Diferentes previsiones

'Tú a Boston y yo a California': la Fed y el BCE se distancian ante la inflación

La reunión de diciembre de los bancos centrales decidirá la política monetaria de ambas zonas económicas cuando el repunte de precios registra niveles inéditos en las últimas décadas. 

Jornada 'Agenda Urbana: Cohesión, Racionalidad y Sostenibilidad'



La ministra de Hacienda y cabeza de lista del PSOE al Congreso por Sevilla, María Jesús Montero, participan en la jornada 'Agenda Urbana: Cohesión, Racionalidad y Sostenibilidad'. En el Hotel NH Collection de Sevilla.




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02/04/2019
'Tú a Boston y yo a California': la Fed y el BCE se distancian ante la inflación.
María José López

La inflación no da tregua y obliga a la Reserva Federal de EEUU (Fed) y al Banco Central Europeo a reconsiderar su hoja de ruta cuando aún la crisis económica colea. El repunte de los precios en noviembre escaló hasta su máximo histórico en Europa y hasta su mayor nivel en casi 40 años en EEUU. Las últimas reuniones del año - que se celebrarán la semana que viene- serán clave para saber cuál será la respuesta de cada banco central, que hasta ahora mantenían el mismo discurso. Sin embargo, las dos potencias ya  toman caminos separados. Mientras los mercados anticipan que la Fed acelerará la liquidación de su programa de compras, el BCE podría incluso incrementarlo.

El anuncio de la Fed de acelerar su ritmo del tapering tras su próxima reunión se da por hecho ante una recuperación sólida del mercado laboral. Sylvia Dall'Angelo, analista de Federated Hermes, destaca que solo se produciría un escenario diferente ante "algunos acontecimientos negativos en relación con la nueva variante ómicron". En la próxima decisión será "crucial" que la Reserva Federal ya ha reconocido que existe el riesgo de que la elevada inflación se arraigue.

El programa de flexibilización cuantitativa de la Reserva Federal de 80.000 millones de dólares en valores del Tesoro y 40.000 millones de dólares en bonos de titulización hipotecaria (MBS) ya se está reduciendo, con 10.000 millones de dólares menos en bonos del Tesoro y 5.000 millones de dólares menos en titulizaciones hipotecarias (o Mortgages Backed Securities (MBS), en inglés) cada mes. La Fed podría acelerar esta reducción para liquidar el programa antes de junio como estaba previsto.

Aunque las previsiones siguen siendo que el incremento de los precios en 2022 remita, un final anticipado de su programa de compra "les daría la posibilidad de subir los tipos de interés antes, si fuera necesario para responder a un deterioro de las perspectivas de inflación". Por ahora la inflación permanece en niveles altos más tiempo del esperado y los miembros de la Fed ya han decidido retirar el adjetivo 'transitorio'. Según explicó el propio Jerome Powell, llevaba a la confusión de lo que realmente representa la inflación actual. 

Frente a la preocupación de la Fed porque la inflación se enquiste, desde el BCE se insiste en que es una situación transitoria. De hecho, su presidenta, Christine Lagarde, equipara la evolución de los precios con una "joroba" y asegura que el nivel máximo ya se habría alcanzado en la Eurozona. Pero, pese a este discurso, los temores de los inversores no se calman y menos después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro alcanzara su mayor nivel desde que existe la moneda única. 

La autoridad monetaria europea mantiene dos programas de compras. El  programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), que actualmente compra 70.000 millones de euros de deuda soberana al mes, y el antiguo programa de compra de activos (APP), que adquiere mensualmente 20.000 millones de euros. Mark Holman, CEO de Twentyfour AM, afirma que su necesidad "podría ser discutible ante la recuperación de la economía y los datos de inflación, pero ambos programas tienen una gran influencia en el mercado y su retirada tendría repercusiones negativas". Por ello, aunque está prevista la finalización del PEPP en el mes de abril -los cupones se reinvertirán al menos a lo largo del 2022-, prevé un aumento temporal del APP. 

Philippe Waechter, Jefe de Investigación Económica de Ostrum, concluye que los responsables de las políticas monetarias están en una posición "incómoda" porque no pueden revertir la política monetaria como antes. Y, en ese sentido cree que "las acciones deberían ser coordinadas". De lo contrario, señala, no podrán luchar contra la inflación inmediata y se erosionará la credibilidad de las autoridades monetarias. Aún así, reconoce que una respuesta en conjunto, incluido el Banco de Inglaterra -que también se reúne la próxima semana-, sería "sorpresivo".

¿Habrá subida de tipos en 2022?

La diferencia entre ambos bancos centrales no es tanta respecto a los tipos de interés, al menos por ahora. Los analistas no prevén decisiones sobre esta cuestión en las reuniones de la próxima semana, aunque el escenario puede cambiar de cara al próximo año. La retirada anticipada de los estímulos monetarios allana el camino de la Fed para una subida del coste de la financiación en 2022. "Partimos de la base de que la primera subida se producirá en septiembre, si bien la finalización de las compras de activos en marzo dejaría la puerta abierta a una subida de tipos en junio si fuera necesario", destacan desde Twentyfour AM. No sería una única subida anual, sino al menos dos que llevaría el límite superior del tipo de interés al 0,75%.

En el caso del BCE, la previsión para los siguientes meses es más compleja ante la insistencia de su discurso y la menor consolidación de la recuperación económica en la zona euro. En la actualidad, su tipo de interés de depósito se mantiene en 50 puntos básicos negativos y Mark Holman ve "difícil" que vaya a superar el cero incluso "en todo el próximo ciclo". Habrá que esperar a conocer con más detalle la inflación crónica de la zona euro. 

Hasta ahora tanto EEUU como la Eurozona han mantenido tipos pese a las presiones inflacionistas. Por el contrario, los responsables de la política monetaria de economías más pequeñas ya cedieron subiendo sus tipos de interés -y continúan haciéndolo- ante la mayor debilidad de sus divisas. Este es el camino que podría seguir el Banco de Inglaterra (BoE), pese a la sorpresa que dio en noviembre tras decidir mantener los tipos en el 0,1%. Aún así, tras su última reunión anunció que lo llevaría a cabo en los "próximos meses".

El escenario es totalmente diferente para Turquía que, con la inflación disparada por encima del 20%, ha rebajado desde el 19% al 15% sus tipos de interés en los últimos meses generando una crisis económica que ha desplomado el valor de la lira turca. Solo en el último mes ha caído cerca del 30% frente al euro pese a las intervenciones del banco central en el mercado de divisas.

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