En el cuarto trimestre

El desplome del consumo y la inversión privados mantienen el PIB estancado

La economía apenas creció un 0,2% entre octubre y diciembre en relación al tercer trimestre y avanzó un 2,6%, una décima menos de lo avanzado por el INE, con respecto al mismo trimestre del ejercicio anterior

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
Europa Press

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este viernes que el desplome del consumo de los hogares (-1,8%) y de la inversión empresarial (-3,7%) entre octubre y diciembre del pasado ejercicio mantuvieron a la economía española estancada, con un crecimiento de apenas el 0,2% en relación al tercer trimestre y del 2,6% -una décima menos de lo que se había avanzado- con respecto al mismo periodo del año previo. Es la 'cruz' de un ejercicio en el que, en conjunto, España se situó a la cabeza de las mayores economías del euro, con un avance de su PIB del 5,5%, idéntico al que había registrado en 2021, un año marcado aún por la pandemia de Covid.

Ese tirón se produjo en un contexto marcado por la guerra en Ucrania, la crisis energética y, ya en el segundo tramo del año, por la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) para hacer frente a la mayor inflación en varias décadas (en España despidió el ejercicio en el 8,4% de media). De acuerdo con los datos que ha hecho públicos el INE, la demanda nacional (consumo e inversión) aportó 3,1 puntos al crecimiento del PIB el pasado ejercicio. Son 2,1 puntos menos de lo que contribuyó en 2021, lo que da idea del parón. 

En el lado opuesto, el sector exterior siguió mostrando una notable fortaleza y aportó 2,4 puntos a la riqueza nacional, dos puntos más que el ejercicio previo, en un contexto en que España se ha mantenido como una de las economías europeas con la tasa de inflación más baja y ha logrado ganar competitividad frente a sus principales socios comerciales, arañándoles, incluso, cuota de mercado. A precios corrientes, el PIB de 2022 se situó en 1.327.108 millones de euros, lo que implica un incremento de más del 10% en relación al año anterior, si bien se mantiene ligeramente por debajo de los niveles precovid -el Banco de España apuntaba esta misma semana a que se recuperarán a lo largo del segundo semestre, unos meses antes de lo previsto-.

Desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ponen en valor que se trate de un crecimiento "equilibrado" con una aportación positiva de la demanda nacional, impulsada por el consumo y la inversión, y un "excelente comportamiento de las exportaciones", que refleja la competitividad de la economía española. También que el mercado laboral haya mantenido el dinamismo, con un aumento de casi el 4% del empleo a tiempo completo y un incremento de la productividad por hora del 1,3% en el conjunto del ejercicio, situándose en niveles cercanos a 2019.

Pese a la aportación positiva del sector exterior al crecimiento, las exportaciones también cayeron en el cuarto trimestre (1,1 %), aunque por debajo de lo que lo hicieron las importaciones (4,2 %). Entre octubre y diciembre, el empleo se desaceleró, con un descenso del 0,1 % de las horas trabajadas, mientras que los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo crecieron apenas un 0,1%.

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