A través de las cotizaciones a la Seguridad Social, los trabajadores y trabajadoras en España generan prestaciones contributivas, como es el caso del paro, que dan derecho a un importe mensual ante ciertas circunstancias. Entre otras, cuando se queda sin trabajo. En ese caso, el Servicio Estatal Público de Empleo, SEPE, exige haber cotizado un mínimo de un año o 360 días para acceder a la prestación por desempleo.
En concreto, el denominado paro es una prestación contributiva que protege durante una situación de desempleo a quienes “pudiendo y queriendo trabajar”, pierdan su empleo de forma temporal o definitiva o se reduzca su jornada temporalmente –entre un 10% y un 70%-.
La duración del paro dependerá de los años cotizados por el trabajador. Oscila entre un periodo mínimo de cuatro meses –120 días- para quienes tengan cotizados hasta un año y medio y durará como mucho dos años, para quienes hayan cotizado durante más de 6 años -2.160 días-.
Las bases de cotización determinan la base reguladora
Para conocer su cuantía hay que recurrir a las bases de cotización. Determinan la base reguladora, que, a su vez, sirve para calcular el importe que se recibirá de paro. En concreto, se tiene en cuenta la media de las bases de cotización de los últimos 180 días cotizados para obtener la base reguladora.
La base de cotización es la remuneración mensual bruta, las pagas extraordinarias prorrateadas, de un trabajador. A partir de la media de esta base, el importe diario que se percibe es el 70% de la base reguladora durante los primeros 180 días de prestación y el 60% a partir del día 181 hasta el final de la misma.
Por ejemplo, según el simulador que ofrece el Ministerio de Trabajo, a un empleado que ganase 1.000 euros, hubiera cotizado entre un año y medio y dos años y no tenga hijos a cargo, le corresponden 700 euros al mes durante los 6 primeros meses.
Cuantías mínimas y máximas en 2023
Con independencia de cuál sea la base reguladora, el importe del paro tiene un límite mínimo y máximo fijado por el Gobierno en función del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM) y según se tengan hijos o no a cargo.
En concreto, la cuantía mínima de prestaciones por desempleo para 2023 será de 560 euros, si el beneficiario no tiene hijos, y de 749 euros para personas con hijos a su cargo. Por su parte, el importe máximo que se podrá recibir en concepto de paro será 1.225 euros para personas sin hijos, 1.400 euros para personas con un hijo y 1.575 euros para personas con dos o más hijos a su cargo.
Requisitos para cobrar el paro
Sea cual sea el importe recibido, el beneficiario deberá cumplir ciertos requisitos en el momento de la solicitud y mientras reciba la ayuda. En primer lugar, para acceder al paro, el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) exige haber trabajado y cotizado durante al menos un año -360 días- dentro de los 6 años anteriores a quedarse sin trabajo.
Además, el beneficiario también deberá estar en situación legal de desempleo, estar disponible para buscar activamente empleo y para aceptar una colocación adecuada. A lo que hay que añadir la demanda de empleo, una inscripción que se deberá mantener mientras se mantenga la prestación.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el Sistema de Empleo Público Estatal (SEPE) especifica que el sistema protege “a las personas trabajadoras que quieren y pueden trabajar, pero carecen de empleo”. Es decir, la normativa legal señala que, si la baja del trabajador ha sido voluntaria -se marcha del trabajo- no puede percibir la prestación por desempleo.
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