Entre enero y junio de 2023 un total de 34 trabajadores perdieron su vida mientras desempeñaban sus actividades profesionales en el sector agrario, una cifra que no es menor, pero que sí ha experimentado una reducción significativa respecto al mismo periodo del año pasado. En 2022 fueron 58 personas las que fallecieron como consecuencia de un accidente laboral en el sector primario, lo que supone una reducción de más de un 40% en tan solo 12 meses. Sin embargo, los representantes sindicales se muestran cautos respecto a la mejora reflejada en las estadísticas y rechazan ser triunfalistas ante un dato puntual que demanda el prisma de al menos dos años de distancia para determinar si se trata de una tendencia.
"Está siendo un año anómalo para la agricultura y para el trabajo por cuenta ajena dentro de este sector, porque hay menos trabajo, con la sequía se están dando menos peonadas en el campo, tanto trabajo fijo como eventual" apunta el responsable del sector agrario en CCOO Industria, Vicente Jiménez, en conversación con La Información. No obstante, aprecia que en el último año se han dado un conjunto de avances positivos, tanto en el plano normativo como en el marco de la negociación con las patronales. "Cualquier pacto al que se llegue con la patronal a nivel convenio colectivo siempre es bueno para enmendar, rectificar y aplicar la ley de prevención de riesgos laborales y las medidas de salud laboral pertinentes en cada trabajo", apunta.
El representante de los trabajadores explica que se trata de un resultado multifactorial, en el que el descenso de los accidentes por vuelco de tractor, tiene un peso importante. "Ha habido una campaña de concienciación del Ministerio sobre este tema, porque se producían muchas muertes al año por este motivo y hemos notado una merma. Es necesario adaptar estas herramientas de trabajo a la normativa europea y renovar el parque móvil agrícola en muchas zonas donde la maquinaria es muy antigua y no cumple las medidas de seguridad", denuncia Jiménez.
Un análisis que también comparte la secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT-FICA, Pilar Ituero, que entiende que valora esta campaña como "muy necesaria", al teléfono, con este medio. Sin embargo, enfatiza que los esfuerzos llevados a cabo por la cartera de Yolanda Díaz con esta campaña de información y la aprobación de un decreto específico que estableciese medidas obligatorias para el trabajo en temperaturas extremas no son suficientes para hacer seguro el sector. "Está marcado por la precariedad, la alta temporalidad, la falta de formación inicial de los trabajadores en materia preventiva, el estado de algunas maquinarias, la falta de prevenciones de riesgo y medidas en materia de salud laboral", reconoce.
La portavoz de la Unión General de Trabajadores aprecia que el sector primario tiene una casuística propia en la que se dan varios factores que hacen más difícil vigilar estos riesgos. "Hay muchos trabajadores autónomos, una alta estacionalidad, grandes cargas de trabajo se concentran en momentos muy concretos del año, está muy masculinizado y muchos centros de trabajo tienen un difícil acceso", señala. Además, se recurre a la mano de obra extranjera para cubrir los picos de actividad, lo que añade barreras idiomáticas para la concienciación en materia de salud laboral. Ituero rechaza ser triunfalista respecto a los últimos datos. "Han disminuido, pero se trata de un proceso a largo plazo, ya que partíamos de unos datos inadmisibles".
La representante sindical atribuye el protagonismo de estos datos a la reducción de la actividad con motivo de la sequía, al igual que su compañero, lo que le lleva a ser cauta en la valoración de los datos. "Ya sucedió con el covid, pero después los accidentes volvieron a repuntar". Sin embargo, atisba ciertos "brotes verdes" que conducen a la positividad, como el relevo generacional por el que los trabajadores más jóvenes están más formados y tienen una mayor cultura preventiva o la introducción de las nuevas tecnologías que conducirán progresivamente a una menor exposición a riesgos de carácter laboral.
Del lado de la patronal, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) también comparte este diagnóstico, según comentan las fuentes consultadas por este medio, que celebran la reducción apreciada en el último año. Señalan la reducción de la actividad en el caso del olivar, el cereal y el vino que produce menos contrataciones y en consecuencia, también implica una menor siniestralidad. Si bien, desde la asociación apuntan a una evolución positiva tras años de campañas de concienciación dirigidas a los agricultores sobre la importancia de la prevención en un sector expuesto a tantos riesgos al llevar a cabo numerosas actividades con maquinaria pesada.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios