Cerca de máximos anuales

La Fed, el BCE y los resultados blindan al Ibex 35 ante la inestabilidad tras el 23-J

El índice sufre leves caídas en contraste con otras resacas electorales y el foco puesto en los bancos centrales, los IPC y las cuentas semestrales, mientras los inversores restan importancia al giro incompleto de la derecha. 

El Ibex se aísla del ruido político ante la 'tormenta perfecta' de datos económicos
La Fed, el BCE y los resultados blindan al Ibex 35 ante la inestabilidad tras el 23-J. 
EUROPA PRESS

Las estadísticas proyectaban una jornada de sangría bursátil, pero lo que apuntaba a un descalabro, finalmente ha quedado en un modesto retroceso. El Ibex 35 ha pasado la resaca electoral sin grandes sobresaltos tras recortar un escaso 0,29%, que apenas siente ni padece el bloqueo político que puede abocar a una repetición electoral. El bloque de la derecha (PP y Vox) no suma suficiente para gobernar y la izquierda depende, entre otros, del partido de Carles Puigdemont (Junts per Catalunya) para mantener a Pedro Sánchez en La Moncloa. 

La referencia bursátil española sufre menos de lo previsto pese a cumplirse el peor de los escenarios: la aparente ingobernabilidad. "La subida del Ibex de más de 400 puntos desde mayo parecía recoger una victoria de la derecha más proempresa, sin embargo, el resultado del domingo podría catalogarse como el económicamente menos deseado", señala el responsable de Admirals España, Franco Macchiavelli. Los analistas ya avisan de que una de las principales consecuencias a corto plazo de negociar pactos y alianzas será la del estancamiento en la obtención de los fondos europeos y una presidencia española de la Unión Europea poco impactante. 

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Los inversores han quitado hierro a la situación política de España en una semana de alta tensión para los mercados financieros en el que aproximadamente el 80% de los valores que cotizan en los principales índices mundiales presentarán las cuentas trimestrales. A estos días de vértigo para el tejido empresarial hay que añadir la intervención de la Reserva Federal, que puede retomar las subidas de tipos tras el alto en el camino de junio, y del Banco Central Europeo (BCE), que previsiblemente elevará las tasas de referencia en 25 puntos básicos, hasta el 4,25%, mientras en Estados Unidos se encuentran en el 5,25%. 

La expectativa de que el fin del ciclo de subidas de tipos se acerca, canaliza la atención de los inversores hacia otras variables de mayor impacto en las bolsas y relega el resultado de los comicios a un segundo plano. Entre ellas destaca la publicación de la actividad del sector privado de la eurozona, cuyo deterioro se acentúa en julio por segundo mes consecutivo y sugiere una desaceleración económica, hasta los 48,9 puntos, según el índice PMI. Sin olvidar que en Alemania, el PMI de manufactura ha caído desde los 41 puntos, hasta los 38,8 puntos, su menor nivel en 38 meses, que coincide con los peores momentos de la pandemia. 

"Esto significa es una recesión clara", señala Natalia Aguirre, analista de Renta 4, quien atribuye el tono mixto de los parqués del Viejo Continente en la jornada de ayer al hecho de que perciban el freno económico como una señal de que la política monetaria restrictiva está tocando techo. En este contexto, los expertos consultados por este medio admiten que se avecinan días de alta volatilidad para el mercado, que tendrán una mayor repercusión en el índice que las propias elecciones. 

Además de los citados, la intervención de los bancos centrales irá seguida del avance del dato de IPC de algunas economías europeas, como la española. Se da la circunstancia de que si bien el selectivo ha encabezado las caídas en el Viejo Continente, la reacción ha sido igual a la experimentada el 9 de marzo de 2008, cuando José Luis Rodríguez Zapatero revalidó una segunda legislatura. De una muestra que recoge las últimas once elecciones generales, incluida la de este domingo, en sólo dos ocasiones el Ibex 35 ha sellado el lunes posterior al recuento de votos con mejor balance y ambas han tenido lugar tras el recuento de votos de 2019.

En concreto, en la de mayo de ese ejercicio, cuando había posibilidad de que Pedro Sánchez formara gobierno con Ciudadanos, el índice aceleró un 0,12%, siendo la única vez que ha subido después de la cita con las urnas, mientras que cerró prácticamente en tablas (-0,06%) con la vuelta a los colegios electorales en noviembre de ese mismo ejercicio. La repetición electoral nunca ha sentado bien a los inversores. Sin incluir el impacto del Brexit en el Ibex, que lo empujó a registrar una caída del 12,35%, la mayor caída de su historia, en el periodo que abarca entre la celebración  elecciones de diciembre de 2015 y su repetición, en junio de 2016, esta referencia se dejó más de un 11%. En cambio, en 2019 apenas se movió, con una variación negativa del 1,8%. 

Desde Admirals defienden que hace cuatro años se celebraron dos elecciones en España y "la economía creció sin impacto significativo", por lo que no esperan una gran repercusión derivada de esta variable. "El enfoque está en el bloque europeo y la política monetaria por parte del BCE para evaluar la repercusión en los principales países europeos", precisan. A este respecto, la gestora suiza Julius Baer mantiene una posición neutral sobre la renta variable ante unas expectativas de beneficios y un contexto macroeconómico "menos favorable". De momento, el consenso de 'Bloomberg' mantiene el potencial a doce meses del Ibex ligeramente por encima de los 11.100 puntos, que supondría instalarse en máximos de 2015. 

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