El actor Antonio Banderas, que es uno de los presentadores de la 35 edición de los Premios Goya, ha admitido que la preparación de esta gala en parte telemática ha sido "dura y se han hecho renuncias muy dolorosas", pero que había que "prestar un servicio al cine español".
"Ha sido muy difícil porque ha habido que improvisar desde el inicio, casi desde junio se ha ido transformando y hemos tenido unas diez, doce, quinces galas. Desde entonces era surfear toda la situación y se han producido renuncias muy dolorosas, cosas previstas. Pero hay que estar a las duras y a las maduras", ha explicado en la alfombra roja de Málaga antes de la gala.
Por su parte, María Casado ha incidido en la importancia de la cultura y el cine en este año de pandemia. "Hay que pensar en todo lo que ha acompañado el arte en general durante la pandemia, para sobrellevar mejor esto, que para muchos ha sido una pesadilla", ha incidido.
"Vamos a intentar hacer algo familiar y cercano, que era nuestro objetivo desde el primer momento", ha avanzado Casado. "Nos envían mensajes desde muchos países, son gente que está sufriendo muchísimo en el mundo del arte en general y han querido apoyarnos. Queremos poner de relieve a nuestra gente", ha destacado.
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