Peajes y restricciones

La OCDE pide más medidas para impulsar la descarbonización del sector transportes

El International Transport Forum (ITF), un organismo integrado en la organización de países, ha asegurado que es necesario todavía  incrementar la ambición de la iniciativas que promueven la transición 'verde' en esta industria. 

Diez empresas se alían para impulsar con hidrógeno verde un tren de alta velocidad
La OCDE pide más medidas para impulsar la descarbonización del sector transportes
TALGO

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que los compromisos actuales son "insuficientes" para impulsar el avance del proceso de descarbonización del sector de transportes. En concreto, ha señalado que iniciativas como una tarificación vial eficiente, cobros por congestión de la carretera, restricciones en las entradas a las ciudades e inversiones en modos de transporte sostenibles son algunas de las opciones para impulsar esta transición.

El International Transport Forum (ITF), un organismo integrado en la OCDE que publica su informe sobre perspectivas cada dos años, ha explicado que estudia dos escenarios diferentes: el de "ambición actual", que se daría de mantener las políticas y cumpliría el Acuerdo de París, y el de "alta ambición", con plazos más acelerados.

Defiende, por ejemplo, que los peajes pueden fomentar la eficiencia y promover el uso de los trenes. También subraya que medidas como el cobro por congestión ayudarán también a reducir el transporte por carretera. Al tiempo, señala los posibles efectos positivos de establecer incentivos e introducir restricciones de acceso a las ciudades a los vehículos de altas emisiones.

Pide más decisión en las políticas, sobre todo para incentivar los vehículos más limpios y el transporte público, así como la transición a combustibles más sostenibles para los desplazamientos de largo radio aéreos y marítimos, ya que estos últimos "no se descarbonizarán de la noche a la mañana".

Entiende que la descarbonización del transporte urbano es más fácil si se incentivan adecuadamente el transporte público y los modos no motorizados (caminar y la bicicleta, entre otros) y se introducen puntos de recogida de paquetes que limitarían los movimientos de reparto en las ciudades. Con políticas más decididas, la participación de los vehículos privados motorizados en las zonas urbanas se reducirá del 49% en 2019 al 36% en 2050.

Combustibles sostenibles y asequibles para la aviación

Fuera de las zonas urbanas, el ferrocarril alcanza una mayor participación modal, aunque en torno al 50% de los desplazamientos regionales seguirán realizándose en coche en 2050, incluso con políticas ambiciosas. En el caso del transporte por carretera y ferrocarril, el informe resalta que las tecnologías con bajas y cero emisiones de carbono requieren un despliegue a gran escala.

En los sectores marítimo y aéreo, el desarrollo de combustibles sostenibles y asequibles en cantidades suficientes será crucial para la descarbonización a largo plazo, explica. Los viajes internacionales e interurbanos dependen de modos de transporte intensivos en carbono. La aviación por sí sola representa casi la mitad (47%) de los pasajeros-kilómetro internacionales e interurbanos.

Este segmento es especialmente difícil de descarbonizar, por el elevado coste de la reducción de emisiones y porque el ritmo de las mejoras tecnológicas es lento, de modo que para que sea más sostenible sin reducir los desplazamientos será necesario recortar la intensidad de carbono del viaje. En este ámbito, las políticas públicas deben garantizar que las tecnologías y los combustibles con bajas o nulas emisiones de carbono se amplíen hasta ser competitivos en costos.

"Algunos países pueden tener la expectativa de que los desplazamientos regionales e interurbanos de corta distancia y los viajes internacionales se deriven hacia el ferrocarril", dice el ITF, que insta a perseguir este objetivo "siempre que sea factible". Sin embargo, esas políticas tendrán poco impacto en los viajes de larga distancia, ya que pocos desplazamientos aéreos de largo radio pueden sustituirse eficazmente por el ferrocarril. La opción en este caso es la transición a vehículos y combustibles con menos emisiones.

Sin perjudicar a las rentas más bajas

Para 2050 la demanda de pasajeros aumentará un 79% y la de mercancías se duplicará en el escenario actual, mientras que en la hipótesis más ambiciosa los aumentos equivalentes serán del 65% y el 59%, derivado del crecimiento de la economía y de la población. Las distorsiones en los mercados energéticos y las tensiones de precios complican los esfuerzos por descarbonizar el transporte, según los redactores del informe, que constatan que, aunque ha habido avances, las emisiones no disminuirán con la suficiente rapidez en los próximos años para cumplir los objetivos climáticos.

Por ello, lograr la descarbonización del sector del transporte exigirá una mayor ambición política, cooperación internacional y objetivos más ambiciosos, pero los incentivos al uso de vehículos con cero emisiones no deben perjudicar a los ciudadanos con rentas más bajas. Para maximizar el ahorro de emisiones, las políticas deben dar prioridad a los combustibles alternativos y desplegar infraestructuras públicas de recarga, así como usar medidas de asignación de precios al carbono que mejoren la viabilidad comercial de los combustibles alternativos.

El ITF considera que las políticas de transporte no deben guiarse por la demanda sino por una visión que apoye el cambio hacia modos con mayores factores de ocupación o carga, un enfoque que podría ahorrar a los gobiernos de todo el mundo 4 billones de dólares (3,7 billones de euros) en mantenimiento e inversión en carreteras.

La descarbonización exige una inversión significativa, entre las que la OCDE cita la red de puntos de carga para la electrificación de las flotas. En el escenario de "alta ambición", esta red requerirá inversiones adicionales equivalentes al 0,4% del producto interior bruto mundial. La asignación de precios al carbono puede fomentar el desplazamiento de las flotas más intensivas en carbono y hacer que los combustibles bajos en carbono sean más competitivos en términos de costes.

Mostrar comentarios