Las nucleares se fijan en sus planes 

EEUU y Europa aceleran en la carrera para 'deshacerse' del uranio enriquecido ruso 

Actualmente, la mitad del suministro mundial proviene de Rusia, situación que provoca tensiones entre los líderes de EEUU y la Unión Europea tras la invasión de Ucrania y Occidente busca un cambio en el suministro. 

Central de uranio combustible fósil
EEUU y Europa aceleran en la carrera para 'deshacerse' del uranio enriquecido ruso. 
Getty Images

En un lugar remoto de Nuevo México, muy cerca de la frontera de Texas, existe una fábrica que se ha convertido en la mayor oportunidad para que Estados Unidos abandone su dependencia del uranio enriquecido de Rusia. En la planta de Eunice, valorada en 5.000 millones de dólares, los cactus y los lagartos disfrutan de la luz del sol... vigilados por guardias armados. En el interior de este 'búnker', las instalaciones son impecables, con brillantes y pulidas maquinarias a pesar de que muchas de ellas hayan estado en servicio durante muchos años. Cada una gira a velocidades supersónicas y genera un ruido ensordecedor que resuena. Allí es donde se separan los isótopos de uranio necesarios para producir combustible que se destina a las plantas de energía nuclear. Según relata Bloomberg, por razones de seguridad, pare de las tuberías que conectan estas máquinas controladas por la empresa Urenco están protegidas de los visitantes más curiosos. 

Esta planta abastece a alrededor de un tercio de la demanda estadounidense de uranio enriquecido y se encuentra en proceso de incrementar la producción durante este año hasta un 15%. El objetivo es incrementar la producción de combustible para 'alimentar' los reactores nucleares de Occidente, los cuales suponen un eje para la seguridad energética y ayudan a reducir las emisiones de carbono. Así, Urenco Ltd. se convierte en la única firma comercial proveedora de uranio enriquecido en Norteamérica. Pero... ¿por qué es tan importante? Actualmente, la mitad del suministro mundial proviene de Rusia, situación que provoca tensiones entre los líderes de EEUU y la Unión Europea tras la invasión rusa de Ucrania. 

La elaboración del uranio se ha mantenido siempre en secreto, ya que, además de ser la 'receta' para producir combustible nuclear y alimentar a los reactores, también sirve para construir bombas. Durante años, EEUU se ha negado a compartir o transferir este tipo de tecnologías de fabricación, las cuales se desarrollaron por primera vez para el conocido 'Proyecto Manhattan', en la década de 1940. Una época de Guerra Mundial en la que cayeron las bombas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Sin embargo, el escenario en la actualidad es otro y Washington ha instado a más países a poner en marcha este tipo de tecnología. El detonante de este giro de guion fue el inicio de los ataques a Ucrania, ya que después de 18 meses de intensos combates, Rosatom Corp. -firma controlada por el Kremlin-, continúa siendo el mayor productor de uranio enriquecido del mundo. Y es que, según Bloomberg, todavía abastece a casi una cuarta parte de los habitantes de EEUU, reactores nucleares y docenas de plantas en Europa y Asia. 

Rosatom, la firma rusa en el punto de mira 

De ahí que los gobiernos occidentales hayan evitado sancionar a Rosatom, porque se corre el riesgo de dañar a sus propias industrias nucleares y economías más que a Vladimir Putin. El asesor nuclear de la Casa Blanca, Pranay Vaddi, asegura que Occidente "está sumiendo los costes de una dependencia excesiva de Rusia de combustible nuclear". "Y no sólo es EEUU, es el mundo entero", lamenta. Así, el objetivo principal es reconstruir el ciclo de combustible norteamericano e impulsar la capacidad de los proveedores. Aunque es una tarea 'gigantesca'. El golpe de estado en Níger, que posee alrededor del 5% de todo el uranio del mundo, ha sido la gota que ha colmado el vaso. Países como Francia ya han alertado de los riesgos geopolíticos inherentes a este negocio. También llegó la alerta cuando la empresa pública de Sudáfrica, Eskom Holdings SOC Ltd. permitió que expirara si acuerdo comercial nuclear con EEUU para firmar un pacto con Rusia como parte de la iniciativa de la región africana de reconstruir el ciclo de combustible nuclear del país. 

Si las naciones occidentales fracasan en su intento de reconstruir el sector, se enfrentarán a algunas opciones complicadas. Por un lado, pueden seguir confiando en Rosatom, suponiendo que Moscú todavía esté dispuesta a hacer negocios y comerciar con uranio enriquecido. Por otro, la mayoría de las empresas públicas apenas cuentan con 18 meses de 'stock' de combustible en el caso de que el Kremlin cerrar el grifo, lo que significaría que algunos de los reactores nucleares tuvieran que apagarse en ausencia de suministros energéticos alternativos.

La ampliación prevista de las instalaciones de Nuevo México para 2027 abre nuevas posibilidades para EEUU y la Unión Europea

Urenco ha revelado pocos detalles sobre cómo funcionan sus centrifugadoras, cuáles son sus dimensiones o incluso cuánto combustible nuclear produce cada una. Así, la ampliación prevista para las instalaciones de Nuevo México, fechada para 2027, combinará también el aumento de la empresa en Europa, lo que sería suficiente para cubrir la participación de Rusia en el mercado estadounidense, y por ende, en el europeo. Esta es la valoración de la directora ejecutiva de Urenco en EEUU, que ha preferido no relevar el coste de la ampliación de Eunice. "Somos una solución muy razonable para Estados Unidos", argumenta Karen Fili, para agregar que el aumento de la producción de Urenco "sería suficiente para cubrir cualquier brecha en las importaciones rusas". 

