Ya es la quinta potencia mundial

El aterrizaje en la Luna de India la postula como emergente rival económico de China

Después de años creciendo a la sombra de la acelerada economía china, India se sitúa como una de las grandes potencias emergentes, mientras la segunda economía mundial se enfrenta a problemas estructurales

El aterrizaje en la Luna de India la postula como emergente rival económico de China
El aterrizaje en la Luna de India la postula como emergente rival económico de China
Europa Press

El pasado miércoles 23 de agosto, India hizo historia al convertirse en el primer país del mundo en lograr aterrizar una nave no tripulada en el polo sur de la Luna. Este hito fue llevado a cabo al realizar con éxito el alunizaje de un módulo de la misión Chandrayaan-3, que contenía un vehículo guiado a control remoto, tan solo días después de que una misión similar de Rusia fracasara al estrellarse contra la superficie del satélite. 

Este mismo sábado, India lanzaba la sonda solar Aditya-L1 sin incidentes desde el Centro Espacial Satish Dhawan con el objetivo de investigar la corona solar y la aceleración del viento solar y su influencia en el clima terrestre. La nueva sonda lleva siete aparatos de medición diferentes, tres para estudiar la luz solar y otros cuatro para medir el plasma y los campos magnéticos.

Además del avance científico que implica alcanzar la zona inexplorada de la Luna, donde los científicos sospechan que podría haber agua congelada, el logro supone que un nuevo país se una al grupo de las otras tres grandes potencias que han llegado hasta el satélite. Así, los ojos de la comunidad internacional se han vuelto a fijar en India, cuyo crecimiento durante los últimos años ya había provocado que se señale a esta nación como una de las grandes economías emergentes.

Dentro del grupo de las emergentes, India ha estado en segundo plano frente al crecimiento del gigante chino, que en las últimas décadas ha aumentado su PIB anual a ritmos incluso superiores al 10%, llegando desde algo más de un billón de euros en el año 2000 a superar los 17 billones en 2022, mientras que su compañera de los BRICS crecía a velocidades más moderadas aunque consistentes, por encima del 5% anual, aumentado su producto interior desde el medio billón a principios de siglos hasta los 3,21 billones de euros el año pasado. La reciente desaceleración de la economía china, sin embargo, produce comparaciones en las tendencias de crecimiento de ambos países.

Las causas de la desaceleración de China

El factor demográfico ha sido clave para el crecimiento de China, cuya posición como nación con la mayor población del mundo ha contribuido a la creación de una fuerte industria manufacturera. Después de que India lograse en abril de este año superar a la llamada 'fábrica del mundo' en habitantes, sin embargo, las perspectivas de futuro de la industria de un país cuya población se envejece cada vez más son inciertas frente a los 1.400 habitantes del país sudasiático, de los que casi la mitad tienen menos de 25 años. Este aumento de la mano de obra disponible ha empezado a atraer a las empresas que externalizaban su producción en China hacia India, provocando una serie de relocalizaciones entre los dos países.

La pérdida de la hegemonía en la manufactura, que ha sido el sector más desarrollado de la economía china durante años, podría conllevar problemas estructurales para la producción. Al haberse centrado en este tipo de industria, China cuenta con una gran cantidad de trabajadores no cualificados que difícilmente podrían trasladarse a sectores más punteros como el tecnológico. De hecho, el refuerzo del control gubernamental en este sector tras la crisis del 2008 ha creado reticencias en los inversores extranjeros, mientras que India se ha centrado en potenciar este ámbito de su economía, atrayendo a gran cantidad de firmas internacionales.

Además, estos factores se suman a la crisis que sufre China en el sector inmobiliario, que supone el 6,4% del PIB nacional. La confianza en el ladrillo chino, que ya se empezó a poner en duda en 2021, tras la caída de Evergrande, la segunda mayor promotora del país, vuelve a despertar alarmas por las dificultades de Country Gardens, su principal inmobiliaria, para hacer frente a los pagos de bonos. El Gobierno central se ha esforzado en implementar medidas para evitar un estallido de la burbuja en el sector de la construcción, pero hacer frente a los problemas de solvencia de las entidades se complica al alcanzar la deuda de las propias administraciones públicas ya el 77,10% del PIB.

Pesa a estos problemas estructurales, China sigue consolidada como la segunda potencia mundial por volumen del PIB, a pesar de no haberse recuperado del todo de la crisis del covid y las estrictas medidas aplicadas como respuesta. Mientras, India se mantiene como quinto país en este ranking, pero se espera que escale hasta el tercer puesto antes de finales de esta década.

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