Tras la prórroga de las medidas de apoyo

La banca espera menos amortizaciones de hipoteca pese a que seguirán siendo gratis

La bajada del euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas, y menor ahorro reducirá las amortizaciones. Fundamental para contener la caída del crédito, presionado también por menos operaciones. 

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La banca espera menos amortizaciones de hipoteca pese a que seguirán siendo gratis

La ministra de Economía, Comercio y Empresa, Nadia Calviño, y las patronales bancarias (AEB, CECA y Unacc) acordaron este lunes prorrogar las medidas de apoyo a los hipotecados afectados por la intensa subida de los tipos de interés y su traslado al euríbor. Entre ellas destaca la posibilidad de amortizar hipoteca sin que las entidades apliquen ningún tipo de comisión. No obstante, pese a la extensión de esta iniciativa, los bancos se muestran optimistas y confían en que el ritmo de amortizaciones sea inferior al registrado este 2023. 

Y esto es importante porque una de las principales consecuencias para el negocio bancario del giro en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) ha sido la caída del saldo vivo hipotecario. En concreto, a cierre de septiembre (y según los datos del Banco de España) se situó en los 497.238 millones de euros, lo que supone un descenso de casi el 3% en términos porcentuales, pero en volumen representa un desplome de 13.700 millones en lo que va de año. Precisamente, parte de este descenso se explica por los repagos anticipados de los préstamos. Por ejemplo, Banco Santander señaló durante la presentación de los resultados del tercer trimestre que se estaban produciendo este tipo operaciones mensuales por importes de alrededor de 400 millones mensuales.

Para el próximo año, en cambio, se produciría un freno en los volúmenes de amortización de los préstamos, señalan fuentes financieras a La Información. Este descenso vendría por dos motivos. Por un lado, porque se espera que el BCE baje los tipos de interés (aunque los expertos apuestan por enfriar las expectativas del mercado) y, con ello, el euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas, abaratando las cuotas que se revisen, como muy pronto, en abril (el euríbor se mueve ya en tasa diaria en el 3,6%). Si se llega a confirmar estas expectativas supondría un menor incentivo a pagar los préstamos anticipadamente. 

Por otro lado, porque hay menos ahorro disponible puesto que ya se ha gastado tanto en amortizaciones como para hacer frente a la inflación. No hay que olvidar, que los españoles han retirado ahorros por un importe de casi 30.000 millones en los últimos diez meses (28.200 millones de euros). También el ahorro covid se irá agotando, como recordó el consejero delegado de BBVA, Onur Genç.

Vital para sostener el  margen de intereses 

Mantener un saldo vivo hipotecario será fundamental para las entidades para sostener el margen de intereses en un año, 2024, que se presenta con múltiples desafíos para el sector bancario. Se espera que el coste de los depósitos, la predisposición que tiene la banca por remunerar los depósitos, se mantenga al alza. Esto, junto con una menor concesión en los volúmenes de crédito, que podría suponer caídas adicionales en el ritmo de concesión del crédito nuevo del 3% con respecto a los descensos de doble dígito que algunas entidades ya están sufriendo, y mayores costes y provisiones tendría efectos en los resultados al presionar el margen de intereses.

De hecho, una menor concesión del crédito también explica esta caída del saldo vivo hipotecario. Y es que la subida del euríbor ha provocado una mayor restricción en el acceso tanto por el incremento de los precios como por el hecho de que hay una parte de la población que no puede acceder a ello por esa subida. Esto ha obligado a las entidades financieras a ser mucho más activas en la oferta hipotecaria, donde mantienen una actitud más activa con el fin de captar más operaciones y evitar que el volumen de crédito siga a la baja. 

Este menor ritmo podría verse compensado por la repreciación de la cartera de crédito al menos hasta el primer semestre de 2024. De hecho, los bancos esperan alargar el buen tono de sus ingresos porque algunas hipotecas todavía tienen que actualizar el nivel de sus cuotas. Pero sin nuevas operaciones a la vista, al menos hasta 2025 cuando se espera que el volumen de crédito vuelva a crecer, será fundamental para no ver el margen bancario más presionado. 

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