La subasta será en septiembre

LaLiga afronta una devaluación de sus derechos de TV tras la marcha de Messi

La competición española ha perdido en tres años a sus dos grandes estrellas tras haber disfrutado una década como la más puntera del mundo. Telefónica aspira a que se rebaje el precio para emitir los partidos.

Javier Tebas, President of LaLiga
Javier Tebas, President of LaLiga
AFP7 vía Europa Press

El primer aviso llegó en 2018. En julio de ese año, se produjo la salida de Cristiano Ronaldo del Real Madrid tras su fichaje por la Juventus de Turín. La Liga española perdía a uno de sus grandes atractivos tras nueve años en los que disfrutó de los dos mejores jugadores del mundo. El otro que permitía ese buen momento era Leo Messi. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, aseguró que el adiós del portugués apenas afectó al valor del negocio que gestiona. Lo que sí podría haber sido un golpe, como admitió, es que fuera Messi el que se marchara. Tres años después, ese momento ha llegado. Ahora, LaLiga afronta una nueva etapa en la que ha perdido al principal reclamo que le quedaba. Lo que puede desencadenar un efecto dominó sobre cuestiones como el elevado precio de los derechos de televisión. Algo a lo que está muy atenta Telefónica, la principal candidata a volver a hacerse con ellos.

La crisis económica que atraviesa el fútbol español en los últimos años entra en un nuevo escenario por la imposibilidad de que el F.C. Barcelona vuelva a contar con Messi. Su salida llega en un momento clave para los intereses de LaLiga y de Tebas. Sobre todo, porque la subasta de los derechos para emitir los partidos de Primera y Segunda División está prevista para el próximo mes de septiembre. La última se produjo en 2018, y se rebajó más de un 5% con respecto a la anterior. Telefónica fue la que salió victoriosa, al hacerse con los dos grandes paquetes por 2.940 millones por las tres temporadas comprendidas entre 2019 y 2022. Una cantidad pactada semanas antes de que se confirmase que Cristiano Ronaldo abandonaba la competición para trasladarse a Italia.

Los operadores que estén interesados en hacerse con la emisión de los encuentros a partir del curso 2022/2023 pueden encontrarse con un producto sin grandes estrellas. Un camino que se inició con el otro 'golpe' que recibió el Barça cuando el Paris Saint Germain (PSG) fichó a Neymar. Lo que salvó a LaLiga es que continuaban Cristiano Ronaldo y Messi. Ahora, no se espera que la competición comience con una estrella del fútbol que pueda atraer a los aficionados a hacerse con los paquetes para disfrutar de sus partidos. El futbolista argentino, el considerado el mejor de la historia, era el que 'sostenía' el elevado valor del torneo doméstico. Ahora, está por ver que se puedan reclamar casi 3.000 millones a las 'telecos' o las plataformas para encargarse de las retransmisiones.

Como dijo el propio Tebas en junio de 2020, el adiós de Messi sí puede notarse. Todo porque "es el mejor jugador de la historia del fútbol. Desde luego, más si se fuese a jugar a otra Liga". Para anticiparse a salidas traumáticas como esta, y tras el golpe del coronavirus, LaLiga movió ficha esta misma semana anunciando la venta de más de un 10% de su negocio al fondo de capital riesgo CVC. Un acuerdo que reportaría más de 2.700 millones a la patronal de los clubes, y cuyo 15% se podía destinar a fichajes o renovaciones de jugadores. Dicho porcentaje habría sido suficiente para el Barça a la hora de volver a fichar a Messi, dado que desde el 30 de junio era agente libre por haber expirado su contrato. Pero la negativa del equipo catalán a esa operación ha motivado, en parte, que el argentino se marche de su disciplina. 

El 'peligro' del precedente francés

Los precedentes no juegan en favor de los intereses de LaLiga. El ejemplo más próximo es el de la Ligue 1 francesa. Allí, los encargados de la misma tuvieron que acometer una elevada rebaja de sus pretensiones económicas por los derechos para que alguien aceptara quedarse con ellos. Todo porque Mediapro, que los detentaba tras la subasta anterior, se negó a pagar los 1.200 millones de euros que pedían los organizadores del torneo. En un principio, Canal+ los adquirió por cerca de 700 millones. Pero la venta de una parte de los paquetes a Amazon abrió un nuevo cisma. Canal+ se negó a compartir las retransmisiones con la plataforma de Jeff Bezos. Lo que acabó con la renuncia de la cadena francesa y con la adquisición casi completa por la empresa estadounidense del grueso de derechos hasta 2024. 

En el último trienio, la opción de compartir los derechos para que una plataforma emita unos partidos y otra otros no se ha llevado a cabo. Tras la desaparición de beiN Sports en España, Telefónica los ha explotado casi en exclusiva. Esta los ha revendido a Mediaset u Orange, que le han ido adquiriendo los derechos de emisión. Además, Mediapro dispone de los paquetes que le permiten emitir un partido en abierto a través de su cadena, Gol. Una posición dominante de la firma de José María Álvarez-Pallete facilitada por la negativa de Amazon o de Dazn de entrar en el mercado español. Algo que sería del agrado de Tebas y de LaLiga. Pero que con las condiciones actuales no se producirá, ya que son las mismas que estas empresas de streaming rechazaron en años anteriores.

Con el acuerdo con CVC pendiendo de un hilo por la negativa expresa de Barça y Real Madrid a que les "expropien" sus derechos de TV por los próximos 50 años, la salida de Messi puede dar la puntilla a las expectativas económicas de LaLiga. El golpe del coronavirus pudo contenerse por los esfuerzos de los clubes y los estrechos límites económicos que impuso la patronal que lidera Tebas. Pero sus efectos aún se notarán, dada la pérdida instantánea de ingresos que supuso la prohibición de que hubiera público en los estadios. A esto se suman la insistencia de Telefónica para que se produzca esa deflación en el precio de los derechos. Con el adiós del mejor futbolista de la competición, Pallete y otros posibles interesados tienen más argumentos para exigirlo.

El boquete económico es el mayor peligro que existe ahora para LaLiga. Sobre todo, porque alguien deberá comprar los derechos para garantizar que se emitan los partidos. Las presiones del Gobierno para que esto suceda se producirán si surgen problemas para venderlos. Algo que juega en contra de Telefónica, que es la firma nacional con más posibilidades para hacerse con ellos. Mientras, la Superliga que abanderan Real Madrid, F.C. Barcelona y Juventus sigue sobre la mesa.

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