EN PERSPECTIVA

'Cuéntame', cuando el barrio es tu patria

Los Alcántara en el capítulo de esta semana.
Los Alcántara en el capítulo de esta semana.
RTVE

"Aunque en aquellos años noventa, con los cambios que se iban produciendo en la sociedad, la vida del barrio ya no era la misma que años atrás, la gente de San Genaro todavía sabía unirse cuando hacía falta. El dolor de uno aún era el dolor de todos. La vergüenza de uno, aún era la de todos". En la última entrega de 'Cuéntame cómo pasó', la voz narradora de Carlitos Alcántara incide con estas palabras en el retrato que ejerce este episodio de la solidaridad de la calle, la solidaridad de la verdadera patria que es la convivencia en los barrios.

El desenlace del capítulo emociona con un paralelismo entre los noventa que nos creíamos que nos cambiaron y el 2020 que sentimos que nos iba a cambiar. Aunque fuera sólo un rato. 'Cuéntame' lo vuelve a hacer: deja al espectador pensando tras el choque de verse identificado en el espejo de Los Alcántara y sus vecinos.

Más aún en tiempos en los que los medios y las redes sociales parece que construyen trincheras frentistas. Porque se alzan como altavoz que amplifica el individualismo de la demagogia egocéntrica que el aporte del trabajo en equipo, único camino para avanzar en lo grande y en lo pequeño.

Desde el espectáculo mediático y político, se prioriza una peligrosa tensa división social que no existe en la convivencia ciudadana del día a día. Mientras que nuevos 'influencers', que hacen mucho ruido, proyectan una sensación de que sólo se bastan a sí mismos para lograr un éxito millonario. No necesitas a nadie en plataformas como Instagram, Twitch o Youtube. Como si hubiera caducado la mítica frase de 'La bola de cristal': sólo no puedes, con amigos sí. 

Pero si quitamos los automáticos filtros embellecedores de Instagram, si olvidamos el ruido del marketing táctico de la política que juega con la polarización, a la hora de la verdad sólo nos salva el compañerismo vital. Dicen que el hombre es egoísta por naturaleza, pero al final nos necesitamos. 

De ahí la lección que da 'Cuéntame', que hasta cuando parece que se transforma en un fantasioso thriller y va a perder su rumbo dramático, de repente, regresa a su sentido: tocar el matiz de lo terrenal.  Así nos define tan bien.  Hasta recordándonos con el valor del espíritu crítico de la ficción que, al final, "solicitar la ayuda de los demás no es ninguna vergüenza, lo que es una vergüenza es no prestarla".

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