Decisiones contradictorias

El imperio UEFA: criterios "éticos" para las vacunas... con sueldos millonarios

El organismo declara a este medio que descartaron un plan de vacunación para las selecciones por razones "éticas", un criterio que no aplica para el sueldo de su presidente, que ha crecido un 40% desde 2016.

UEFA
Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.
DPA vía Europa Press

La Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA por sus siglas en inglés) es un organismo que ingresó 3.038 millones de euros en la temporada 2019/20 y está considerado como el máximo ente en el mundo del fútbol para el viejo continente. Sin embargo, no atraviesa su mejor momento. Su presidente Aleksander Ceferin ha estado en el punto de mira en los últimos meses, tras el intento de Florentino Pérez y varios clubes de Europa de crear una Superliga con la que aumentar aún más sus beneficios. Además, esta semana también ha estado en el foco tras la polémica vacunación de la Selección Española, donde tanto Ceferin como la UEFA se han mantenido de perfil. 

El seleccionador de Dinamarca, Kasper Hjulmand, criticó esta semana la actuación del organismo: "Si uno mira el total de vacunas, se trata de cantidades pequeñas. Nadie quiere una vacuna que fuera a alguien que la necesita más, pero no estamos en esa situación. Esperaba que la UEFA hubiera hecho lo mismo que el COI". Al igual que Hjulmand, muchas voces del mundo del fútbol reprocharon al ente europeo que no haya tomado la iniciativa desde el principio y hubiera previsto la vacunación de todos los combinados nacionales, como sí hizo el Comité Olímpico Internacional (COI) con los atletas que irán a los juegos. 

Sin embargo, desde la UEFA declaran a La Información que barajaron esta idea en un principio, pero la descartaron por motivos éticos: "Contemplamos vacunar a todas las selecciones, pero tras analizarlo llegamos a la conclusión de que no sería posible ni a nivel organizativo ni a nivel ético. La vacunación por grupos de edad sigue siendo la máxima prioridad para los estados y no iba a dar tiempo a vacunar a toda la población que le corresponde por edad y luego a las selecciones antes de comenzar la Eurocopa". Además, el organismo europeo recuerda que no hay "ninguna obligación" por parte de la UEFA de vacunar a los jugadores que vayan a disputar la competición y que esa decisión "es exclusiva de cada Federación". 

Desde el COE (Comité Olímpico Español) no comparten esta visión, principalmente porque han dado con una solución que puede contentar a todas las partes. Alejandro Blanco, su presidente, comunicó el miércoles que habían llegado a un acuerdo con Pfizer para que la empresa done las 3.880 dosis de la vacuna con las que se ha inmunizado a los 1.940 integrantes de la expedición nacional al gobierno. "Gracias a este acuerdo, no vamos a gastar ninguna vacuna de la sociedad española", declaró Blanco. La realidad es que el COI ha llegado a un acuerdo para abonar las dosis a la farmacéutica, y de esta forma donarlas al estado y que no influyan en el proceso de vacunación. 

Una ética separada de los millonarios sueldos 

El COI ha demostrado que se puede vacunar a los deportistas de élite y guardar cierto sentido común, a pesar de que se hayan saltado su 'turno', algo que no ha hecho ni el presidente del gobierno ni el rey. Sin embargo, la "ética" que alega la UEFA para no hacer un plan conjunto de vacunación brilla por su ausencia a la hora de observar los sueldos que reciben los máximos dirigentes del organismo y su evolución desde que el abogado esloveno Aleksander Ceferin es el presidente. 

Desde que asumió el cargo de máximo dirigente de la UEFA en 2016, Ceferin ha acumulado un total de 6,7 millones de euros como retribución por su trabajo realizado, según las propias cuentas del organismo. Su sueldo, recibido en francos suizos, ha ido aumentando conforme han ido pasando los años. En la temporada 2016/17, recibió un total de 1,56 millones de francos, lo que equivale a 1,43 millones de euros. En la 2017/2018 el esloveno hizo una excepción y mantuvo su sueldo al mismo nivel, para elevarlo a los 1,92 millones de la divisa suiza o 1,76 millones de euros en la temporada 2018/19, un 19% más. En relación a la última temporada sobre la que hay datos, la 2019/20, la retribución de Ceferin ascendió a los 2,42 millones de francos o 2,22 millones de euros, lo que implica un incremento del 20,5%, justo en el año que llegó la pandemia. Desde su entrada en 2016, su sueldo ha subido cerca de un 40%. 

Por su parte, Theodore Theodoridis, secretario general de la UEFA, sigue la estela de su superior. En sus dos primeras temporadas, la 2016/17 y la 2017/18, su sueldo fue de 950.000 francos suizos (873.000 euros) más un bonus de 275.000 y 285.000 respectivamente (252.700 y 261.900 euros), lo que se traduce en un total de 1,15 millones de euros. La temporada siguiente, la 2018/19, Theodoridis se embolsó 1,17 millones de francos de sueldo (1.07 millones de euros) más un bonus de otros 355.000 (326.000 euros), con un total de 1,39 millones de euros. Por último, el año 2019/20 decidió eliminar su bonus debido a la pandemia, pero su sueldo base ascendió hasta los 1,35 millones de francos (1,24 millones de euros), un 15% más. 

Desde el organismo alegan que no es el presidente ni el secretario general quienes deciden sus salarios, sino el Comité de Compensaciones. Sin embargo, estos sueldos al alza son solo comparables con los que reciben los máximos dirigentes de las empresas del Ibex 35, en el ojo del huracán en los últimos días. José Ignacio Goirigolzarri, recientemente nombrado presidente de Caixabank, se embolsa en torno 1,8 millones de euros al año, cifra superior al último sueldo de Ceferin, mientras que José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, tiene un sueldo base de 1,4 millones (además de otras altas retribuciones), muy cerca de los 1,24 millones que recibió Theodoridis. 

En las últimas cuentas publicadas, que arrojan los datos hasta el 31 de junio de 2020, la UEFA registró una caída de sus ingresos del 21% hasta los 3.038 millones de euros, de los cuales el 85,4% proceden de los ingresos televisivos, mientras que cerca del 14% lo hacen de la publicidad. Del total, un 90% (2.730 millones) se reparten entre los clubes, un 9% (279 millones) entre las federaciones de fútbol y el 1% restante (28 millones) se destina a "otras competiciones", según la UEFA. 

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