Entra en vigor este jueves

Argelia eleva la tensión y congela todas las operaciones bancarias con España

La decisión se debe a la suspensión "inmediata" y unilateral del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación entre ambos países por el giro de España en la posición con respecto al Sahara Occidental. 

Pedro Sánchez con el presidente de Argelia
Argelia eleva la tensión y congela todas las operaciones bancarias con España. 
Europa Press

El recrudecimiento de las relaciones entre España y Argelia escala un nuevo nivel tras la ruptura del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación y llega al terreno económico. La Asociación Profesional de Bancos y Establecimientos Financieros (ABEF) de Argelia ha ordenado la congelación de las domiciliaciones bancarias relacionadas con las operaciones de comercio exterior de productos y servicios desde y hacia España, según una circular recibida por Efe. La decisión, que entrará en vigor a partir de este jueves, radica en la ruptura en dicho tratado, después de que la ABEF haya solicitado su aplicación "estricta". 

Las consecuencias derivadas de la misma adquieren una magnitud considerable, en tanto que afecta a todas las importaciones y exportaciones que se realizan con ese país y que salpica directamente al sector energético. La circular no establece ningún tipo de excepción para el tema de las transacciones y, por tanto, abre el radio de afectación a todo tipo de sectores, incluido el gas. Argel es el principal suministrador de esta materia prima a España, por lo que el creciente malestar de este gobierno con La Moncloa pone en amenaza la seguridad energética nacional si se tiene en cuenta que Bruselas ya estudia un embargo al gas del Kremlin para el próximo invierno y también podría poner en una verdadera encrucijada a compañías nacionales Naturgy, que ejerce el control conjunto con el grupo estatal argelino Sonatrach del gasoducto de Medgaz. Según datos del ICEX, más del 90% de las importaciones de Argelia a España son combustibles. Por el momento, se desconoce cómo va a afectar esta medida al flujo de energía.

La relación no se había tensado tando desde que en marzo Argel llamara a su embajador a consulta, un toque de atención que desde el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez hicieron hecho oídos sordos y se han  afanado en subrayar que Argelia es un "socio sólido y fiable" y en poner de relieve que siempre ha cumplido sus contratos internacionales en materia energética, cuestionando así que la crisis diplomática pueda tener un impacto en el suministro de gas a España. En una respuesta parlamentaria fechada el 1 de junio y a la que ha tenido acceso Europa Press, el Gobierno sostenía que "con la situación a día de hoy y con las reservas de slots y capacidad ya realizada por los comercializadores, no hay indicios objetivos de una situación de falta de suministro gasista en los próximos meses", situación que puede cambiar de no levantar esta prohibición. 

Las autoridades argelinas han suspendido el citado tratado, firmado en 2002, por el giro de España en la posición con respecto al Sahara Occidental y su apoyo a la propuesta de autonomía marroquí sobre la excolonia española. "Las autoridades españolas han emprendido una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sahara Occidental, una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España", declaró este miércoles la Presidencia de la República. 

Argel afea el respaldo de Sánchez a una "fórmula ilegal e ilegítima" como es la autonomía planteada desde Rabat, que plantea una política colonial de "hechos consumados" mediante "argumentos falaces", según el comunicado recogido por la agencia de noticias oficial APS. El Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, suscrito en 2002, hasta ahora regía el desarrollo de las relaciones entre los dos países, como ha recordado la Presidencia argelina, que de esta forma da un paso más en el marco de los acuerdos diplomáticos. 

Precisamente, Sánchez tenía que haber hablado este miércoles en el Pleno del Congreso de los Diputados sobre las consecuencias que ha tenido en la relación con Argelia la nueva relación con Marruecos. Sin embargo, pese a que algunos portavoces parlamentarios han mencionado que Argelia llamó a consultas a su embajador el pasado 19 de marzo y ha amenazado con subir el precio del gas, el presidente no ha hecho referencia en ningún momento a la situación actual en la relación bilateral.

Sí ha comentado en cambio de lo que ha supuesto esta postura en su relación con Rabat, aseverando que su respaldo al plan de autonomía de 2007 ya está dando resultados positivos con Marruecos, aunque solo cuente con el apoyo del PSOE en la Cámara Baja. Ni los partidos de oposición ni sus socios de Unidas Podemos, ni sus aliados parlamentarios se suman a una decisión que han criticado, entre otros argumentos, por unilateral y por no tratar como se merece al pueblo saharaui. Ese giro en la posición sobre el región al considerar que la propuesta marroquí es "la base más seria, creíble y realista" para resolver la situación, abrió la puerta a un viaje del presidente el pasado 7 de abril a Rabat para reunirse con el rey Mohamed VI.

Con motivo de ese viaje se firmó una declaración conjunta que a su juicio ha provocado ya avances en la relación bilateral y el impulso de un nuevo tiempo en el que ha reconocido que aún queda mucho por hacer. La recuperación de las conexiones marítimas, la apertura de fronteras en Ceuta y Melilla y la preparación de la Operación Paso del Estrecho ha citado como resultados concretos de la recuperación de la normalidad en las relaciones. Especial hincapié ha hecho en la repercusión del acuerdo en esas dos ciudades autónomas, de las que ha dicho que habló con el rey marroquí para trasladarle que la soberanía española sobre ambas "está fuera de toda duda". 

En la tarde de este miércoles, Exteriores ha defendido su postura y ha reafirmado su "compromiso pleno" con su contenido, especialmente en lo que atañe al respeto a los principios de la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional. En un comunicado difundido remarca que sigue considerando a Argelia "un país vecino y amigo", a la par que reitera "su plena disponibilidad para seguir manteniendo y desarrollando las especiales relaciones de cooperación entre los dos países, en beneficio de ambos pueblos". Una valoración con la que el Gobierno parece hacer caso omiso a las advertencias que realizan desde el Magreb. 

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