OPINION

Así 'OT 2017' ha cambiado para siempre el género del 'reality show' en España

Amaia y Alfred, Operación Triunfo
Amaia y Alfred, Operación Triunfo
Amaia y Alfred, Operación Triunfo
OT2017, la televisión crece en las redes sociales.

Operación Triunfo ha dado en la tecla de saber utilizar las nuevas plataformas sociales para generar conversación sobre el concurso y alimentar expectación ante las galas semanales. El primer acierto de la producción del formato, y de Televisión Española al permitirlo, ha sido llevar el canal 24 horas a Youtube. OT no obligar a ir al espectador potencial en busca del canal, OT acude al lugar en el que intuitivamente está su espectador potencial. Y ese lugar es el canal de vídeos de Google, Youtube.

Pero, además, la emisión del canal 24 horas no se queda en grabar sin más lo que sucede en la Academia, como sucede con la señal de la Casa de Gran Hermano en Telecinco. El 24 horas de OT organiza la programación como si de un canal de televisión generalista se tratara.

Bajo la señal en directo en Youtube, existe un recuadro que da la posibilidad de redactar una descripción del vídeo o emisión y OT lo aprovecha. Ahí esquematiza los horarios de los acontecimientos que se van a desarrollar los alumnos de la Academia para que los seguidores tengan claro qué va a suceder y a qué hora pasará. Desde el desayuno, pasando por las clases y sin olvidar las sorpresas, que son destripadas -en este texto situado bajo la emisión- para que nadie se las pierda. Así todo se detalla transformando una cadena online en un canal con una parrilla ordenada y bien explicada a través de las redes sociales y Youtube.

De hecho, también en la propia emisión se sobreimpresiona el horario de algo destacable que va a suceder. Por ejemplo, si acude un artista se indica en pantalla -en un rótulo fijo- la hora en la que aparecerá. El canal de OT estructura bien su programación para que nadie se pierda y lo que está sucediendo se retroalimenta en las redes sociales, en las que se va interactuando con la señal en directo. De nuevo, así se logra captar más seguidores a la retransmisión en 'live'.

Incluso la propia directora de la Academia, Noemí Galera, retuitea, comenta, debate y cuelga algún que otro vídeo animando a ver el famoso 'pase de micros', el ensayo vocal de la gala. Galera no hace spam o autobombo al uso, entiende el lenguaje de las redes sociales y comunica los mensajes jugando con sus seguidores. Huye de la publicidad a la fuerza y, si hace falta, se inventa un travieso gag. Porque en las redes sociales se habla mucho en el lenguaje del gag. Y en OT 2017 lo saben.

Así el canal OT logra que 30.000 personas, al unísono, estén esperando en directo al 'pase de micros' de los concursantes. El público conoce a qué hora sucede cada momento crucial. El canal OT no se queda en una emisión de lo que pasa en una academia y sabe organizar lo que se acontece. Es más, la narración visual de lo que sucede en el interior de la escuela se cuenta al estilo de una tele-serie juvenil en donde la realización plasma, con cierta pasión, lo que espectador ansía por ver. Sin miedo al plano de reacción o la comunicación no verbal de profesores o estudiantes. OT 2017 ha creado un High School Musical en riguroso directo, que se hace más grande gracias a los comentarios de las redes.

Ya nadie querrá ver un canal 24 horas de Gran Hermano si no se fomenta que pasen situaciones reales en la convivencia con una agenda de actividades que enriquezca el programa. Ese es el superpoder de OT, donde el espectador se entretiene viendo a los alumnos en sus clases pero, también, aprende con ellos gracias a unos profesores que no son hueso y preparan clases interesantes. Porque lo pedagógico no tiene que ser sinónimo de aburrido.

OT ha hecho brillar su contenido en directo con una estrategia en doble vía: la emisión en directo de todo lo que ocurre en una academia en la que no paran de pasar cosas y, además, fragmentando cada momento relevante en vídeos independientes, breves píldoras fáciles de compartir en las redes a golpe de retuiteo, like o compartimento en Facebook.

Y sin vetar un elemento crucial para el éxito de la televisión que viene: la posibilidad de que los espectadores hagan suyo el contenido, creando sus memes, parodias, montajes o vídeos propios. Es muy fácil, pues la emisión en directo se puede rebobinar y descargar el fragmento con diferentes aplicaciones. Pan comido para los nativos en la era digital.

De esta forma, se expande aún más el mito de OT2017, se habla más del producto, se propicia la creación de iconos y la audiencia del programa crece, pues aumenta el interés del público. Un público que se siente involucrado en el día a día del contenido.

telecinco se queda atrás en redes

Lo que debe aprender 'Gran Hermano' de 'OT2017'

La mentalidad de Telecinco en los últimos años ha sido la antítesis del lenguaje de las redes. La dirección de la cadena se ha obsesionado con que sus populares contenidos no tengan ninguna vida fuera de sus dominios (los canales propios del grupo). Y GH lo ha sufrido, ya que se intenta impedir cualquier reproducción de los contenidos que genera el reality fuera de las plataformas propiedad de Mediaset. Como consecuencia directa, se ha mermando la visibilidad de unos formatos en un tiempo en el que estás en las redes sociales como un agente participativo -como se ha posicionado OT- y no exclusivamente promocional o ya no existes entre los menores de 40 años, un target publicitario crucial.

OT ha tomado el pulso a su tiempo con un casting que muestra un conjunto de personajes realistas. No son aspirantes a famosos, son jóvenes diversos que representan a una audiencia diversa. Pero, también. OT ha pegado una bofetada al lanzarse con todas las consecuencias a las narrativas de las redes sociales, donde el espectador es el último en dar forma al programa: compartiendo lo que ve pero también haciéndolo más grande creativamente con sus ideas, propuestas e incluso pataletas. OT 2017 está haciendo partícipe de cada paso a su audiencia. Y ese es el futuro más presente hacia el que va la TV: o el público, que ya también es usuario, se siente partícipe o, simplemente, termina desconectando.

Mostrar comentarios