En los apenas dos meses transcurridos desde el mes de abril el Fondo Monetario Internacional ha observado un deterioro mayor de lo esperado en la economía española y dónde antes preveía una caída del 8%, inferior incluso a la del 9,2% prevista por el Gobierno de España, ahora observa un potencial desplome de la economía del 12,8%, en el rango más doloroso de las previsiones sobre el futuro de España realizadas por los principales analistas internacionales. El organismo ha revisado a la baja el horizonte para España en el contexto de un empeoramiento general de las expectativas globales, que han llevado a los analistas del Fondo a agravar sus predicciones para la economía mundial de la caída del 3% prevista en abril a una del 4,9%.
El WEO publicado este miércoles por el FMI sitúa a España junto a Italia como las grandes economías del euro que más van a sufrir el impacto del coronavirus. Para ambas augura un desplome del 12,8%, que será más suave en Francia (12,5%) y en Alemania (7,8%). España y Francia son los países del euro que han salido peor parados de este deterioro general de las expectativas para las principales economías del mundo, con revisiones a la baja que rondan los cinco puntos. Respecto a la fotografía que el FMI tomó en marzo el empeoramiento de las expectativas para España y Francia supera con creces el previsto para el conjunto de las economías avanzadas.
Las catalogadas como 'economías avanzadas' serán las que sufran más el impacto de la pandemia, con un retroceso económico conjunto del 8%. "Parece que el golpe sobre la actividad ha sido más profundo en la primera mitad del año que lo previsto, con indicios de que ya se impuso un distanciamiento voluntario - se entiende que también en relación al consumo - antes incluso de que se impusieran medidas de confinamiento", asegura el informe del FMI, en línea con lo señalado también este miércoles por la Autoridad Fiscal, que vislumbra un parón económico mayor de lo previsto en España durante el periodo de 'estado de alarma'.
El FMI entiende que este fenómeno no sólo ha afectado al comportamiento de la economía durante la fase más dura de la lucha contra la Covid-19 sino que probablemente se extienda durante los próximos meses por el 'efecto desconfianza' y por ello reconoce que sus previsiones descuentan también una recuperación menos vigorosa de lo previsto inicialmente durante el segundo semestre del año. La crisis va para largo, desde su punto de vista. De hecho, los analistas subrayan que el deterioro de sus previsiones es homogéneo en todas las economías avanzadas. La cautela frente al virus y la pérdida de confianza no serán fenómenos nacionales.
De cara a 2021, el FMI otorga un crecimiento del 6,3% a España, idéntico al de Italia y dos puntos por encima de lo previsto en abril. El resultado general es inquietante para España. En 2020 su economía caerá mucho más de lo previsto y aunque en 2021 también se recuperará a mayor velocidad de lo que el FMI estimaba en abril, el saldo conjunto del bienio será más negativo.
Golpe histórico sobre el déficit
El mayor deterioro relativo de la economía española tendrá consecuencias tremendas sobre las cuentas públicas. El desequilibrio entre los ingresos y los gastos superará este año, según el organismo internacional, los 140.000 millones de euros y se disparará hasta el 13,9% del PIB. La recuperación del año que viene, ya se supone sin la factura extra derivada de las medidas de contingencia de este año, solo permitirá rebajar ese déficit hasta el 8,3%. El camino hacia el reequilibrio de las cuentas públicas será largo.
El desequilibrio de las cuentas públicas se filtrará a uno de los indicadores más observados por los inversores, las agencias de rating y los analistas internacionales: el nivel de la deuda pública. El Fondo Monetario espera que la deuda pública crezca hasta el 123,8% del PIB y que en 2021 repunte todavía hasta el 124,1%. Curiosamente, España será la única gran economía del euro donde los niveles de deuda pública aún subirán entre 2020 y 2021. Alemania, Francia e Italia también experimentarán importantes incrementos en su endeudamiento pero el FMI espera que ya empiecen a corregirlo desde el próximo año. No será el caso de España.
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