sectores o empresas en las que invierte. En el mismo caso se situaría Capital Group (3,1%) o el custodio global de valores State Street (3%). Solo entre estas cuatro firmas suman cerca del 20% del capital de Tesla, reforzando el poder de la dirección de la empresa que dirige Musk. Ninguno de ellos se expresará 

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