El canciller federal austríaco, el conservador Sebastian Kurz, aseguró esta mañana en Bruselas que se ha acordado una "clara reducción" de la suma de subvenciones, o transferencias directas no reembolsables, del fondo europeo para la recuperación tras la pandemia de coronavirus. "Hoy se ha logrado un muy buen resultado, las negociaciones aún no han concluido, continuarán en breve", dijo Kurz a la radio pública ORF, sin especificar concretamente ese resultado, si bien los medios austríacos afirman, citando "fuentes del Consejo Europeo", que habría un compromiso para que de los 750.000 millones de euros del fondo de recuperación, 390.000 euros sean transferencias directas.
"Ya llevamos tres días negociando, la última ronda de negociaciones el domingo duró más de 20 horas, pero podemos estar muy satisfechos, hemos logrado reducir claramente la suma total", indicó el jefe del Gobierno de Austria en alusión a la postura que ha defendido junto a los líderes de Holanda, Dinamarca y Suecia, en el llamado 'grupo de los frugales', así como junto a Finlandia.
Se mostró, asimismo, satisfecho de que "los descuentos austríacos (a las contribuciones de Austria al presupuesto regular de la Unión Europea) suben con mucha fuerza. Y lo que nos importa mucho: los objetivos de contenido, es decir, inversiones en ecología, digitalización y reformas, se van a implementar y controlar", añadió en referencia a su exigencia de que se determine el destino del dinero de las ayudas a los países más afectados por la pandemia de la Covid-19.
La "mejor decisión" de Austria ha sido, según Kurz, integrar el "grupo de los frugales", cuatro al principio y ahora cinco -con Finlandia-, porque "somos países pequeños que no tendrían peso por sí mismos: este resultado nunca lo hubiésemos conseguido solos (los austríacos)". Dicho grupo ha mantenido una postura altamente reticente a la propuesta inicial para el fondo de recuperación, que era de 500.000 millones de euros en transferencias directas no reembolsables y 250.000 millones en préstamos.
Admitió que aún queda por conseguir condicionar la concesión de dinero del presupuesto europeo al cumplimiento de los principios del Estado de derecho, una exigencia que entre otros exige el Parlamento europeo y a la que se opone, sobre todo, Hungría. "El respeto del Estado de derecho es importante para nosotros, todavía tenemos ante nosotros duras negociaciones". dijo. "En general, estamos en un buen camino", soy "muy optimista de que seremos capaces de cerrar" (hoy un acuerdo), concluyó el canciller austríaco.
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