La Comunidad Valenciana, pionera

Arranca la temporada de festivales: más 'inteligentes' y conciertos en el metaverso

La aplicación de las nuevas tecnologías en grandes eventos aspira a revolucionar su gestión operativa. Seguridad, control de aforos, gestión de residuos o mejoras en sostenibilidad son algunas de sus aplicaciones directas. 

Público del festival Mediterránea FESTIVAL MEDITERRÁNEA (Foto de ARCHIVO) 23/8/2019
Público del festival Mediterránea FESTIVAL MEDITERRÁNEA (Foto de ARCHIVO) 23/8/2019
Festival Mediterránea

Vuelve el buen tiempo y vuelven los macroeventos. La Semana Santa da comienzo a la temporada de festivales, convertidos ya en una actividad cultural con gran impacto turístico en los destinos donde se realizan. Que se lo digan a Aranda de Duero, por ejemplo. Tras sobrevivir al verano pasado, marcado por la alta inflación, la falta de personal y de hielo, el mercado de la industria musical continúa creciendo y es cada vez más competitivo, de forma que los eventos buscan diferenciarse de cualquier forma, aunque sin olvidarse de lo importante: que los clientes disfruten de la experiencia. 

En esa línea, las últimas tendencias tecnológicas también hacen presencia en los eventos en directo, que aprovechan el potencial de la digitalización o la inteligencia artificial para facilitar sus operaciones. Mediciones de aforo, control de costes, reducción del impacto ambiental o de los residuos son algunos de los retos que pretenden solucionarse con la automatización de procesos, que facilita una mejor toma de decisiones.

Valencia lidera la reconversión

La 'zona cero' de los festivales, el litoral Mediterráneo, está siendo el principal impulsor de esta reconversión de la industria para continuar con su profesionalización. Incluso las instituciones se han sumado a esta ola, con proyectos como el de la Generalitat Valenciana, que ha reorientado la marca turística que promocionaba la música en directo para potenciar el concepto de 'festivales inteligentes'. Lo hace después de modificar su Ley de Ocio y Turismo, y calificar a estos eventos como "atractivo turístico de primer orden". 

Mario Villar, director de Inteligencia Turística de la Generalitat, observa los festivales como un "laboratorio gigante para probar cosas, dado que se celebran en un espacio y tiempo determinados y disponen de mucha gente de la que se pueden extraer datos". Su organismo fue el encargado de definir estos "festivales inteligentes" como espectáculos que generan valor y datos que, mediante la aplicación de nuevas tecnologías, pueden mejorar su potencial. Al recoger y analizar información muy relevante para su gestión, se pueden mejorar la calidad, sostenibilidad, seguridad o accesibilidad de estos eventos. 

"Tenemos más de 100 festivales en la Comunidad Valenciana, y queremos ayudarles a través de la tecnología y la innovación". Para este año han pactado una inversión de 1,5 millones de euros que permite equipar a los eventos grandes y medianos con distintas herramientas que redundan en la mejora de la gestión. Entre las compras realizadas por los promotores se encuentran vallas antiavalanchas, rampas y estructuras para personas con movilidad reducida o sistemas de cobertura wifi que reutilizarán los distintos eventos. El Invattur, organismo que gestiona estas ayudas, aspira a conseguir "que la información ayude a tomar decisiones"

Claves en la seguridad

Para Roberto Recuero, director de grandes festivales por todo el territorio nacional, "la digitalización es el camino". Aunque asegura que hoy ya hay bastantes procesos digitalizados, considera que puede dar de sí "todo lo que se quiera". "Aplicada a un festival, no sólo da una mayor ventaja comercial, sino mayor seguridad o transparencia económica. Hablamos de coordinar las plazas hoteleras con los festivales para organizar el turismo, sirven para la seguridad del estado... la tecnología nos da apoyo, no lo hacemos para controlar a nadie, sino para estar más seguros". 

Recuero, encargado de festivales como el Río Babel o el SanSan, que este fin de semana se celebra en Benicàssim (Castellón), rememora cómo fue de los primeros en aplicar el sistema 'cashless' de pago mediante pulseras: "Es más cómodo, registra las transacciones y no andamos con cambio en monedas...". Ahora está empezando a probar en sus eventos el uso de videovigilancia con inteligencia artificial integrada. "Pones una cámara y le dices qué quieres que haga, que cuente cuánta gente entra y sale por el pórtico de acceso para hacer control de aforos, o para vigilar cuánta gente se tira más de cinco minutos apoyada en la barra". 

El Sonorama llega al metaverso

El director del Sonorama Ribera, Javier Ajenjo, es algo más escéptico respecto a la aplicación del concepto del "festival inteligente", pero dice tener claro que hay que evolucionar hacia festivales mejores. "Creo que la inteligencia del festival tiene que venir por parte de los promotores, por hacerlos más sostenibles y optimizar los recursos". En la pasada edición midieron la huella de carbono generada y se acompañará con un plan a cinco años vista para condicionar el futuro del festival: "Es muy importante que los datos que estamos obteniendo los apliquemos para tener un festival mejor". 

"Aplicar esa inteligencia nos vendrá muy bien en términos de residuos, transportes, huella de carbono...", defiende. Las nuevas tecnologías también se aplican en aforos, para conocer en qué horarios se trabaja con más intensidad en las barras o para desplazar al personal. Y desde el año pasado ofrecen chalecos para personas sordociegas que disfrutan de la música mediante vibraciones transmitidas al pecho. "Son cosas que antes eran impensables". 

Su apuesta por la tecnología va un paso más allá y este año ha decidido convertirse en el primer festival que se celebre en el metaverso. "Creemos que se abre un melón con muchas posibilidades a nivel de información, visibilidad, patrocinio, experiencia... quizás no sea comparable a la física, pero que alguien que esté lejos pueda ver disfrutar del escenario en directo abre un mundo de posibilidades". Ajenjo asume que "va a tardar su tiempo" y tiene por delante mucho desarrollo, pero aseguran estar dando los primeros pasos. "Si queremos que la cultura sea una industria potente, los festivales tendremos que aplicar todos los recursos que la puedan enriquecer, y no quedarnos atrás", concluye. 

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