PSA y sindicatos de Figueruelas cierran la brecha salarial y abren paso a un acuerdo

  • Los dos mayores puntos de confrontación en la planta de Opel siguen siendo la reducción del tiempo de descanso y un cambio en el contrato de relevo.
Fotografía Opel Figueruelas
Fotografía Opel Figueruelas
EFE

Ha pasado algo más de un mes desde el inicio de las negociaciones entre PSA y los sindicatos en la planta de Opel en Figueruelas y las posiciones continúan muy alejadas en temas que los empleados consideran prioritarios, pero ambas partes están abiertas a la negociación y a un acuerdo final después de aproximarse en el tema salarial. Tras de unos días de sin contactos durante el período navideño, las reuniones se retomarán en los próximos días en una fecha aún sin concretar. 

La primera propuesta de PSA incluía una rebaja salarial del 6% para 2018, la congelación del sueldo en los próximos cuatro años o la reducción de festivos y tiempos de descanso durante la jornada laboral, entre otras cuestiones. Durante las últimas reuniones del año limaron asperezas en un punto clave, pero otros dos continúan realmente enquistados. Pero por el momento descartan acudir a la huelga a corto plazo y están más cerca de un acuerdo.

Según la sección sindical de UGT de Figueruelas, PSA "ha suavizado algunas medidas" y ya "no son tan agresivos como en la primera propuesta". La marca "ya no exige los mismos recortes salariales y podríamos llegar a un acuerdo de moderación o mantenimiento en este sentido". Desde PSA no han aportado más información sobre la situación de las negociaciones.

El descanso y el contrato de relevo

Tras las últimas reuniones quedaron abiertos "dos puntos de desencuentro" en los que el diálogo hasta la fecha apenas ha servido de nada. El primero son los 21 minutos para las pausas de descanso. PSA exige recortar en tres minutos la pausa del bocadillo (de 18 a 15 minutos) así como el descanso largo (de 40 a 22 minutos). Tanto sindicatos como trabajadores se oponen a este “agresivo” recorte. "No lo aceptamos de ninguna de las maneras", aseguran desde UGT.

El segundo tema que todavía está lejos de solventarse es el llamado contrato de relevo, que actualmente afecta a los trabajadores nacidos en el año 1957. PSA exige que la jornada a los 61 años pase del 85% actual a un 75%, con lo que conllevaría una mayor pérdida de sueldo. Además, el 25% restante lo haría un nuevo empleado que entraría a trabajar con un contrato temporal.

La huelga, como "último recurso"

Si bien es cierto que en la primera asamblea tras la propuesta de PSA varios empleados propusieron hacer uso del derecho a la huelga, los sindicatos lo descartan hasta "agotar todos los recursos de diálogo. Se llevaría a cabo solo como último recurso. Con la huelga no gana nadie, mejor ir por la vía pacífica”.

La intención de PSA con estos recortes es la de igualar la planta de Opel en Figueruelas con la que mantiene en Vigo. Según sus primeros cálculos, la diferencia de "los costes laborales" entre las plantas es de un 17,2% por hora y el "tiempo de trabajo en las líneas es un 3% menos" en Figueruelas. Por lo tanto, "la diferencia de coste por hora es superior al 20%".

A cierre de 2016 trabajaban 5.286 personas en la planta de Figueruelas, de las que 4.682 se dedicaban a la producción de los coches, mientras que el resto eran ingenieros y encargados. El futuro de la fábrica, que a día de hoy no funciona a pleno rendimiento, pasa por que PSA le otorgue nuevos modelos que se unan al Crossland X y al Corsa.

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