El caos de las previsiones económicas

El INE convoca a una cumbre a expertos, Economía y BdE por el embrollo del PIB

Cita a una reunión extraordinaria a los miembros del exclusivo Grupo de Analistas de Coyuntura Económica para explicar los motivos de las fuertes fluctuaciones de la Contabilidad Nacional y aclarar sus previsiones.

Sede del INE. /Merce-from Spain/ Flickr
Fotografía de la sede del INE, actualmente cerrada por obras.
EP

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha decidido convocar una cumbre al más alto nivel con analistas privados, economistas del Banco de España y altos funcionarios de la Dirección General de Análisis Macroeconómico del Ministerio de Asuntos Económicos, entre otros, para explicar los entresijos técnicos y metodológicos de la histórica revisión a la baja del dato de crecimiento económico del segundo trimestre del año ejecutada el pasado mes de septiembre y tratar de aclarar la montaña de dudas que ha provocado entre los profesionales que se dedican a la predicción económica aquel inesperado ajuste que les obligó a rehacer casi desde cero sus escenarios de previsión para este año 2021, según han confirmado a La Información varias fuentes conocedoras de la celebración del cónclave.

El encuentro tendrá lugar en los próximos días en la nueva sede del Instituto Nacional de Estadística y se ha convocado como una reunión extraordinaria del Grupo de Analistas de Coyuntura Económica (GACE), un exclusivo foro privado que reúne a un puñado de los 'coyunturalistas' de mayor reputación del panorama nacional y que acostumbra a reunirse una vez al año, con la participación como invitados de economistas del Banco de España y del Ministerio de Economía, para contrastar sus visiones sobre la marcha de la economía y los asuntos de actualidad que afectan a la actividad económica. Tras el encuentro celebrado la pasada primavera no se esperaba ninguna otra reunión hasta el año 2022, según admiten las fuentes consultadas, pero la situación creada por la revisión de dato del segundo trimestre ha aconsejado al INE realizar una convocatoria extraordinaria para aclarar el asunto.

Los cimientos de la predicción económica en España se vinieron abajo el pasado 23 de septiembre. Ese día el INE publicó el dato de crecimiento del PIB - Contabilidad Nacional, en la jerga estadística - correspondiente al segundo trimestre de 2021. Las expectativas eran desaforadas. El dato de avance publicado dos meses antes había mostrado un vigoroso crecimiento del 2,8% y había alimentado las esperanzas de una recuperación vigorosa de la economía española no sólo del Gobierno sino del grueso de los analistas nacionales e internacionales que se lanzaron a una revisión generalizada al alza de sus previsiones para España. Lo que trajo el dato 'oficial', ya con toda la información disponible agregada al indicador, fue una fuerte corrección a la baja del crecimiento registrado en el segundo trimestre, que se quedó en un 1,1%, y lo hizo además solo 24 horas después de que el Gobierno hubiera defendido en el cuadro macro que sustenta el proyecto de Presupuestos de 2022 un crecimiento del 7% para 2022 y del 6,5% para este año, absolutamente inalcanzable con ese dato trimestral. 

El ruido desencadenado por la inesperada corrección a la baja del crecimiento del segundo trimestre del año aún no se ha acallado hoy y ha situado el trabajo del INE en el punto de mira. Los analistas continúan sin explicarse como la metodología oficial puede amparar fluctuaciones tan drásticas del dato de crecimiento y el Gobierno ha mantenido sus previsiones argumentando que la Contabilidad Nacional  - el único referente oficial y admitido por Europa sobre el crecimiento del país - no es el único indicador disponible y que el indicador de PIB diario construido por el Ministerio de Asuntos Económicos arroja una foto bien diferente sobre el vigor con el que se está recuperando la economía española. La presión ha sido tal, que el propio INE ha decidido abrir un proceso de revisión con otras instituciones para explorar si la información que se está utilizando para el dato de avances es la más adecuada para tomar el pulso a la economía nacional.

La cara oculta de la revisión más polémica del INE

El caso es que el INE ya advierte de manera explícita en la documentación que acompaña a la publicación de sus datos de avance del PIB de que "la dificultad inherente a la medición estadística de los continuos cambios de coyuntura que vivimos hace prever que las futuras revisiones de los resultados hoy publicados puedan ser de una magnitud mayor que la habitual". El 'disclaimer' viene a cuento porque el dato de avance se construye con una disponibilidad de información oficial limitada, que se completa con información de registros administrativos y que está sesgada por los datos de empleo, como explica el director general del Instituto de Estudios Económicos y expresidente del INE, Gregorio Izquierdo.

Izquierdo sostiene que hay una explicación metodológica a la discrepancia entre el dato de avance y el dato oficial, que se deriva de que el avance se construye a partir de la información disponible sobre el mercado de trabajo  y los datos de consumo privado, que son los ámbitos donde  la recuperación se ha producido de una forma más rotunda, pero que habrían perdido representatividad a la hora de medir la actividad. Mientras que los datos que se incorporaron después, como los de inversión, sector exterior o beneficios de las grandes empresas han mostrado un perfil mucho más plano y ello habría 'tirado para abajo' del crecimiento anticipado en julio.

No pocos expertos han apuntado a la fragilidad de las encuestas del INE como indicador de la actividad y a la necesidad de incorporar más información de registros administrativos, aprovechando la reciente disponibilidad de herramientas informáticas que permite realizar una explotación más fiable de esa información. Gregorio Izquierdo no ve la solución ahí. Sostiene que los datos procedentes de registros administrativos son de peor calidad que las estadísticas porque no están sometidos a los ejercicios de calibrado que sí realiza el INE, tampoco están sujetos a los ejercicios de depuración de las grandes cifras que realiza Estadística y no tienen los mismos ajustes finos para dar homogeneidad a las series que exige la ciencia estadística.

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