El suministro de medicamentos mundial depende de la formulación química y de las cadenas de suministro complejas. Europa sufre periodos de escasez por culpa del mal funcionamiento de estas dos variables, en pleno aumento de la demanda. Dentro de las posible soluciones que se han encontrado, existe una que podría implicar criar más cangrejos, por extraño que parezca. Las últimas investigaciones han demostrado que la sangre del cangrejo Herradura de Carolina del Sur podría ser una solución a la complejidad del suministro de fármacos. Es la única fuente no sintética de lisado de amebocitos de Limulus, una sustancia que detecta la endotoxina, una sustancia química mortal producida por las bacterias.
La industria farmacéutica utiliza la sangre de este cangrejo para producir desde vacunas hasta insulina, pasando por dispositivos implantados, como stents cardíacos, con lo que las implicaiones económicas de un producto tan exclusivo e importante para este sector se ha convertido en objeto de análisis económico por grandes grupos, tal y como se refleja en un informe reciente del grupo de expertos de ING publicado este mismo mes.
Con la llegada de la Covid, la demanda de las vacunas se disparó y, por lo tanto, la demanda de la sangre del cangrejo. No se podían criar lo suficientemente rápido y el sector biomédico se enfrentó a una escasez crónica que mantiene todavía. Más de la mitad de los medicamentos inyectables y dispositivos implantados se prueban con esta sangre de cangrejo herradura. Y una escasez desesperada nos muestra cómo de frágiles son las cadenas de suministro en este sector.
El medicamento viaja un promedio de dos veces alrededor del mundo antes de terminar en los estantes de las farmacias locales. Los materiales proceden de todos los rincones del mundo y la producción se lleva a cabo en unas pocas fábricas altamente especializadas. Vale la pena señalar que sólo hay cuatro proveedores mundiales de penicilina. Cualquier paso en falso en producción o distribución puede provocar una escasez global. La distribución y la producción combinadas explican el 65% de la escasez de medicamentos.
Siguiendo el análisis de los expertos de ING, hay que tener en cuenta que junto a estos hechos, se une que la demanda de medicamentos ha aumentado debido al envejecimiento de la población y al aumento de las enfermedades crónicas en los países desarrollados. También influye la mejora del acceso a la atención sanitaria en los países desarrollados, al igual que los cambios en los controles de calidad y la regulación de la escasez de materias primas.
Los problemas de suministro son más pronunciados en los medicamentos genéricos que en aquellos medicamentos con patente. Se debe a que los márgenes muy estrechos y los contratos a corto plazo. La producción de medicamentos patentados y genéricos requiere conocimientos diferentes, esto hace que su producción no sea interesante para las empresas farmacéuticas que se centran en medicamentos patentados. Las empresas que producen medicamentos genéricos generalmente deslocalizan su producción a países con salarios comparativamente bajos y estándares regulatorios menos estrictos, como India o China.
Posibles actuaciones
Las medidas que pueden llevar a cabo los gobiernos europeos pasarían por acumular medicamentos para que, cuando se produzcan una interrupciones, queden existencias para varias semanas. Sin embargo, esto es caro y las compañías farmacéuticas y de seguros de salud no pueden cubrir todos los costes.
Una segunda opción destacad por loa analistas de ING en su informe sobre el sector es la relocalización, que es una idea popular entre los responsables políticos occidentales. Sin embargo, también tendría un gasto elevado ya que el coste laboral en Europa es más elevado que en los países en los que se encuentra ahora la producción, además del coste de construir instalaciones de producción y capacitar al personal. Estas empresas no podrán competir con fabricantes a gran escala y de bajo coste en India y China.
La prevención es un aspecto importante a tener en cuenta a largo plazo. La prevención no solucionará la escasez de medicamentos, pero se debe tener en cuenta que las sociedades cada vez están más envejecidas y la demanda de medicamentos es mayor, por lo tanto, los costes aumentarán independientemente del precio de los medicamentos. Los gobiernos también necesitarán hacer hincapié en la prevención para mantener los costos manejables.
En resumen, la escasez de medicamentos en general se puede prevenir, ya que la producción podría trasladarse a instalaciones más locales y un poco más pequeñas, lo que haría que las cadenas de suministro fueran más sólidas. Sin embargo, debido a las ganancias de eficiencia logradas con la deslocalización, muchos países occidentales se han acostumbrado a pagar un precio bajo por sus medicamentos. Si se relocalizaran partes de la producción farmacéutica, esto significaría pagar un precio más alto por los medicamentos, con menor escasez.
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