Crecerá un 0,8% este año

Bruselas desmonta la confianza en el consumo como motor de la economía

La Comisión Europea espera que el gasto privado sea menos intenso que el pasado año y culpa de ello a la inflación y a la crisis de suministros. En el resto de países europeos crecerá mucho más que en España.

Pedro Sanchez Ursula Von der Leyen
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
Agencia EFE

Con la incertidumbre provocada por la invasión rusa de Ucrania y el contexto de inflación que vive toda la Zona Euro, aunque con incidencias distintas, el Gobierno confía en que el consumo privado sea este año el motor de la recuperación económica. De hecho, en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas a finales de abril, Moncloa afirma que "el consumo privado seguirá aportando cerca de la mitad del crecimiento, creciendo cerca del 4% en 2022". Pero la Comisión Europea no opina lo mismo, y reduce el avance del gasto de los hogares para este año al 0,8%, más de tres puntos por debajo de las expectativas del Ejecutivo.

Esta cifra supone una moderación significativa del crecimiento del consumo privado, desde el 4,6% del pasado año. Además, se produce en un momento en el que las restricciones a ciertas actividades económicas por la pandemia se han eliminado y con el turismo habiendo recuperado e incluso superado, en Semana Santa, niveles previos a la pandemia. Por otra parte, contrasta con la realidad que la Comisión Europea dibuja para otras economías comunitarias, que también sufren el tensionamiento de los precios, los problemas en las cadenas de suministro o la repercusión de la guerra en Ucrania. Por ejemplo, el consumo privado crecerá un 4,1% este año en Alemania (0,1% en 2021), lo hará un 3,4% en Francia (4,7% en 2021) y un 2,2% en Italia (5,2% el pasado año).

La Comisión Europea espera que el turismo y la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia impulsen la economía española hasta crecer un 4% este año, lo que supone un recorte de 1,6 puntos, con respecto a su previsión de invierno. Además, pese a mencionar las inversiones del Plan de Recuperación, Bruselas prevé que el gasto público sea menor este año, un 0,5% inferior al registrado en 2021. La Comisión asegura que la economía española comenzó su desaceleración en febrero y prevé que esta persista durante todo el segundo trimestre. Según sus cálculos, España crecerá apenas una décima entre abril y junio, incluso menos que en el primer trimestre, cuando lo hizo un 0,3%.

Bruselas espera que las medidas aprobadas por el Gobierno dentro del Plan de respuesta a la guerra ayuden a moderar la inflación. No obstante, la Comisión calcula que la tasa media será del 6,3% este año y se reducirá hasta el 1,8% en 2023. Aun así, advierte que la inflación subyacente -que excluye energía y alimentos no elaborados- se mantendrá por encima del 2% también durante el próximo año. Estos niveles de precios tendrán consecuencias para el consumo privado. "El deterioro del poder de compra de los hogares en un contexto de alta inflación y la disminución de los salarios reales (descontando la inflación) será un lastre", subraya la Comisión. La incidencia será mayor en aquellos hogares con menor renta, reconoce. 

La Comisión alerta de que el "el consumo privado estará por debajo de los niveles previos a la pandemia en el horizonte de la previsión". Es decir, ni siquiera tres años después de la pandemia, con un mercado laboral más estable y con el ahorro embalsado, los españoles no volverán a los niveles de consumo previos a la pandemia. Además del impacto directo en el gasto de los hogares, pone el foco en los efectos de segunda ronda que puede conllevar el nivel de precios actual. "Un mayor incremento de los precios podría afectar particularmente en sectores como el transporte, la construcción y la industria electrointensiva", destaca. En este sentido, señala que las decisiones de consumo e inversión podrían ser pospuestas hasta que las disrupciones desaparezcan. También indica que los problemas de suministro podrían afectar a industrias como la construcción, a la hora de llevar a cabo inversiones vinculadas a la transición ecológica y digital, dentro del Plan de Recuperación.

Aunque la invasión de Ucrania añade incertidumbre a las economías europeas, la Comisión ha elaborado un ranking que tiene en cuenta la exposición de los Estados miembros y España resulta una de las economías menos afectadas por el conflicto, junto a Francia, Portugal y Malta. En el lado contrario, las repúblicas bálticas y los países del este de Europa son los más expuestos, tanto por su dependencia energética de Rusia, como por los lazos comerciales con Ucrania, Rusia y Bielorrusia.

Las perspectivas de la Comisión son "positivas" aunque es cierto que "los riesgos a la baja son predominantes". La previsión apunta a que el crecimiento económico se acelere en el tercer trimestre del año, por una implementación "más rápida" de las inversiones del Plan de Recuperación y cierta reactivación del consumo privado. Un mercado laboral fuerte y los ahorros acumulados por los hogares durante la pandemia impulsarán esta reactivación del consumo privado durante el verano. Sin embargo, en el conjunto del año, el consumo tendrá menos peso en la recuperación del que espera Moncloa. 

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