Nuevo informe 

La AIE prevé que el consumo mundial de carbón alcance máximo histórico en 2023

Sin embargo, la institución con sede en París señala las profundas divergencias entre las economías, además de la expectativa de que el consumo baje de forma gradual hasta el año 2026.

Mina de carbón
La AIE prevé que el consumo mundial de carbón alcance máximo histórico en 2023. 
stafichukanatoly / Pixabay

La demanda de carbón a nivel mundial llegará este año a una cifra récord de más de 8.500 millones de toneladas. Según un informe sobre esta materia prima publicado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicado este viernes y que recoge Europa Press, este alza de la demanda implicará un incremento de un 1,4%. Sin embargo, la institución con sede en París señala las profundas divergencias entre las economías, además de la expectativa de que el consumo baje de forma gradual hasta el año 2026. 

Esta situación supone la primera previsión de caídas en el uso de esta fuente de energía para el horizonte, aunque se ocultan "marcadas diferencias entre regiones", ya que el consumo va camino de caer de forma brusca en gran parte de las economías avanzadas, incluidas las caídas históricas en la Unión Europea y Estados Unidos, de alrededor de un 20% cada uno. Por contra, la demanda de carbón en las economías emergentes y en desarrollo sigue siendo muy fuerte, aumentando un 8% en la India y un 5% en China en 2023 debido a la creciente demanda de electricidad y la débil producción hidroeléctrica.

El documento señala además que el desplazamiento de la demanda y la producción de carbón hacia Asia "se está acelerando", ya que China, la India y el Sudeste Asiático representarán en 2023 tres cuartas partes del consumo mundial, frente a sólo una cuarta parte en 1990.

Cambios en los hábitos de consumo 

Se espera que el consumo en el Sudeste Asiático supere este año por primera vez el de los Estados Unidos y el de la Unión Europea. Asimismo, hasta 2026, India y el Sudeste Asiático son las únicas regiones donde el consumo de carbón está preparado para crecer significativamente. En las economías avanzadas, por contra, la expansión de las energías renovables en medio de un débil crecimiento de la demanda de electricidad seguirá impulsando la disminución estructural del consumo de carbón.

"Hemos visto caídas en la demanda mundial de carbón algunas veces, pero fueron breves y causadas por eventos extraordinarios como el colapso de la Unión Soviética o la crisis del Covid-19. Esta vez parece diferente, ya que el declive es más estructural, impulsado por la formidable y sostenida expansión de las tecnologías de energía limpia", dijo Keisuke Sadamori, director de Seguridad y Mercados Energéticos de la AIE.

Así, "la disminución prevista de la demanda mundial de carbón podría marcar un punto de inflexión histórico", remarca la AIE, aunque los cálculos de la agencia anticipan que el consumo mundial se mantendrá por encima de los 8.000 millones de toneladas hasta 2026.

"Hemos visto caídas en la demanda mundial de carbón algunas veces, pero fueron breves y causadas por eventos extraordinarios"

La agencia espera además que la demanda mundial de carbón caiga un 2,3% para 2026 en comparación con los niveles de 2023, incluso en ausencia de políticas climáticas y de energía limpia más sólidas, como consecuencia de la importante expansión de la capacidad de energía renovable que entrará en funcionamiento en los próximos tres años.

En este sentido, destaca que más de la mitad de esta expansión global de la capacidad renovable se producirá en China, que actualmente representa más del 50% de la demanda mundial de carbón, lo que dará como resultado una caída de la demanda china de carbón en 2024 y que se estabilice hasta 2026. "Para reducir las emisiones a un ritmo coherente con los objetivos del Acuerdo de París, el uso constante de carbón tendría que disminuir significativamente más rápido", añade.

Disminución de la demanda 

Por otro lado, a medida que disminuya la demanda en los próximos años, la AIE confía en que también se contraerá el comercio mundial de carbón, aunque alcanzará un nuevo máximo en 2023, impulsado por el fuerte crecimiento en Asia. "Un punto de inflexión para el carbón está claramente en el horizonte, aunque el ritmo al que se expandan las energías renovables en las principales economías asiáticas dictará lo que sucederá a continuación, y se necesitan esfuerzos mucho mayores para cumplir los objetivos climáticos internacionales", remacha Sadamori.

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