Tiempos difíciles para los cerealistas españoles. A una histórica cosecha mermada por la sequía que Cooperativas Agroalimentarias y ACCOE estiman en unos 9 millones de toneladas, se le suma ahora la inquietud entre los operadores de mercado (comerciantes, almacenistas, fabricantes de pienso animal...) por el "conflicto laboral" con los estibadores que estaría afectando a la principal puerta de entrada del cereal importado: el Puerto de Tarragona. Fuentes del sector consultadas por este medio esperan que haya solución antes del próximo mes de agosto, "cuando llega el maíz proveniente de Argentina y Brasil". Desde la fuerza sindical mayoritaria, la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), aseguran a La Información que "no hay conflictos en el Puerto de Tarragona", pero otras fuentes portuarias consultadas aseguran que la estiba se encuentra con algún problema por la adaptación del V Acuerdo para la Regulación de las Relaciones Laborales en el Sector avalado el pasado 17 de noviembre por sentencia de la Audiencia Nacional.
Las fuentes citadas explican que, a partir de agosto, comienza el "pico" del cereal importado desde mercados como Brasil y Argentina. Después, durante el primer semestre de 2024, el grano de Ucrania volverá a tomar el relevo si el Corredor del Mar Negro se renueva. Desde el sector llegan incluso a hablar de "una huelga de brazos caídos" y critican "un orden de descarga que nos perjudica" . En cualquier caso, las fuentes consultadas temen la formación de "un embudo o cuello de botella" con el grano. Al respecto, reconocen estos interlocutores, que ya han mantenido una reunión reciente sobre este tema con representantes del Ministerio de Agricultura, "que también están preocupados".
Para expertos como el director general de MercaLleida, Miquel Ángel Bergés, "España es un país deficiente y deberá importar más tiempo, por lo que la clave estará en la logística, en la velocidad de descarga, la rotación y el transporte para hacer llegar el cereal, en tiempo, a la fábrica de pienso". En concreto, según el 'Balance de Cereales en España' para la campaña 2022/2023 el Ministerio de Agricultura estima unas necesidades totales de 35,85 millones de toneladas de cereales. De este montante, unas 26,35 millones serán para alimentación animal. Para lo que harán falta, al menos, la importación de 18 millones de toneladas de cereales.
"España es un país deficiente y deberá importar más tiempo, por lo que la clave estará en la logística, en la velocidad de descarga, y el transporte para hacer llegar el cereal a la fábria de piensos", Miguel Ángel Bergés (MercaLleida)
Todas estas inquietudes se verbalizarán este miércoles en una rueda de prensa convocada en el Real Club Náutico de Tarragona, a la que asistirán representantes de la Associació Catalana de Fabricants d'Aliments Compostos (ASFAC), su homóloga a nivel nacional, la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para animales (Cesfac); así como la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE) y la Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales y Productos Análogos (AECEC).
Tarragona, la principal 'puerta' del cereal importado
¿Por qué es tan importante lo que suceda en el Puerto de Tarragona para alimentar al ganado? Las fuentes del sector consultadas por este medio resaltan que el puerto catalán "está próximo a las grandes granjas de porcino españolas, que están mayoritariamente en Cataluña, y que también se aprovisionan en Francia". En este sentido, destacan que se trata del "puerto cerealista por excelencia". También influye que Tarragona este siendo uno de los principales destinos de los fletes que traen el grano ucraniano a través del Mar Negro, cuyo corredor puede cerrarse el próximo 18 de julio si Rusia cumple con sus repetidas amenazas. Como ha publicado La Información, con datos de la Organización Ucraniana del Grano, España es con diferencia el segundo mayor beneficiario con 5,85 millones de toneladas de cereal importadas desde el 1 de agosto de 2022.
De cualquier forma, las estadísticas ofrecidas por la propia Autoridad Portuaria de Tarragona dejan muy claro el peso del cereal en su actividad: la plaza catalana se situó en quinta posición dentro del ránking de puertos del sistema estatal con 11,2 millones de toneladas descargadas entre enero y abril de este año. Solo por detrás de Algeciras (35 millones de toneladas), Valencia (25 millones), Barcelona (21 millones) y Cartagena (13 millones). Lo que se logró gracias a la mayor entrada de mercancías como cereales, piensos y harinas, que se dispararon un 31% respecto al mismo periodo de 2022: 2,63 millones de toneladas este ejercicio frente a 1,89 millones del anterior.
Solo en el primer trimestre de este año, en el Puerto de Tarragona, se desembarcaron 1,8 millones de toneladas de grano. Esto es un 65,9% más que en el mismo periodo de 2022
Solo en el mes de marzo se desembarcaron 529.000 toneladas de cereal en este puerto, más del triple lo introducido en el mismo mes del año pasado (no existía el Corredor del Mar Negro todavía). Esto supuso, en el primer trimestre del año, un tráfico total de 1,8 millones de toneladas de grano y un crecimiento del 65,9% respecto al mismo periodo de 2022. Además del mejor resultado de los 12 meses anteriores: 4,97 millones de toneladas acumuladas.
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