Las estafas piramidales siguen siendo un problema para la sociedad, a pesar de que se trata de los engaños más conocidos. Cuando hablamos de estafa piramidal, estamos refiriéndonos a un esquema de negocios que se presenta como una oportunidad para obtener un gran retorno económico de forma rápida, y que consiste en conformar una red basada en la confianza depositada por los nuevos participantes a través de sus inversiones económicas.
Con el dinero que ingresan los nuevos participantes se paga a los más antiguos, de manera que las ganancias que obtienen los primeros provienen de los nuevos inversionistas y no de una inversión legítima o por la venta de un determinado producto.
Aunque los esquemas piramidales existen desde hace prácticamente un siglo, han ido adaptándose a la tecnología para difundirse con mayor rapidez y prometer mejores retornos a los inversores. En este tipo de estafa, las “empresas” no invierten el dinero de los participantes, sino que distribuyen el capital invertido por los nuevos inversionistas desde la parte superior de la pirámide. Dicho de otra forma, los primeros inversores van recibiendo dinero a través de las cuotas abonadas por los nuevos, y así sucesivamente según el orden de antigüedad.
En un principio el esquema puede parecer que funcione porque la red es pequeña, pero a medida que esta va creciendo resulta cada vez más complicado engañar a nuevas personas, generando un desequilibrio, con un número de nuevos inversores inferior al del número de participantes que buscan obtener ganancias. Es en ese momento en el que los impulsores del negocio desaparecen con todo el dinero posible, de forma que ya nadie más podrá cobrar.
Cómo detectar una estafa piramidal
Dado que las estafas piramidales existen desde hace mucho tiempo atrás, es muy sencillo detectarlas a simple vista, sobre todo para personas experimentadas en el mundo de las finanzas, pero aquellas personas menos familiarizadas con los negocios pueden llegar a caer fácilmente en la trampa bajo las promesas y embauques de estos fraudes.
Existen una serie de señales que nos pueden llevar a detectar este tipo de estafas, comenzando por sus promesas de rentabilidades económicas muy elevadas desde el primer momento, recalcando la posibilidad de ganar dinero de una manera fácil y rápida. La realidad es que no existe una fórmula para ello, al menos por la vía legal, y este debe ser el primer indicio de que nos encontramos ante una estafa.
Otra señal clara de que nos encontramos ante una estafa piramidal tiene que ver con el hecho de que unirse al negocio cuesta dinero. Por norma general, cualquier negocio será el que pague a un trabajador por la venta de sus productos o servicios, por lo que, si nos encontramos que para ser parte del sistema hay que pagar a cambio de vender un material, lo mejor es desconfiar.
Además, se puede apreciar que su prioridad es reclutar personas y no vender. Si desde esta empresa se insiste en la importancia de reclutar a nuevos miembros, incentivando a los que más reclutan con ascensos en lugar de a aquellos que cosechan un mayor número de ventas, es una indicación clara de que nos encontramos ante una estafa piramidal.
Por último, hay que destacar que este tipo de esquemas fraudulentos no se deterioran de manera progresiva, sino que el sistema comienza a funcionar y parece hacerlo con normalidad durante un tiempo, hasta que llega un día en el que los creadores de esta burbuja desaparecen por completo con el dinero y el sistema deja de funcionar.
