Sigue la división política con una mayoría imposible y hasta cinco partidos en liza

  • A pesar de la fuerte entrada de Vox todavía no podría haber una mayoría de derechas para desbancar al PSOE.
Encuesta Metroscopia Henneo
Encuesta Metroscopia Henneo

El mapa electoral ante unas hipotéticas elecciones inmediatas apunta a un escenario con cinco partidos que tendrían entre el 10% y el 25% de los votos y un reparto de escaños que no daría ninguna mayoría absoluta clara en la unión de izquierdas o de derechas, según se deriva de la encuesta sobre Clima Social elaborada por Metroscopia para el Grupo Henneo en este mes de diciembre. En ese escenario 'pentapartidista', la sorpresa la daría la irrupción de Vox, con 29 escaños y el apoyo del 11,5% del electorado, una entrada triunfal en el Parlamento solo comparable con la que protagonizó Ciudadanos en 2016, al llegar a 32 escaños en sus primeros comicios.

El PSOE sería el partido ganador en un resultado de Gobierno cuasi imposible, con el 22,2% de los votos y una estimación de 89 escaños. Pero si se unen a los 63 que tendría Unidos Podemos, se quedarían aún lejos de los 176 de la mitad más uno necesaria para gobernar en colación. Del lado de la derecha, el gran triunfador sería Ciudadanos, que casi duplica el número de escaños en el Hemiciclo, con 70 sillones y el 20,5% de los votos. De la misma manera, su hipotética unión con los 68 que sacaría el PP y los 29 de Vox, se quedaría por debajo de la mayoría absoluta necesaria para sacar adelante un candidato de Gobierno. Se da la paradoja de que las formaciones de derechas llegarían a tener la mitad de los votos, pero saldrían perjudicados en el reparto de escaños.

Esa distribución en un arco de cinco partidos políticos de ámbito nacional con participación representativa tampoco permitiría sacar delante de forma sencilla una mayoría simple en segunda votación para formar Gobierno. Eso deja el equilibrio inestable en manos de los 31 escaños que la encuesta de Metroscopia coloca en manos de los partidos más minoritarios, encabezados por los 15 de ERC, 6 para PNV y PdeCAT, otros 3 en manos de EH Bildu y uno más para las formaciones canarias.

Puestos ha hacer hipótesis, la formación de Gobierno estaría de nuevo en manos de las formaciones nacionalistas, que en el caso catalán tienen planteado un grave conflicto independentistas en la actualidad. Es decir, estaríamos en una situación muy similar a la actual, con el PSOE al frente tras obtener prácticamente el mismo resultado que en 2016 (el peor de su historia), que solo podría gobernar en minoría, aunque con un reparto distinto de escaños al actual.

Eso sí, habría un cambio fundamental en la derecha política: Ciudadanos sería el primer partido de la oposición, tras certificar un trasvase de votos y escaños desde el PP y, en menor medida, desde el propio PSOE. Pero ni siquiera la unión de los socialistas con la formación de Albert Rivera daría una mayoría absoluta.

La doble fuga del PP

Si hacemos caso a los datos de Metroscopia, recogidos entre los días 10 y 12 de diciembre sobre una base de 1.895 encuestas telefónicas aleatorias, con un margen de error del 2,3%, el partido que más en entredicho tiene su apoyo político en este momento es el PP, acuciado por las otras dos formaciones de derecha, Ciudadanos y Vox. Esa evolución a la baja de los ‘populares’ es la constatación de la amenaza que se lanzaba en la encuesta de Clima Social del mes de octubre, sobre la doble fuga de votos a la que se enfrenta la formación de Pablo Casado.

En el análisis de las "fidelidades y transferencias" de votos, la encuesta de diciembre estima que más de 2,9 millones de los votos que el PP logró en el año 2016 estarían ahora en juego para moverse hacia Vox o Cs. De ellos, 1,3 millones de votantes de la formación de Casado se irían con Rivera (un 17%) y hasta 1,6 millones podría optar por acudir a las filas de Vox, atraídos por su mensaje radical y arrastrados por el éxito que ha logrado en Andalucía.

La encuesta de diciembre, al igual que las cuatro anteriores realizadas por Metroscopia para Henneo, demuestra la tremenda división política que reina en España. De hecho, se estima que un 45% de la población cree que es el momento de relevar al PSOE y que sea otro partido el que gobierne en España, un dato muy cercano al 40% que cree que Sánchez debe seguir, pero en coalición con otros partidos.

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