Una importante empresa española del sector del transporte acaba de tomar la decisión de abrir una escuela de conductores en Marruecos ante la imposibilidad de cubrir con españoles los 6.000 puestos de trabajo que necesita y que no es capaz de cubrir desde hace meses. Sin citar el nombre de la empresa en cuestión, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha utilizado este ejemplo para ilustrar una realidad que admite que le inquieta: que en un país que arrastra una mochila con tres millones de parados "hay muchos empleos a los que los españoles no quieren acceder".
En una jornada sobre la FP Dual organizada por el Instituto de la Empresa Familiar, Garamendi ha señalado lógicamente a la formación, más en concreto a la adecuación de la formación a las necesidades de las empresas, como una de las recetas posibles, pero también ha mirado al Gobierno para exigir un modelo de políticas activas de empleo "más serio".
Y ese nuevo modelo pasa, en su opinión, por una reorientación de las políticas de subsidio y apoyo a los parados, de modo que se estimule su movilización hacia el empleo. Por ejemplo, por la vía de ofrecer incentivos -Garamendi ha hablado en concreto de un subsidio- a los desempleados por aceptar 'colocarse' en alguno de los puestos de trabajo disponibles que no es cubren y que las empresas de diferentes sectores de ven obligados a cubrir con trabajadores de fuera de España.
Garamendi ha puesto como ejemplo la campaña de la fresa en Huelva, cuyas necesidades de personal se cubren incentivando la contratación de un contingente de trabajadores extranjeros de más de 22.000 personas con ayudas públicas. El presidente de CEOE ha abogado por implantar un sistema mixto que permita dar una subvención a parados españoles para que cubran esos puestos.
Mejoras en el registro horario
El líder empresarial también ha revelado que su organización está trabajando "intensamente" con el Ministerio de Trabajo para mejorar la guía sobre el registro de jornada que publicó hace unas semanas el departamento que dirige Magdalena Valerio. Garamendi ha subrayado que este tema "debería haberse trabajado más seriamente" en el diálogo social, ya que son muchas las dudas que tienen las empresas a la hora de aplicar la nueva normativa.
"Nos están llamando, no sólo los medianos empresarios, también las grandes corporaciones para ver cómo lo hacen, cómo aplicarlo. Estamos trabajando intensamente en la guía con el Ministerio de Trabajo porque cada día surgen más dudas", ha dicho el presidente de la CEOE, que teme que todo este asunto pueda acabar perjudicando la productividad y competitividad de las empresas.
Garamendi ha insistido en que es muy complicado que, con las diferencias que existen entre empresas, puestos de trabajo y sectores, un Real Decreto como el que se aprobó, "que es un contrato de adhesión", pueda servir de paraguas para todo el tejido empresarial. "Nos alegramos de que se hayan acabado las elecciones y no haya tanto decreto electoral", ha subrayado el dirigente empresarial.
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