España es el segundo país de Europa con más piscinas

Así puedes conseguir hasta 12.000 euros por alquilar tu piscina

Los propietarios ofrecen sus piscinas y sus instalaciones a cambio de un precio acordado con el cliente y por un período determinado en la web Swimmy. Incluso pueden incluir servicios adicionales.

Piscina
Puedes conseguir hasta 12000 euros por alquilar tu piscina en la web Swimmy
UNSPLASH

La plataforma Swimmy nació como una especie de Airbnb donde se pueden alquilar piscinas privadas de otros particulares. Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, refrescarse se ha convertido en una de las principales prioridades para todos. Sin embargo, no todos tienen la suerte de contar con una piscina para darse un chapuzón cuando el sol aprieta con fuerza. La empresa nació en Francia, el país que más piscinas privadas tiene de toda Europa (1,7 millones). Y hace un par de años llegó a España, el segundo país de Europa con más piscinas (1,2 millones). No es una casualidad, claro.

Funcionamiento de Swimmy para alquilar tu piscina

Si estás familiarizado con el funcionamiento de Airbnb, este servicio es prácticamente igual. Los propietarios ofrecen sus piscinas y sus instalaciones a cambio de un precio acordado con el cliente y por un período determinado. Incluso pueden incluir servicios adicionales como barbacoas, tumbonas, pistas de tenis o áreas de fiesta. Para disfrutar de esta experiencia, simplemente regístrate en la plataforma y elige la piscina que más te guste. Luego, indica la duración de tu estancia y negocia las condiciones con el propietario. El precio promedio es de 6 euros por persona por hora de alquiler. 

Incluso con una tarifa de seis euros por persona, puede que no parezca una cantidad significativa. Sin embargo, si consideramos que hay personas que reservan su piscina a todas horas y todos los días, la cifra se vuelve considerablemente más alta. De hecho, hay quienes han convertido su piscina en una fuente adicional de ingresos, generando facturaciones que alcanzan los 12.000 euros en una sola temporada.

Aunque la plataforma puede recordarnos a Airbnb, la regulación es diferente de la de un alojamiento turístico convencional. En este caso, el uso de Swimmy se considera una forma de economía colaborativa y no una actividad comercial. En la mayoría de los casos, no se requiere un contrato formal. De hecho, en su sitio web se define como un "servicio de publicación y consulta de anuncios en Internet entre particulares", similar a "Milanuncios". En este sentido, Swimmy no se encarga de gestionar directamente el alquiler de la piscina, sino que facilita el contacto entre las partes involucradas para que puedan llegar a un acuerdo entre sí. Es precisamente esa falta de regulación la que está originando problemas relacionados con este tipo de plataformas en otros países.

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