Productos financieros

Todo lo que tienes que saber sobre cómo funcionan los planes de pensiones

Los planes de pensiones son unos productos financieros de ahorro a largo plazo que permiten complementar la pensión de jubilación.

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de wirestock en Freepik.

Muchas personas deciden planificar sus ahorros a largo plazo para complementar sus prestaciones por jubilación una vez que lleguen al final de la vida laboral. Para ello, los bancos ofrecen planes de pensiones con diferentes características, riesgos y rentabilidades. Antes de contratar un producto de este tipo, es conveniente entender cómo funcionan los planes de pensiones. 

Se describen como productos de ahorro provisional a largo plazo cuyo principal fin es el de generar un volumen de ahorros del que disponer en la jubilación en forma de capital o de rentas. Una vez contratado, el funcionamiento del plan de pensiones consiste en ir realizando de manera periódica aportaciones durante el tiempo que se nos quede hasta la jubilación. También se puede traspasar dinero al plan de forma puntual, pero lo más habitual es programar traspasos mensuales. Desde BBVA explican que las aportaciones realizadas, además, pueden suspenderse y reanudarse en cualquier momento (aunque estas condiciones quizás sea mejor consultarlas con cada banco). Habitualmente, la aportación anual tiene un máximo (que puede rondar los 2.000 euros).

Con ese dinero depositado, el gestor del banco se encarga de realizar inversiones según el riesgo que esté dispuesto a asumir el cliente y, así, cuando llega la jubilación este no solo recoge el dinero ahorrado, sino también la rentabilidad que haya podido generar con esos ahorros. 

De mayor o menor riesgo

Existen varios tipos de planes de pensiones según el tipo de inversiones que se realizan con el dinero depositado. Pueden ser de renta fija (a corto o largo plazo, renta fija pública o renta fija corporativa), de renta variable, mixtos o garantizados. Depende del perfil de riesgo que asumamos en las inversiones serán de uno u otro tipo. Los fijos tienden a ser más seguros y estables, pero los de renta variable suelen dar una mejor rentabilidad. Lo mejor es ir ajustando el riesgo de nuestras inversiones según se acerque nuestra edad de jubilación.

Por último, hay que entender que los palanes de pensiones no pueden cancelarse bajo cualquier circunstancia, ya que podemos sufrir una penalización. Lo más habitual es rescatar el plan cuando ya nos hayamos jubilado, pero existen excepciones como el desempleo de larga duración para acceder al dinero del plan.

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