Las mejores hipotecas para parejas según el perfil de ingresos y de ahorro

Hay cosas en la vida que es mejor hacer en pareja: un viaje a París, una estancia en un balneario, una cena a la luz de las velas… Y pedir una hipoteca, aunque parezca sorprendente, también puede ser una de ellas. El motivo es que los bancos, en general, ofrecen unas condiciones más atractivas si el préstamo es compartido, ya que al repartirse el gasto entre dos personas, hay menos probabilidades de que la deuda no se devuelva.

El problema es que, actualmente, los bancos no cuentan entre su catálogo con productos exclusivos para dos titulares ni suelen anunciar abiertamente que ofrecen más ventajas si el préstamo se contrata entre dos. Entonces, ¿cómo se puede saber qué entidades conceden las mejores hipotecas para las parejas? Para definirlo, según el comparador financiero HelpMyCash.com, hay que dividir a los solicitantes en dos categorías: la primera la integran aquellas personas con buenos ingresos y un volumen alto de ahorros, mientras que la segunda la componen los que perciben un buen salario, pero no cuentan con el dinero necesario para asumir la entrada de la compra de su primera vivienda

Para parejas con buenos ingresos y ahorros

A la primera categoría pertenecen, por norma general, aquellas parejas de mediana o elevada edad que disfrutan de una situación laboral estable. Al llevar varios años en el mercado laboral, estas suelen contar con un buen salario y con ahorros suficientes para pagar la entrada del 20% que los bancos suelen exigir para conceder una hipoteca. Según HelpMyCash, su buena situación les permite acceder a los intereses más bajos que ofrecen actualmente las entidades.

En caso de querer contratar una hipoteca variable para aprovecharse del bajo valor del euríbor (-0,335% en febrero), la oferta de BBVA es una de las mejores del mercado. Su interés es muy bajo: del 0,99% fijo el primer año y de euríbor más 0,89% para los siguientes, que puede reducirse todavía más si la pareja cobra un salario elevado. A cambio, esta entidad pide domiciliar la nómina y contratar sus seguros de hogar y de vida, que es la vinculación que exigen la mayoría de las entidades españolas. 

En cambio, si se prefiere un interés fijo para pagar siempre la misma cuota, la Hipoteca Fija de COINC es una de las mejores opciones para parejas. Su interés es de solo el 1,50% para un plazo de hasta 30 años, que puede conseguirse sin necesidad de contratar otro producto del banco (lo que abarata aún más su precio).

Para parejas con buen sueldo, pero pocos ahorros

Las parejas compuestas por personas jóvenes son las que, normalmente, integran la segunda categoría. Los menores de 35 años que quieren pedir una hipoteca suelen tener unos ingresos suficientemente holgados y estabilidad laboral, pero como llevan poco tiempo en el mercado laboral, aún no han podido ahorrar lo suficiente para pagar la entrada del 20%. Por este motivo, necesitan recurrir a una entidad que les financie más del 80% de la compra de la vivienda, a poder ser con un buen interés. 

A tipo variable, la mejor opción para estos clientes es la Hipoteca Pibank de Pibank. Este préstamo cubre hasta el 90% de la compra de la vivienda, siempre que ese importe no supere el 80% del valor de tasación del inmueble. Su interés es de los más bajos del mercado: del 0% los primeros seis meses (durante los que no se pagan cuotas), del 1,95% fijo el siguiente año y de euríbor más 0,88% para el resto del plazo. A cambio, es necesario domiciliar la nómina (al menos un miembro de la pareja debe cobrar 1.000 euros o más) y contratar los seguros de hogar y vida de la entidad. 

A tipo fijo, la Hipoteca Sin Entrada de MyInvestor es la más adecuada para los jóvenes con un buen salario y pocos ahorros. Este préstamo financia hasta el 95% del valor de compraventa o tasación de la vivienda (el más bajo de los dos) y tiene un interés del 1,99%, que puede conseguirse sin contratar otros productos. La pareja debe estar casada o ser pareja de hecho, cobrar unos ingresos mínimos conjuntos de 3.000 euros netos al mes y dedicar un máximo del 30% de ese salario al pago de las cuotas de la hipoteca.