Dato avanzado

La inflación se tensa al 3,3% en abril por el efecto escalón en los precios del gas y de los alimentos

La inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y de los alimentos frescos, se modera cuatro décimas y se sitúa en el 2,9%, por debajo de la general por primera vez desde hace casi dos años.

El gas llega para no irse
El gas llega para no irse
wayhomestudio / Freepik

La inflación vuelve a tensarse en abril por segundo mes consecutivo. La tasa general de IPC se habría elevado una décima en relación a marzo para situarse en el 3,3%, de acuerdo con los datos que ha avanzado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ese mayor repunte se debe al conocido como 'efecto escalón', puesto que los precios del gas y de los alimentos se comportaron mejor en abril de hace un año de lo que lo han hecho a lo largo de este mes. En términos mensuales los precios suben siete décimas. 

El INE recuerda que esta evolución se debe, sobre todo, a la subida de los precios del gas, que venían de bajar en abril de 2023 (y se han visto afectados por la escalada de tensión en Oriente Medio), y al aumento de los precios de la alimentación, que habría sido mayor que el del año pasado. También, aunque en menor medida, a la electricidad, cuyos precios bajan, pero menos que en el mismo mes del año anterior. En sentido contrario el instituto destaca la bajada de los precios de ocio y cultura, que subieron hace un año. 

Los datos de inflación dan una de cal y una de arena, puesto que la subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y de los alimentos frescos y tiende a reflejar tensiones más estructurales, se modera cuatro décimas y se sitúa en el 2,9%, por debajo de la general por primera vez desde hace casi dos años. Esta es, de hecho, la referencia que el Banco Central Europeo (BCE) tiene muy presente a la hora de decidir los pasos de su política monetaria.

La tasa general venía de repuntar cuatro décimas en marzo hasta el 3,2% tras volver el tipo de IVA de la electricidad al 21%. El Gobierno lo mantuvo reducido durante tres años para hacer frente a los efectos de la crisis energética en la factura de los hogares y las empresas. Al mismo tiempo, los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron de media al 4,3% el mes pasado, su menor tasa en más de dos años, desde noviembre de 2021.

En lo que respecta a la tasa anual de IPC armonizado (IPCA), que es la referencia que toma la oficina de estadísticas comunitaria (Eurostat) para poder hacer sus comparaciones entre los distintos países, este mes se habría situado en el 3,4%, una décima por encima de la registrada en marzo. 

Desde el ministerio de Economía, Comercio y Empresa insisten en que los datos de inflación siguen reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de los precios y el mantenimiento del apoyo a los más vulnerables. "La moderación gradual de la inflación se traduce en la mejora del poder adquisitivo de las familias y la competitividad de las empresas españolas", sostienen en el departamento que lidera Carlos Cuerpo. 

El BCE sigue en alerta antes de decidir la primera bajada de tipos

El Banco Central Europeo permanece alerta ante posibles tensiones en los precios de la Eurozona en un contexto de debilidad de las principales economías de la región -de estancamiento del PIB alemán y del francés-. Tanto, que los próximos datos serán claves a la hora de determinar si el emisor empieza a bajar los tipos de interés en junio, como en principio esperan los analistas y expertos. 

Sería el primer movimiento en esta dirección desde julio de 2022, cuando el organismo capitaneado por Christine Lagarde dio inicio a la subida más intensa del precio del dinero desde la creación de euro. Los tipos de referencia permanecen en el 4,5%, su nivel más alto desde 2001, desde el pasado mes de septiembre.

De momento, el comportamiento de los precios en el conjunto del área da margen para ello, dado que el IPC se moderó hasta el 2,4% en la zona del euro en marzo, situándose muy próximo al objetivo a medio plazo que se ha fijado la entidad. Esto, en un contexto en el que el mercado de trabajo sigue mostrando una enorme resiliencia y constituye el principal foco de tensiones para el emisor (por la presión que puedan ejercer los salarios) junto con las tensiones geopolíticas y sus posibles efectos en los precios de la energía. 

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