ANÁLISIS

10 años sin Labordeta: un país con su mochila

Labordeta
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Este fin de semana, ayer sábado, se han cumplido 10 años de la muerte de José Antonio Labordeta, aragonés más que universal, que ya es decir. Cantautor, escritor, político, profesor, actor e incluso comunicador. Muchas facetas, sí, pero que se resumen en una: el compromiso de la curiosidad. 

Ese incesante compromiso con su sociedad quedó retratado por la televisión en 'Un país en la mochila' (1995-2000), serie que produjo TVE y que ahora es un tesoro documental para entender la España rural de la que somos fruto y a la que la televisión no siempre quiere mirar. Porque los prejuicios no siempre nos permiten aprender de toda la realidad y sus circunstancias. 

Una formidable producción divulgativa de 29 capítulos -repetidos hasta la saciedad con éxito y ahora disponibles en el a la carta de rtve.es- donde se diseccionó el interior de España con paso firme, calma visual y, sobre todo, con esa amplia capacidad de escuchar de Labordeta. Mira, justo lo que escasea en los medios de comunicación de hoy.

Con sus encuentros, Labordeta no escarbaba en ese golpe de efecto de impacto a la caza de la declaración morbosa que aupara fijo la audiencia y sus cuotas de pantalla. Ni falta que le hacía, sólo quería encontrarse con la fuerza de la realidad de un país vivido, sentido e incluso sufrido. Y ahí, con su característica boina y su mochila a la que iba sumando recuerdos, Labordeta fue recorriendo y hasta cantando al territorio nacional desde una televisión que cuanto más pasan los años más valiosa es como fuente de sabiduría y entendimiento de nuestra historia. 

Al fin y al cabo, José Antonio Labordeta siempre representará, eso, una fuente de entendimiento. Las entrevistas de estos programas lo demuestran y deberían iluminar el camino a futuros divulgadores televisivos. Bueno, y ya puestos, también a presentes y futuros políticos. Entendimiento...

Porque si 'Un país en la mochila' destacó fue por la capacidad de Labordeta de intentar entender al prójimo acudiendo a los puntos de encuentro de una sociedad de desencuentros. Eso es querer a tu país. Por eso, triunfó esta serie. Porque hablaba de nosotros mismos y nuestras complejidades con la pasión de los ideales pero, a la vez, sin la cerrazón de las trincheras. Por eso, Labordeta es tan inspirador. Por eso, es tan querido. 

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