A largo plazo

El alza de las cotizaciones prevista a largo plazo destruirá hasta 190.000 empleos

El Instituto de Estudios Económicos calcula que cada punto que aumente el "impuesto al trabajo" tendrá un efecto del 1% en el mercado laboral, si se suma la menor creación y la destrucción de puestos, de 180.000 puestos. 

IEE
El alza de las cotizaciones prevista a largo plazo destruirá más de 400.000 empleos. 
EUROPA PRESS

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) vinculado a CEOE ha presentado este martes un análisis elaborado por un grupo de seis expertos sobre la reforma de las pensiones. El documento se ha centrado en medir el impacto en el empleo del aumento de las cotizaciones pautado de aquí a 2050 en la última fase de la reforma, aprobada hace apenas dos meses sin el respaldo de la patronal. José Emilio Bosca Mares, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, ha calculado que cada punto del PIB que aumenten los denominados 'impuestos al empleo' tendrá una huella en el mercado de trabajo del 1%, es decir, de 180.000 empleos menos en el largo plazo. 

Sin embargo, el texto impulsado por el ministerio de José Luis Escrivá prevé que esta alza de las cotizaciones ascienda a 2,7 puntos del tipo efectivo (entorno a 1,3% del PIB), por lo que la suma entre la destrucción de puestos de trabajos y los que se dejan de crear crecería hasta rozar los 190.000 empleos El catedrático no se ha aventurado a señalar una cifra concreta para esta merma, sino que se ha referido al "tiempo que sea necesario para que se aplique esta subida y se note su efecto en el conjunto de la economía". No obstante, este dato debe ser tomado con las precauciones que demandan las proyecciones académicas, que trabajan sobre la hipótesis de que el resto de variables económicas se mantuviesen estables. 

Estas cifras coinciden con las avanzadas por BBVA Research, hecho que ha llevado al director general de IEE, Gregorio Izquierdo, a destacar las similitudes a líneas generales de los diferentes centros de estudios. Bosca Mares ha subrayado que existe una correlación relativa entre el aumento de las cotizaciones sociales y la destrucción de empleo, con una relación de un punto frente a 0,25. Una vinculación que también se observa en el número de horas trabajadas, dado que al elevar los tributos en diez puntos, las horas trabajadas caerían en seis. Aunque ha destacado que estos aspectos no implican causalidad, ha admitido que este hallazgo no ha sido sorprendente, ya que el comportamiento de las variables era esperado. 

El grupo de expertos ha destacado que la reforma se distancia de la pauta marcada por los principales países de la economía europea, por lo que el alza de las cotizaciones sociales españolas, que ya estaban entre las más elevadas de la OCDE, multiplicará esta distancia. Para el IEE, este aumento continuo de los ingresos a través de los cotizantes no es sostenible, por lo que entienden que puede llegar el momento en el que sea necesario aplicar algún tipo de recorte por la vertiente del gasto. Sin embargo, esta vía no reportaría popularidad a los representantes políticos, lo que entienden que implica que el país tenga que encaminarse a reducir drásticamente su tasa de paro hasta igualar al entorno europeo. Es decir, que esta descienda del 12,8% actual al 5%, lo que demandaría la creación de 1,8 millones de empleos. 

En ese sentido, José Antonio Herce San Miguel, socio director de Longevity and Retirement Income Solutions (LoRIS) ha reprochado al ministro de Seguridad Social que haga declaraciones en las que asegura que otros países comunitarios buscan copiar el modelo de la última reforma de pensiones. El experto sostiene que no será así porque el sistema viola las reglas actuariales, es decir, que los trabajadores no perciben durante su jubilación la cantidad que han aportado. Un fenómeno que afecta especialmente a las rentas más altas, sobre las que reposa la mayor parte del aumento de ingresos de la segunda parte de la reforma del sistema de pensiones, por el aumento de las bases mínimas y la aprobación de la cuota de solidaridad.

De media, por cada euro cotizado, un pensionista recibe 1,7 euros, mientras la tasa de sustitución -el porcentaje del último salario que cubre la pensión- asciende al 80%. Hecho por el que José Enrique Devesa, profesor de Economía Financiera y Actuarial en la Universidad de Valencia, ha calificado las pensiones públicas de "muy generosas". "Son altas respecto a lo que hemos cotizado, alrededor de un 60% en términos comparados", algo que ambos economistas estiman insostenible en el largo plazo. Frente a este modelo, han puesto el ejemplo de países como Francia o Países bajos, donde el porcentaje cubierto por el sistema público es mucho inferior, lo que se complementa con los planes privados. 

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