Apretarse el cinturón en vacaciones

Carlos Serrano-Conde

Madrid, 29 jun.- Los españoles iniciarán este año las vacaciones de verano con el cinturón un poco más apretado tras decidir el Gobierno subir los impuestos del alcohol y tabaco y crear una tasa verde, medidas a las que se suma un aumento del precio de la luz a partir del lunes, que fuentes del sector cifran en el 1,2%.

En el caso de las bebidas, el Consejo de Ministros acordó ayer incrementar un 10 % el impuesto especial que grava el consumo de alcohol, pero ha salvado de esta mayor imposición al vino y a la cerveza, dos de las bebidas alcohólicas más consumidas en España.

En el caso del tabaco no hay excepciones. La imposición fiscal de las labores del tabaco se modifica de tal modo que cada cajetilla tendrá un incremento medio de 15 céntimos, algo mayor si se trata de tabaco de liar.

Estas subidas impositivas afectan al consumo de los ciudadanos, pero tampoco las empresas se libran de pagar más impuestos y lo harán por la vía de la eliminación de deducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades, aunque eso será más adelante porque en este caso habrá que pasar antes por las Cortes.

Se trata de medidas enmarcadas en una situación de crisis duradera, una situación cuyas principales víctimas son los parados, muy especialmente los jóvenes.

A este problema tratarán de dar solución el miércoles los socios europeos, que se reunirán en Berlín, convocados por la canciller alemana, Angela Merkel.

En esa reunión, a la que por parte española asistirán el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, la UE debatirá sobre diferentes fórmulas con las que combatir los elevados índices de paro que se registran sobre todo en los países del sur del continente.

La cumbre se celebrará un día después de que en España se publiquen los datos de paro registrado en junio -que el Ministerio de Empleo dará a conocer a primera hora del martes- y dos jornadas más tarde de que Eurostat publique las cifras de desempleo en la UE durante el mes de mayo.

La situación laboral española podría agravarse en un futuro cercano -al menos, eso temen algunos gobiernos autonómicos, empresarios navieros y los principales sindicatos del sector- si finalmente hay que devolver a la UE algunas de las ayudas fiscales recibidas en el pasado por los astilleros.

Hace un par de días, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, confirmó en Madrid lo que ya se temía el sector: esas ayudas tendrán que ser devueltas.

Sin embargo, afirmó que propondrá a la Comisión que los astilleros queden exentos y que la devolución sea efectuada por los grandes inversores que participaron en la financiación de los buques con ventajas fiscales, así como por los armadores que los compraron a un precio inferior a los de mercado.

La devolución de esos fondos ha causado tal preocupación en el sector que el ministro de Industria, José Manuel Soria, se reunirá el lunes con los presidentes autonómicos de Galicia (PP), Asturias (PSOE) y Euskadi (PNV) y con la patronal del sector naval, y posteriormente lo hará, en otra entrevista, con representantes de los sindicatos CCOO y UGT.

Todos ellos creen que si al final hay que devolver esas ayudas, el sector naval español sufrirá un duro golpe que afectará a la viabilidad de algunas empresas y, por supuesto, al empleo en los astilleros, muy afectados ya por la crisis.