Esas garantías de Urenco, pese a ser bienvenidas, ponen en alza la vulnerabilidad que hay detrás de los esfuerzos por reiniciar el sistema de producción de uranio enriquecido en Occidente. Tanto el presidente estadounidense, Joe Biden, como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se comprometieron durante un encuentro en marzo a diversificar la cadena de suministro de combustible nuclear con "ideas afines a todos los aliados", coordinar mejor la conversión, el enriquecimiento y la fabricación del mismo. En apenas tres semanas reclutaron a Francia y a Reino Unido, con el único propósito de sacar a Rusia del negocio. 

Aunque Europa obtiene alrededor de un 30% de su uranio enriquecido de Rusia, tiene una capacidad de producción mayor que la de EEUU y puede adaptarse más rápido a los nuevos cambios. Urenco, consorcio formado por Reino Unido, Alemania y Países Bajos, sopesa la expansión en estos países, mientras que la francesa Orano S.A. también planea ampliar sus instalaciones a nivel nacional. Para cuando el uranio llegue a una fábrica como la de Urenco en Eunice, el uranio ya habría pasado por varias etapas de procesado. 

El proceso para fabricar uranio enriquecido 

Otro de los objetivos también pasa por identificar depósitos de uranio en zonas remotas del planeta. Una vez extraído y molido, el mineral se convierte en gas flúor y se inyecta en barricas, que se envían a instalaciones de enriquecimiento, donde el hexafluoruro de uranio o UF6 se introduce en cascadas de centrífugas que producen más de mil rotaciones por segundo. El isótopo de uranio-235, que es necesario para obtener una reacción en cadena de fisión, constituye menos de un 0,7% del mineral bruto. Este proceso de enriquecimiento aumenta la concentración a aproximadamente un 5%. 

El proceso de conversión de uranio molido en gas UF6 es el 'cuello de botella' del ciclo del combustible nuclear estadounidense, ya que la instalación de conversión en Norteamérica cerró en el año 2017, cuando el mercado mundial tenía un exceso de oferta y los precios se desplomaron, lo que forzó a reducir el inventario y ampliar las compras a nivel internacional. Ello significó 'depender' más de Rusia y China. Ambos países controlan alrededor de dos tercios del mercado mundial de conversión de ucranio. Desde aquellos años, los precios del UF6 se han multiplicado por diez, por lo que Colorado-ConverDyn, empresa con sede en Nueva York, ha iniciado el proceso de reapertura de sus instalaciones de conversión que paralizó en Illinois. Sin embargo, la empresa también pregunta a través de su director ejecutivo: "¿Qué haría falta? ¿Cuánto costaría? Si la gente finalmente quiere alejarse de Rusia y queremos una alternativa, deben respaldar esos compromisos con medidas a largo plazo y nuevos contratos". 

El 'monstruo Frankestein' 

Rosatom lleva ventaja en este aspecto, ya que ha integrado todas las partes del ciclo para fabricar el combustible nuclear. Hasta el momento, para luchar contra la dependencia rusa, se han invertido alrededor de 20.000 millones de dólares, en los que se incluye la planta de Eunice. Los países occidentales han asumido así nuevos compromisos para combatir el alcance de Rosatom en la producción energética, aunque todavía queda mucho por hacer, ya que se involucrará a la minería y la conversión en Canadá... con la única instalación de enriquecimiento estadounidense en propiedad de un consorcio europeo. Con estos planes, el Kremlin se ha burlado del esfuerzo occidental: "El acuerdo parece como un intento de crear al monstruo de Frankestein", por las diferencias entre los países y los cambios de lugar en la cadena de suministro. 

Incluso con esta presión del Kremlin, Occidente todavía necesita cinco años para dejar de utilizar Rosatom, según asegura Dan Poneman, un exsubsecretario de energía de EEUU que ahora es director ejecutivo de Centrus Energy Corp., empresa que cuenta con una inversión de 150 millones de dólares para producir un nuevo tipo de uranio combustible destinado a la próxima generación de reactores nucleares:  “No hay suficiente enriquecimiento no ruso para alimentar la reactores del mundo”, afirma incluso con el aumento del 15% de Urenco en Eunice, "ni siquiera está cerca”.

El ciclo de J. Robert Oppenheimer 

El ciclo para convertir uranio en combustible nuclear se desarrollo en la década de 1940 para que J. Robert Oppenheimer pudiera probar el átomo en bombas en el desierto de Nuevo México en una carrera contra los científicos nazis, tratando de desarrollar un 'poder destructivo' que cambiaría para siempre la historia de la humanidad. Casi ocho décadas después, la industria se encuentra en un tipo distinto de competencia. Urenco es el segundo enriquecedor del mercado global, participando en alrededor de un 30% del uranio enriquecido que se mueve en el mundo, y la mitad del mercado estadounidense. El objetivo es que esta industria, cuyas centrifugadores se encuentran en Europa, sirva para evitar una nueva 'guerra fría' como la de los años 70. El plan parece sencillo: abastecer a Occidente sin contar con Europa. 

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