En el marco de la próxima reforma de la negociación colectiva, el Gobierno apuesta por "mejorar los elementos de flexibilidad interna para que se realicen modificaciones salariales y de horas trabajadas (tanto al alza como a la baja) en función de la coyuntura económica, en aras de evitar que las empresas recurran a la contratación temporal como palanca de ajuste". Así consta en la estrategia 'España 2050' que Moncloa ha publicado este jueves y ha presentado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
En concreto, en el apartado laboral, el informe constata que la negociación colectiva presenta actualmente "flaquezas importantes" que deberán ser resueltas. Entre otras, señala que se deberá abordar el debate sobre el modelo de representatividad de los interlocutores sociales (tanto del lado sindical como del empresarial); mejorar la coordinación y la articulación de los convenios sectoriales y de empresa; y resolver las limitaciones de los convenios en contenidos fundamentales como la innovación tecnológica, las nuevas formas de organización del trabajo, la formación permanente de la población trabajadora, o la adaptación del puesto de trabajo a las necesidades de las personas en edades avanzadas.
A continuación indica que será necesario abordar mejoras en la flexibilidad interna de las empresas, por la vía del ajuste salarial y de la jornada laboral, para evitar el recurso abusivo a los contratos temporales en función de la coyuntura económica. Es una de las medidas que plantea para hacer frente a las crisis, en paralelo a la incorporación al marco legislativo de un nuevo mecanismo de ajuste de empleo que, partiendo de la experiencia de los ERTE, "introduzca una mayor flexibilidad interna en las empresas ante caídas transitorias o cíclicas de la actividad". Un sistema que establecerá programas formativos para los trabajadores afectados para facilitar su reincorporación al terminar el periodo de crisis, según reza el documento y como se ha trasladado a Bruselas en el Plan de Recuperación.
También para reducir el mal endémico de la excesiva temporalidad del mercado laboral, Moncloa plasma en la estrategia a 2050 una de las principales reformas contenidas en el denominado 'componente 23' remitido a la Comisión Europea, que es la simplificación del sistema de contratación, estableciendo tres categorías principales. Y avanza que además de una modalidad indefinida y otra de formación, habrá un contrato temporal para necesidades de dos tipos: coyunturales (para hacer frente a picos de demanda) y de sustituciones (para cubrir a trabajadores con derecho a reserva del puesto), tal y como adelantó La Información.
Para combatir este mismo frente, se apuesta por incrementar las sanciones y las indemnizaciones por el uso de contratos temporales fraudulentos y por mejorar los recursos de inspección para reducir la temporalidad no justificada, la precariedad, y la economía sumergida. Además, se introducirán mecanismos que fomenten la contratación indefinida frente a la temporal cuando finaliza el contrato. Asimismo, se considera "conveniente, en el marco del diálogo social, mejorar la certidumbre jurídica de empresas y trabajadores en las decisiones de ajuste de plantillas". En un momento de ERE masivos en sectores como el bancario, el Ejecutivo considera que "estos cambios ayudarían a evitar la destrucción masiva de empleo temporal durante las recesiones y la excesiva creación de empleos precarios durante las expansiones".
Eso respecto a la lucha contra la temporalidad y a las medidas que se adoptarán ya este mismo año, destinadas a contener la sangría laboral provocada por la pandemia. El plan España 2050 se recoge en el documento Fundamentos y Propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo, elaborado por expertos y bajo la supervisión de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia del País a largo plazo, departamento de Moncloa que dirige Iván Redondo, jefe de gabinete de Sánchez. Y uno de los objetivos más ambiciosos que plantea es la reducción de la tasa de paro hasta el 7% en los próximos 30 años, cuando se espera también que la jornada laboral quede reducida a 35 horas semanales. Todo ello, para converger con la UE.
En concreto, el plan incluye pasar de una tasa de paro actual en el entorno del 16% (en el primer trimestre de 2021) al 12% en 2030; al 10% en 2040 y al 7% en 2050. En este horizonte, según el planteamiento de Moncloa, la tasa de empleo femenina debería elevarse desde el 57% actual hasta el 82% y el paro juvenil descendería desde del 40% al 14%. Los objetivos también incluyen elevar del 51% al 68% la tasa de empleo de los trabajadores con edades de entre 55 y 64 años y rebajar la tasa de temporalidad del 26% al 15% en las próximas décadas. Para la particularidad del trabajo parcial involuntario se marca como meta bajar del 9% al 3%, en paralelo al recorte de las horas trabajadas a la semana desde las 37,7 de ahora a las 35 horas.
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