Figueres niega criterios regionales o de género en la carrera por suceder a Ban y apela a la "meritocracia"

EUROPA PRESS

La costarricense Christiana Figueres, aspirante a la Secretaría General de Naciones Unidas, ha subrayado que no se tendrán en cuenta criterios regionales o de género en la carrera que ha comenzado oficialmente esta semana y ha apelado a la "meritocracia" como clave para liderar una organización con retos pendientes.

Figueres es una de las doce personas que aspira oficialmente a suceder a Ban Ki Moon, que concluye su mandato a finales de año. Los aspirantes se sometieron el jueves a una primera votación-sondeo en la que pudieron medir sus apoyos y que sitúo al portugués Antonio Guterres, antiguo Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), como el favorito.

Figueres, hasta hace unas semanas responsable de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se ha mostrado "satisfecha" con esta primera votación, a pesar de que figuraría en la parte baja de la lista tras obtener cinco votos de cada tipo --aliento, desaliento y abstención--.

La candidata costarricense fue la última en presentarse y ha tratado de sumar en "escasos días" el apoyo que algunos rivales llevan "más de un año" intentando recabar. Figueres ha alegado que, en aras de la "responsabilidad" y la "transparencia", prefirió esperar hasta cumplir su mandato como responsable de las negociaciones climáticas, consciente del "riesgo" que ello suponía.

"Prefiero no usar una plataforma de la ONU para buscar otra plataforma", ha explicado, en una entrevista con Europa Press en Casa de América en la que ha evitado criticar a los rivales que siguen ocupando puestos de responsabilidad en Naciones Unidas. "Cada uno toma sus propias decisiones", ha apostillado.

CRITERIOS DIFUSOS

De los doce aspirantes, ocho pertenecen a la región de Europa del Este y tres de los cuatro restantes proceden de países iberoamericanos. Además de Figueres y Guterres, también figura en la terna la ministra de Exteriores de Argentina, Susana Malcorra.

El ministro de Asuntos Exteriores en funciones de España, José Manuel García Margallo, ha asegurado tras reunirse con Figueres que España va a apoyar "hasta el final" a los tres candidatos de la comunidad iberoamericana, algo que la costarricense ha agradecido especialmente. En este sentido, ha destacado que el jefe de la diplomacia española haya sido tan "abierto" y "franco".

Sin embargo, Figueres también ha descartado que sea una carrera por regiones, ya que se trata de "candidaturas globales", y ha calificado de "prematuro" especular sobre una posible alianza por bloques a medida que se vayan retirando aspirantes.

"La virtud más importante (de un secretario general) es la imparcialidad y no puede asociarse con ningún país o ninguna región", ha advertido Figueres, quien ha restado importancia también a la rotación no escrita por la cual el próximo jefe de la ONU debería ser un representante de algún país del este de Europa.

Figueres ha apelado a la "meritocracia" y, de esta forma, también ha descartado que el género pueda ser un criterio "determinante". En los últimos meses se han disparado los llamamientos para que una mujer asuma por primera vez el máximo cargo de la ONU e incluso Ban Ki Moon ha hablado a favor de esta campaña.

COOPERACIÓN

En opinión de Figueres, el próximo secretario general de Naciones Unidas deberá ser una persona capaz de "movilizar una voluntad política colectiva", de fomentar la "colaboración" entre países. La aspirante ha defendido en este punto su labor previa al Acuerdo de París, ejemplo de "multilateralismo" y de la importancia de trabajar "por un fin común".

Figueres ha advertido que, de cara al futuro, se avecinan "restos más complejos", habida cuenta de que la sociedad está cada vez más "interconectada" y es más "interdependiente". La sociedad, ha añadido, debe en primer lugar "tomar conciencia" de lo que ocurre y asumir que existen "posibilidades de solución" para resolver dichos desafíos.

Sobre una hipotética reforma del sistema de la ONU, ha evitado entrar en especulaciones, pero sí que ha considerado paradójico que, al mismo tiempo que se critica, "todo el mundo quiere trabajar en Naciones Unidas". Asimismo, ha evitado valorar una posible reforma del Consejo de Seguridad argumentando que dichos cambios corresponderían al propio Consejo.

TURQUÍA

Figueres ha aludido a temas políticos de actualidad como la situación en Turquía, escenario de un fallido golpe de Estado el 15 de julio y de una purga posterior de las instituciones liderada por el presidente, Recep Tayyio Erdogan.

La costarricense ha admitido que "había que restablecer el orden constitucional" en Turquía, al tiempo que ha abogado por "respetar los derechos de todos los ciudadanos". De esta forma, ha instado a "equilibrar" ambas necesidades.

En relación al conflicto de Siria, ha apuntado que no tiene un "bola de cristal" para adivinar el futuro, dependiente en gran medida del resultado de un diálogo promovido precisamente por la propia ONU. "Cuanto más se demoré una solución, más sufrimiento habrá", ha lamentado, en un mensaje con el que ha querido resaltar la labor del enviado especial internacional, Staffan de Mistura.

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