Scholz, contra las cuerdas

Francia frena la ampliación del Midcat frente a los planes de España y Alemania

Desde el Gobierno galo defienden que el proyecto no sirve para atajar la crisis actual ya que su despliegue llevará "mucho tiempo" y apuestan por el envío del suministro a través de metaneros.

Sánchez
Francia frena la ampliación del Midcat frente a los planes de España y Alemania. 
ISAAC BUJ/ Europa Press

Francia no ha acogido con entusiasmo las aspiraciones de sus vecinos de construir un gasoducto atravesando los Pirineos para unir España con Europa. El apoyo de este país al proyecto es clave para su despliegue, sin embargo, eso no parece que vaya a ocurrir. Entre las trabas que argumentan desde el Gobierno francés se encuentran los tiempos manejados para el proyecto, ya que consideran que "tardaría mucho en estar operativo" y "por tanto, no respondería a la crisis actual". 

La reacción de Francia, que sería la encargada de transportar este gas al centro del continente, se produce después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aseverara que llevaban "mucho tiempo" pidiendo reactivar un proyecto, paralizado en 2019, con el que se pretende transportar gas argelino a través de España al resto de Europa. En su visita a la isla de La Palma esta semana, el líder del Ejecutivo desveló su intención de que España se convierta en el principal suministrador de gas del Viejo Continente. 

Sin embargo, las relaciones de Argelia y España no pasan por su mejor momento, después de la crisis desatada en junio por el apoyo de Madrid al plan de Marruecos sobre Sáhara Occidental, por lo que el suministro al país europeo se ha reducido de forma significativa, pasando de ser el primer proveedor de gas, a ocupar el tercer puesto. La lista está encabezada por EEUU, seguida de Rusia, país al que el Gobierno español ha elevado sus compras en los últimos meses pese a las tensiones derivadas por la guerra

Las palabras de Sánchez fueron a su vez una reacción a unas del canciller alemán, Olaf Scholz, quien aseguró que el MidCat "contribuiría en gran medida" a facilitar el suministro de energía, en cuestión tras la guerra de Ucrania. Scholz es uno de los más interesados en que se reactive este proyecto debido a que Alemania es uno de los países europeos más dependientes de las importaciones de gas ruso, para el que se busca alternativas como medida de presión por la guerra iniciada por Moscú en Ucrania. En caso de producirse un corte absoluto del grifo Alemania ya ha avisado de que solo podría garantizar el suministro a la población durante tres meses. 

El rechazo de Francia va en línea con lo expresado por la Generalitat, desde la que no ven "realista, ni responsable" los tiempos que maneja el Ministerio de Transición Ecológica de España. Tampoco convence a los socios catalanes de Sánchez. Para ERC, el cumplimiento de estos tiempos tendría “algo de magia” debido a los numerosos trámites que ha de superar el proyecto, como permisos y declaraciones de impacto medioambiental y lo que es más, conseguir la aprobación del Gobierno encabezado por Emmanuel Macron. El partido catalán está a favor de la construcción del gaseoducto, en la línea de lo defendido por el conseller de Economía y Hacienda de la Generalitat, Jaume Giró, pero demanda mayores concreciones por parte del Ejecutivo de por qué entienden que puede ser factible llevar a cabo una obra de tal envergadura, que requiere tiempo por complejidad y que además debe superar trabas administrativas que escalan al plano de la diplomacia, en cuestión de meses.

Podemos destierra la propuesta

Al tiempo que Francia expresaba su postura al respecto, Podemos ha reafirmado su oposición al gasoducto MidCat y cree que la idea de reanudar la construcción sólo es un "deseo" de Alemania que "ha comprado" la vicepresidenta Teresa Ribera y el PSOE, porque de momento se desconoce con qué fondos se pagaría y "lo fundamental" es que se pronuncie Francia, por donde pasaría la instalación. Así lo defiende en declaraciones a Europa Press el coportavoz del partido morado Javier Sánchez Serna, que recuerda que el pasado mes de mayo Unidas Podemos ya votó en contra en el Congreso de un texto pactado por el PSOE, PP y Ciudadanos de apoyo a las interconexiones gasísticas y eléctricas. "Nuestra posición es conocida al respecto, votamos negativamente una proposición no de ley", recuerda.

El dirigente de Podemos admite que el gas "se va a utilizar este invierno como un arma de guerra", pero ve necesario estudiar las ventajas y los inconvenientes de una instalación de este tipo, porque si bien podría ayudar a España a exportar hidrógeno verde, "a la vez siempre tiene un impacto ecológico". "Hay que estudiarla, como digo, pero lo que tenemos ahora mismo encima de la mesa es un anuncio que ha hecho Alemania y que ha comprado aquí Teresa Ribera", la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico. A su juicio, "hay varios elementos en la balanza" que se deben estudiar, entre ellos unos informes de impacto ecológico y que por ahora no se han hecho.

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