La Unión Europea pisa el acelerador para influir en aplicación de acuerdo climático

La Unión Europea busca acelerar la ratificación por parte de la Eurocámara y de los parlamentos nacionales del Acuerdo de París sobre clima, como ya hicieron China y Estados Unidos, para poder influir en las primeras negociaciones sobre su aplicación previstas en Marruecos.

"Tenemos que asegurarnos que la UE será una de las partes del Acuerdo de París durante la COP22 en Marrakech en noviembre", dijo el ministro de Medio Ambiente finlandés, Kimmo Tiilikainen, a su llegada a una reunión extraordinaria de responsables europeos del ramo en Bruselas.

El 12 de diciembre, 195 países y la UE se comprometieron en la conferencia del clima de París (COP21) a detener el alza de la temperatura del planeta "muy por debajo de los 2ºC" y ayudar económicamente a los países más vulnerables al calentamiento global.

Nació entonces el llamado Acuerdo de París, que reemplazará a partir de 2020 el actual Protocolo de Kioto. Para su entrada en vigor, 55 países que representen el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) deben ratificarlo.

La primera condición ya se cumplió y, tras el anuncio de India de ratificar el texto el próximo 2 de octubre, el objetivo del 55% está cada vez más cerca.

"Nuestro deseo (...) sería que Europa fuera el detonante, lo que nos falta para que el Acuerdo de París entre en vigor", dijo la ministra española de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

Sin embargo, la reunión se anuncia complicada, como reconocieron algunos responsables, por las reticencias de algunos países, como Polonia e Italia.

Según la ministra francesa Ségolène Royal, actual presidenta de la COP, "un cierto número de países necesitan aclaraciones sobre los procedimientos y no sobre el fondo".

Para "tener en cuenta las preocupaciones" de Polonia, el comisario europeo para Clima, Miguel Arias Cañete, se reunió a primera hora de la mañana con el ministro polaco, según tuiteó el responsable europeo.

Bruselas busca no descolgarse del grupo de países que negociarán en Marrakech (centro de Marruecos) cómo aplicar este acuerdo, el primero de carácter mundial, máxime cuando China y Estados Unidos ya tienen asegurada su silla.

Sólo las naciones que presentaron sus ratificaciones ante Naciones Unidas antes del 7 de octubre tendrán voz y voto en esa reunión. Pekín y Washington lo hicieron conjuntamente el pasado 3 de septiembre.

"La UE fue uno de los primeros continentes en publicar" su contribución voluntaria a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, en concreto un 40% para 2030, subrayó Royal.

Ante la proximidad de la fecha, la UE tiene previsto pedir a la Eurocámara que de el visto bueno, en principio el 4 de octubre, antes de que el Consejo de la UE, que representa a los 28 países del bloque, ratifique a su vez el acuerdo.

El bloque europeo representa en conjunto alrededor del 12% de las emisiones de GEI mundial. No obstante, sólo el porcentaje de los países cuyos parlamentos nacionales hayan ratificado el acuerdo entrará en el cómputo total, después que la UE también lo haya hecho.

Por ahora, sólo Alemania, Austria, Francia, Hungría, Malta y Eslovaquia han ratificado el acuerdo que busca frenar el calentamiento del planeta. España no podrá hacerlo en breve, al contar con un gobierno en funciones, reconoció la ministra.

A fecha 29 de septiembre, 61 países han presentado sus ratificaciones ante la ONU, entre ellos Argentina, Brasil, Honduras, México, Panamá y Perú.

Chile ya lo ratificó, aunque aún no figura en la lista de la ONU, y Costa Rica ya inició el debate legislativo. Nicaragua, que mostró su descontento en París con el resultado final del acuerdo, directamente no lo ha firmado.

El Acuerdo de París vincula la suerte de las grandes potencias emisoras de gases de efecto invernadero, como Estados Unidos y China, a la de las pequeñas islas del Pacífico amenazadas por la subida del nivel de los océanos.

La lucha contra el calentamiento global se hace cada vez más imperiosa, alertaron el jueves siete reconocidos climatólogos, para quienes "es necesario duplicar, incluso triplicar los esfuerzos" para limitar las emisiones de GEI.

El planeta está a punto romper su tercer récord anual consecutivo de calor desde que se miden las temperaturas, en 1880.

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