La Corte Penal de El Cairo condenó hoy a un ingeniero jordano a diez años de cárcel y a otro funcionario vinculado con los servicios de inteligencia israelíes (Mosad) a cadena perpetua, acusados ambos de espiar para Tel Aviv contra los intereses nacionales de Egipto.
Según la agencia estatal de noticias Mena, el jordano, ingeniero de telecomunicaciones y experto en redes de satélite, se llama Bashar Abu Zeid y se encontraba hasta ahora en prisión provisional, mientras que Ofir Harare fue sentenciado en rebeldía.
La Fiscalía de Seguridad del Estado acusó a ambos de transferir a Israel llamadas internacionales entrantes a Egipto con el fin de permitir a los servicios de inteligencia israelíes espiar y escuchar las conversaciones y aprovecharse de información relacionada con las Fuerzas Armadas y la Policía.
Los delitos cometidos, según la Justicia, son "en detrimento de la seguridad nacional egipcia", y los supuestos espías trabajaban a cambio de "atractivas compensaciones económicas".
El ciudadano jordano fue detenido en abril de 2011, después de la revolución del 25 de enero de ese mismo año, y fue interrogado por un equipo de investigadores que habían seguido de cerca las actividades del acusado durante el año anterior.
Abu Zeid estaba en permanente contacto con un oficial israelí, a su vez conectado con la inteligencia de Tel Aviv, dijo Mena, que detalló que las llamadas transferidas, a través de internet, procedían especialmente de Egipto, Siria, Arabia Saudí y Sudán.
Las autoridades egipcias han desmantelado varias supuestas redes de espionaje al servicio de los israelíes en los últimos años y en las que estarían involucradas personas de diferentes nacionalidades.
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