Los países de la Unión Europea han pedido a la Comisión Europea la elaboración de "directrices" para tener una acción coordinada respecto a la nueva cepa del coronavirus identificada en Reino Unido, a pesar de que más de una decena de socios ya han restringido los viajes al país vecino desde que se supo este hecho. Es una de las conclusiones de la reunión del mecanismo de la UE de Respuesta Política Integrada a las Crisis (RPIC) que fue convocada para esta mañana y en la que han participado expertos de los Veintisiete para tratar de coordinar las decisiones relacionadas con la nueva variante del virus.
Según han explicado fuentes diplomáticas, los participantes "declararon su apoyo a una actuación rápida para un enfoque coordinado de la UE en relación a las medidas aplicadas a las conexiones con Reino Unido y pidieron directrices a la Comisión Europea". Sin embargo, antes de que comenzase la reunión más de una decena de capitales ya había decretado de manera unilateral la suspensión de las conexiones aéreas con Reino Unido. Tras el encuentro, España y Portugal se han coordinado para sumarse a Bélgica, Austria, Letonia, Países Bajos, Italia, Irlanda, Francia, Bulgaria, Polonia, República Checa, Finlandia, Dinamarca, Hungría y Suecia.
Los expertos han enfatizado la importancia de asegurar la repatriación de ciudadanos europeos o residentes legales que quieran volver a su país desde Reino Unido, aunque no han detallado si intentarán coordinar esta operación. La reunión ha servido para que los delegados de cada país explicaran a sus homólogos las medidas adoptadas por cada gobierno una vez conocida la nueva variante del virus SARS-CoV-2.
Representantes del Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) compartieron los últimos datos disponibles respecto a las acciones de cada país. Tras esta reunión de expertos, la cuestión será abordada por los embajadores de los Veintisiete ante la UE, pero todavía queda por decidir si su encuentro tendrá lugar este mismo lunes o mañana martes.
