La crisis hace mella en las relaciones económicas entre España y Portugal

  • Las estrechas relaciones económicas que mantienen históricamente España y Portugal se han resentido de forma visible en los últimos meses, en contraste con la resistencia exhibida hasta ahora pese a la crisis que afecta a ambos.

Oscar Tomasi

Lisboa, 11 may.- Las estrechas relaciones económicas que mantienen históricamente España y Portugal se han resentido de forma visible en los últimos meses, en contraste con la resistencia exhibida hasta ahora pese a la crisis que afecta a ambos.

El declive registrado en los intercambios comerciales y turísticos durante el 2012 muestran que la recesión y las altas tasas de desempleo que presentan los dos países han acabado por hacer mella, aunque su impacto aún hoy es limitado.

A contracorriente sin embargo se mantienen todavía varias de las mayores empresas de España y Portugal, como es el caso de El Corte Inglés, Repsol, BBVA, Banco Santander, Banco Espírito Santo, Galp o EDP, con presencia importante al otro lado de la "raya".

El delicado momento que atraviesan las relaciones económicas bilaterales fue confirmado en declaraciones a EFE por el presidente de la Cámara de Comercio hispano-lusa en Lisboa, Enrique Santos, quien recordó la caída en volumen de estos intercambios.

"El problema no es de confianza, sino de liquidez. Hace seis o siete años, cuando había una privatización en Portugal, enseguida aparecían interesadas firmas españolas, mientras que ahora todos los potenciales compradores son brasileños, chinos, rusos... ", ejemplificó.

Los datos oficiales que manejan las institucionales lusas siguen señalando al país vecino como su principal socio comercial, con mucha ventaja respecto al resto.

Las exportaciones lusas de bienes y servicios en 2012 alcanzaron los 12.532 millones de euros en torno a un 5 % menos que un año antes pero equivalentes a casi una quinta parte del total, muy por delante de Francia (12,4 %), Alemania (11,4 %) y Reino Unido (8,1 %).

En sentido contrario, las exportaciones de España a Portugal cayeron un 13 %, hasta situarse cerca de los 15.253 millones de euros, lo que en términos absolutos coloca al mercado luso -de 10,5 millones de habitantes- apenas por detrás de socios como Alemania, Francia e Italia, todos ellos con entre seis y ocho veces más población.

También a la baja evolucionó el pasado año la inversión directa española en suelo portugués, que se contrajo un 15 %, hasta los 7.154 millones de euros, mientras que en sentido contrario el desplome fue superior al 33 %, hasta los 1.128 millones de euros.

"Es verdad que las relaciones económicas crecieron con fuerza hasta 2008, y desde entonces teníamos cierta estabilidad. En estos primeros meses del año lo que está claro es que no esperamos que vuelvan a crecer a corto plazo", explicó el presidente de la Cámara de Comercio hispano-lusa.

Otro sector en el que los efectos de la recesión se perciben notablemente es el turismo, donde pese a la cercanía geográfica, el descenso continúa. Aunque el flujo de visitantes se mantiene, factores como la tendencia a acortar las vacaciones afectan los resultados económicos.

Ejemplo de ello fue la caída en las pernoctaciones de españoles y portugueses en sus respectivos países vecinos, que superó el 13 % en los dos casos respecto a las cifras del año anterior.

"El turismo se está viendo muy afectado por la crisis, especialmente en las ciudades transfronterizas", apuntó Santos, quien pese a las adversidades conserva todavía cierto optimismo.

La firma de alianzas entre empresas lusas y españolas para abrir mercados y llegar a países emergentes en mejores condiciones es una de las vías abiertas ahora para combatir la crisis.

"Existe un esfuerzo muy importante por parte de las empresas de los dos lados por sumar esfuerzos, ya que es muy difícil internacionalizar si no se tiene suficiente envergadura financiera", argumentó Santos.

Un síntoma más de las dificultades económicas es la menguante presencia española en la Bolsa de Lisboa, otrora relevante y ahora reducida a las participaciones de La Caixa, el Sabadell, Iberdrola, Caja Asturias y Red Eléctrica Española en firmas del sector financiero y energético portugués.

Precisamente en 2012 se produjo la salida de Abertis del capital de Brisa, tras una década en la concesionaria lusa.

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