ANÁLISIS

'Mujer': claves de una serie que se ha convertido en un éxito muy rentable (y arma arrojadiza para aplacar a Telecinco)

Un éxito de audiencias y, a la vez, en rentabilidad para Antena 3. Dar con un serial así no es habitual, pero este ha llegado justo en el instante ideal, cuando la sociedad necesita evadirse con penurias ajenas, lejanas y sin mascarillas. Y las cadenas, ahorrar ante un futuro publicitario incierto.

Mujer, éxito inesperado de Antena 3
Mujer, éxito inesperado de Antena 3
Borja Terán

El verano es una buena época para convertir la parrilla televisiva en un campo de experimentación. Mientras la competencia entre canales desciende, es el instante perfecto para dar tiempo a asentarse a programas o series que se lanzan sin grandes ínfulas y que, de repente, también pueden dar muchas alegrías a la cadena de turno. Es lo que ha sucedido con 'Mujer', el serial turco que triunfa en Antena 3.

Llegó sigiloso en vacaciones como un producto de segunda y, al final, ha ido ganado fieles hasta transformarse en un éxito infalible que incluso ha derribado a producciones originales españolas como 'Madres' de Telecinco o ha conseguido superar a Isabel Pantoja en 'Idol Kids'. De hecho, se ha convertido en una especie de arma arrojadiza de Antena 3 para aplacar los estrenos de su principal rival.

Y es que 'Mujer' ha logrado lo más complicado: enganchar a un público que sigue aguardando que la tele tradicional le traiga historias que le seduzcan. Así lo ha hecho Bahar, abandonada por su madre cuando tenía 8 años y salvada por el amor de un hombre, Sarp, que muere prematuramente. Ya están todos los ingredientes del serial de siempre, que recuerda que, tal vez, no hemos cambiado tanto como creemos: amor patriarcal salvador, la sensiblería de la viudedad, la madre coraje de dos hijos sola en el mundo y, como consecuencia, mucho drama identificable y el entramado básico de culebrón de sobremesa trasladado al horario de máxima audiencia.

Todo con mucha música machacona de fondo, que remarca cada diálogo y cada giro en la serie para que el espectador se sugestione y sienta que están sucediendo avances importantísimos en la trama constantemente. No es así, 'Mujer' tiene mucha morralla, pero no hay escapatoria.

Porque encima la serie tiene dos ventajas para ser competitiva. Primero, sus capítulos son eternos: más de dos horas (a las que hay que sumar la publicidad). Duración turca ideal para ser competitiva en el estirado prime time español, donde se dopa la cuota de pantalla alargando los programas hasta un sonambulismo torticero. Y, segundo, y probablemente lo más importante, esta serie consta de 81 capítulos (divididos en tres temporadas) que Atresmedia ha comprado a un precio mucho menor de lo que le cuesta realizar su producción propia. Les ha salido al precio de los derechos que compran para sus canales secundarios, como Nova. Pero, esta vez, están logrando un rendimiento extraordinario en su canal principal. Y la buena noticia para ellos es que aún les quedan más de sesenta capítulos... Hay Bahar para rato.

'Mujer' es, pues, un éxito de audiencias y, a la vez, en rentabilidad para Antena 3. Dar con un serial así no es habitual, pero este ha llegado justo en el instante ideal, cuando la sociedad necesita evadirse con penurias ajenas, lejanas y sin mascarillas. Y las cadenas, ahorrar ante un futuro publicitario incierto.

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