Frente al 7% del Gobierno

BBVA Research rebaja la previsión de crecimiento de Calviño al 5,5% en 2022

La división de estudios calcula que el consumo fue menor al previsto en el último trimestre del pasado año y estima que la economía española podría lograr los niveles previos a la pandemia a finales de 2022.

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El consumo privado fue inferior al previsto.
Europa Press

BBVA Research cree que la economía española avanzó en 2021 un 5,1%. Se trata de una décima menos de lo que estimó en octubre y que la división de estudios justifica por un menor crecimiento del consumo privado. No obstante, apuntan que el cuarto trimestre mostró mayor "fortaleza" de la prevista. El cálculo sigue siendo más pesimista que el del Gobierno, que cifró en un 6,5% el incremento previsto el pasado año. En cuanto a este año, la previsión de BBVA es que el producto interior bruto (PIB) crezca un 5,5%, sin cambios con respecto a la última presentación, y para 2023, el crecimiento previsto es del 4,9%. Estas cifras rebajan el optimismo del departamento de Nadia Calviño, que incluye un crecimiento del 7% para este año.

Los economistas prevén que a medida que avance el año, la inversión crezca con la llegada de los fondos europeos y con la normalización de las cadenas de suministro y la desaparición progresiva de los cuellos de botella. "Prevemos una ejecución mucho mayor en la economía real y va a ser uno de los factores de crecimiento más importantes", ha señalado Rafael Doménech, economista jefe de análisis económico de BBVA Research. Sin embargo, alertan de "una desaceleración en el arranque" del año y calculan que el PIB crezca un 0,5% en el primer trimestre del año y un 0,6% en el segundo. "En la medida que los efectos de ómicron y cuellos de botella fueran menos importantes sobre la actividad económica podría haber razones para un sesgo al alza", ha señalado Doménech.

En cuanto a las previsiones sobre cuándo recuperará España el nivel económico que tenía antes de la pandemia, consideran que llegará a finales del presente año o inicios del próximo, en línea con las de Funcas o de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Aún así, advierten sobre riesgos a la baja, como la inflación  y los posibles efectos de segunda ronda, pero también sobre la evolución de la pandemia. Desde BBVA Research, esperan que las inversiones relativas al Plan de Recuperación eviten que "se incremente de manera significativa la dependencia de las importaciones si las empresas españolas no utilizan la oportunidad que ofrece el NGEU para transformarse y/o crecer".

Desde BBVA Research esperan que la bolsa de ahorro que todavía acumulan los hogares españoles impulse el gasto este año. Sin embargo, los economistas son más pesimistas con la recuperación del consumo extranjero. "No se puede descartar que la aceleración en el repunte de los contagios ponga en aprietos a la atención sanitaria y repercuta sobre la capacidad productiva de la economía", indican. En esta línea, prevén que el turismo no se recupere al 100% ni siquiera en 2023. "Si la incertidumbre sanitaria disminuye, se prevé que España recupere a finales de 2023 alrededor de un 90% del consumo de no residentes que se registraba antes del inicio de la pandemia", calculan.

En materia laboral, indican que el empleo ya ha recuperado los niveles previos a la crisis sanitaria y de hecho, los datos adelantados de afiliación por parte del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones muestran que el mes de enero también será positivo. En este sentido, desde BBVA Research señalan que tanto estos datos como los de gasto con tarjeta pueden llevar a una revisión al alza de las previsiones iniciales que, reconocen, son muy "prudentes.

Los precios de la energía seguirán siendo elevados y según Miguel Cardoso, economista jefe para España y Portugal, de BBVA Research, "vamos a tener que aprender a vivir con estos precios que nos está incentivando a ser más eficientes y a promover la inversión en ese sector". De hecho, alertan de que estos niveles de precios ya están teniendo consecuencias y "habría obligado a las familias a redirigir recursos hacia el pago de la energía, en detrimento de otros servicios y de algunos bienes". No obstante, y a diferencia de lo que ya está ocurriendo en EE.UU., los incrementos de tipos de interés en Europa tardarán en llegar y no se producirán en 2022. Más aún, dado el fuerte aumento que se ha observado en la deuda pública y el incremento en el crédito al sector privado con garantía del Estado durante la pandemia, habrá presión para limitar el repunte en el coste de la financiación.

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