EEUU busca frenar la inmigración ilegal de menores con un nuevo programa humanitario

    • La medida beneficiará a hijos de hispanos provenientes de Centroamérica que vivan legalmente en Estados Unidos, que huyan de la pobreza y que quieran reunirse con sus padres.
    • Los republicanos criticaron el plan, junto con las nuevas medidas anunciadas hoy por Obama, argumentando que agravarán el problema migratorio.
Tren "La Bestia", en México
Tren "La Bestia", en México

Los hispanos están enfadados con Obama, y el presidente ha tomado nota. Este colectivo -que ya se alza como la primera minoría del país- reclama una reforma migratoria que permita salir de las sombras a más de 11 millones de indocumentados, la mayoría de ellos de origen hispano. Por eso, y tras el varapalo electoral de la semana pasada, cuando los republicanos ampliaron su mayoría en la Cámara de Representantes y se hicieron con el control del Senado, el presidente ha decidido actuar, independientemente del Congreso.Después de todo, los votos de los hispanos fueron claves para auparle a la Casa Blanca en 2008, y para mantenerle en el sillón presidencial en 2012.

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Para ello, hoy anunció desde Birmania que antes de final de año habrá aprobado una serie de órdenes ejecutivas que permitirán al menos a 5 millones de indocumentados evitar la deportación inmediata. Unas medidas que presumiblemente se traducirán en programas de alivio migratorio, como el que hoy presentó el vicepresidente Joe Biden.

La nueva medida dará facilidades para que los hijos de padres que viven legalmente en Estados Unidos, que provienen de Centroamérica y que viven en situaciones de vulnerabilidad puedan reunirse de forma segura con sus progenitores. Concretamente, el plan permitirá que menores de 21 años solteros de Guatemala, El Salvador y Honduras adquieran estatus de refugiado.

Con la nueva medida, el gobierno estadounidense busca favorecer la entrada legal al país de estos menores y evitar que muchos de ellos pierdan la vida en su viaje a Estados Unidos. Un drama que desde hace algún tiempo se vive al sur de la frontera y que ha adquirido dimensiones escalofriantes.

El año pasado más de 70.000 menores emprendieron el peligroso viaje. Sólo en octubre se detuvo en la frontera a 2.529 menores, según informó el Departamento de Seguridad Nacional, quien ostenta la competencia en materia migratoria. Muchos de los menores que emprenden el peligroso viaje tienen que hacerlo a lomos de "La Bestia", un tren que recorre México de sur a norte y al cual se encaraman miles de personas buscando llegar a la frontera estadounidense. Un viaje de alto riesgo, en el que se puede morir atropellado por el tren, ser asaltado y agredido por quienes buscan hacer fortuna a costa de estas personas, por citar algunos peligros que acechan por el camino.

Es una cuestión de dignidad, apuntó Biden desde la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington DC, ante la mirada de representantes de los tres países que se beneficiarán de la medida. "Estamos muy contentos" con el programa, afirmó el presidente de Guatemala, Otto Pérez, tras el anuncio del vicepresidente norteamericano.

Para poder acogerse al plan, el progenitor que resida en Estados Unidos deberá presentar una solicitud a partir de diciembre. Posteriormente, los niños, en los tres países de origen, tendrán que pasar un estricto proceso de entrevistas y exámenes para determinar si cualifican para acogerse a la medida.

Los republicanos reaccionaron airados al plan, apuntando que el repunte de menores en la frontera sur se debe a las facilidades migratorias introducidas por el presidente Obama, y relacionándolo con las nuevas medidas que se espera que se presenten la próxima semana. Unas disposiciones que, en su opinión, supondrán un rebrote de los accesos ilegales, de gente que buscará beneficarse de lo que califican como "aministía migratoria" del presidente.

"Bajo esta nueva política abusiva, los inmigrantes ilegales que viven en Estados Unidos, una vez que el presidente les haya concedido una amnistía ejecutiva, pueden confiar en la Administración Obama para traer a sus hijos, y posiblemente a su cónyuge en América Central", afirmó Bob Goodlatte, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, según recoge el diario digital "The Blaze".

Desde el Departamento de Estado recordaron que el programa únicamente se dirige a niños en situación de especial vulnerabilidad, y apuntaron que la cuota para conceder estatus de refugiado para la regón latinoamericana en 2015 es de 4.000. Además, la complejidad de los procesos de asilo disuadirá a priori a muchos de emprender esta vía, asegurando que el número final de beneficiarios sea relativamente pequeño.

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