Cargos en la factura de la luz

Los intereses de la deuda eléctrica alcanzan los 6.000 millones en diez años

Existen todavía dos tipos de derechos de cobro con importes pendientes de amortización: el Déficit 2013 y el Fondo de Titulización del Déficit del Sistema Eléctrico (FADE). Se prevé que el pago total terminará en el 2028.

Montaje coste luz.
Los intereses de la deuda eléctrica alcanzan los 6.000 millones en diez años.
Nerea de Bilbao (Infografía)

La deuda del sistema eléctrico español va eliminado categorías de derechos de cobro, pero deja atrás un reguero de intereses. En concreto, en diez años arrastra 6.093 millones de euros tan solo por el pago de los tipos de interés que se aplican. Actualmente, hay dos tipos de derechos de cobro con importes pendientes de amortización: el Déficit 2013 y el Fondo de Titulización del Déficit del Sistema Eléctrico (FADE). Por su parte, el Déficit Ex Ante y el Déficit 2005 están totalmente saldados.

Los datos recabados por La Información recogen el periodo que va de 2014 a 2024. Se ha tenido en cuenta este espacio de tiempo debido a que en 2013 todavía existía la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que ahora quiere resucitar el Gobierno, y no hay datos disponibles con anterioridad. Por su parte, para el año en curso se toma la previsión que realiza la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su último informe sobre el estado actual de la deuda del sistema eléctrico.

Según Competencia, en términos absolutos, los intereses de la deuda estimados para este año rondan los 232,3 millones de euros, de los que el 88% (203,7 millones euros) corresponde a los intereses asociados a la anualidad del FADE. El coste medio ponderado de la deuda del sistema eléctrico para este curso se sitúa en el 2,444%, lo que implica un aumento de 40 puntos básicos con respecto a 2023. Estima también que no se producirán nuevas emisiones de bonos durante el año.

La deuda del sistema eléctrico español, que pagan todos los consumidores a través de la factura de la luz, cerró el año pasado en 7.866 millones euros, lo que supone un recorte del 21,5% frente al ejercicio precedente. Tras la extinción del Déficit Ex Ante, el derecho de cobro asociado al FADE representa el 83,5% del importe total pendiente, mientras que el Déficit 2013 figura el 16,5% restante. Por tipología de tenedores, el 83,5% corresponde al FADE, el 12,7% está en manos de entidades financieras, el 2,4% al ICO y el 1,4% a vehículos de titulización extranjeros.

El organismo que preside Cani Fernández calcula una anualidad de 2.371 millones para este año, un 0,45% por debajo a la satisfecha en 2023 y de los que alrededor del 10% son intereses (los 232,3 millones citados anteriormente). Contando con el pago de 2024, todavía quedan pendientes por sufragar 8.083 millones de euros. El regulador prevé que la anualidad comenzará a descender notablemente en 2026, como consecuencia de la reducción de los pagos del FADE, y que quedará saldada de manera definitiva en 2028.

Hasta 14 años consecutivos de déficit

El pasivo del fondo quedaría liquidado el 17 de marzo de 2027, fecha en que se produciría la última amortización y se esperaría un tiempo mínimo necesario para tener caja suficiente para pagar las obligaciones que le queden (como la línea de crédito del ICO, las comisiones de la sociedad gestora u otros gastos). De su lado, el activo vivo hasta 2028, cuando se extinguiría el último derecho de cobro. El FADE se constituyó en 2011 con el objetivo de financiar y amortizar el importe acumulado de la deuda del sistema de liquidaciones eléctrico con las empresas del sector, que son los cedentes del fondo. Así, antes de su puesta en marcha, los consumidores debían esa cantidad tan solo a las eléctricas y ahora también a bancos y fondos de inversión.

El sistema eléctrico español incurrió en déficit durante 14 años consecutivos, desde el 2000 al 2014, cuando por primera vez resultó en superávit por importe de 550,3 millones de euros. Desde entonces, resultaron superávits los siguientes ejercicios hasta 2018, si bien cada año de menor cuantía. En el ejercicio 2019, volvió a incurrir en déficit de tarifa y tuvo que llevarse a cabo una aplicación del superávit existente para que el ejercicio terminara en equilibrio. En la liquidación definitiva de 2022, el superávit se disparó hasta los 6.190 millones de euros, en comparación a los 255,4 millones de euros previstos en un principio, pese a la notable reducción en los ingresos regulados procedentes de los peajes y cargos, debido fundamentalmente a la reducción de estos últimos en la factura y a la caída de la demanda eléctrica en el bienio 2021-2022.

¿Por qué generó tanto superávit el sistema en 2022?

Según un análisis de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), esta caída fue compensada por la inyección de ingresos adicionales provenientes de transferencias desde el sector público, que se situaron en un valor promedio de 2.750 millones de euros en 2018-2020, incrementándose a 3.800 millones de euros en 2021 y a más de 8.000 millones en 2022. Además, señala que los incrementos de los precios en los mercados, junto a la adopción de diversas medidas regulatorias, condujeron a notables reducciones de los costes asociados a la retribución específica de renovables, cogeneración y residuos, así como a una disminución en la retribución adicional que perciben los generadores térmicos en los sistemas no peninsulares. En lo que respecta a 2023, el sistema eléctrico registró un superávit provisional de 3.435,3 millones de euros hasta octubre, según la décima liquidación de la CNMC.

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