Las últimas cuentas, de 2019

Ayuso mantiene desfasada la economía por su rechazo a elaborar presupuestos

La Comunidad de Madrid cumplirá dos ejercicios completos sin revisar su estructura económica, que ha sido especialmente golpeada por el coronavirus. 

La presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ofrece una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, este miércoles en la Real Casa de Correos.
Ayuso mantiene desfasada la economía por su rechazo a elaborar presupuestos
Agencia EFE | Luca Piergiovanni

La estructura económica de la Comunidad de Madrid continuará sin adaptarse a la nueva realidad que ha traído el coronavirus. La decisión del futuro gobierno de Isabel Díaz Ayuso de no elaborar unos Presupuestos para el año 2021 va a mantener desfasada esa 'columna vertebral' de la región en el ámbito de la economía. Lo que va a provocar que el motor del PIB español cumpla dos ejercicios completos sin actualizar sus cuentas. Las últimas corresponden al año 2019, cuando una problemática como la de la pandemia ni se contemplaba. Por lo que las partidas que han supuesto más gasto y necesitan de más recursos, como las de Sanidad y Educación, no contarán con una renovación de sus recursos para así adaptarse a una situación que precisa de reformas estructurales. Las cuales se suelen ejecutar a través de esos presupuestos autonómicos. 

La explicación oficial de la Comunidad de Madrid es que se les ha echado el tiempo encima debido a cuestiones como el adelanto electoral del 4 de mayo. Según ha señalado la propia Ayuso, los borradores se suelen diseñar "en torno al mes de mayo". Una documentación que, según se desprende de sus palabras, no tienen lista. "Creemos que lo más seguro es que nos tengamos que ir al debate ordinario de presupuestos, ya para finales de año", ha apuntado la presidenta en funciones, anunciando que su objetivo es centrarse en tener un marco económico renovado para 2022. "Nos hemos encontrado en unas fechas muy complicadas para hacer dos presupuestos", ha añadido la jefa del Ejecutivo en funciones para descartar que fueran a darse prisa para que 2021 tuviera sus propias cuentas. Por lo que ni siquiera aprovechará su amplia mayoría parlamentaria de 65 escaños para hacerlo. A lo que podría sumar los 13 diputados de Vox.

Esto aboca a que un entornos clave como los de Sanidad, Educación o Función Pública no vayan a verse reforzados tras el duro golpe de la Covid-19. En 2019, se destinaron 8.106 millones para cubrir todo lo relacionado con la asistencia sanitaria y la reforma de centros de salud y hospitales. El gasto sanitario total se elevó a los 8.962 millones en ese mismo año, según los informes del Ministerio de Sanidad. Por lo que Madrid arrastra desde hace dos años ser la CCAA que menos porcentaje de su PIB dedica a esta cuestión. Dicha circunstancia no se verá alterada por esta decisión de no elaborar unas nuevas cuentas. En la educación ocurrirá lo mismo. Los 4.917 millones que comparten este sector y la investigación tendrán que mantenerse casi inalterables. Un ámbito en el que ha habido que realizar esfuerzos considerables. Las clases telemáticas y la adaptación de los centros al virus han supuesto partidas considerables de gasto. 

Esto implica que la Comunidad de Madrid afrontará lo que resta de 2021 con esos 20.072 millones que presupuestó el PP tras un acuerdo con Ciudadanos que se firmó en octubre de 2018. Quienes negociaron esa estructura económica fueron Ángel Garrido, que era el presidente autonómico tras la dimisión de Cristina Cifuentes, y el exlíder de Cs Ignacio Aguado. La política era muy distinta entonces. Isabel Díaz Ayuso era una diputada rasa, aunque ya empezaba a hacerse más conocida. Vox no tenía aún representación parlamentaria y Más Madrid ni siquiera existía. En la economía, se esperaba un crecimiento constante que iba a tener un cénit precisamente en 2020. Hasta que los contagios empezaron a condicionar todo. Además, Pedro Sánchez apenas llevaba unos meses en Moncloa tras la moción de censura a Mariano Rajoy. 

La falta de nuevos presupuestos es la que llevará a la región a seguir moviéndose entre márgenes muy estrechos. Ante la imposibilidad de elaborar nuevos planes de gasto, la Ley de Estabilidad Presupuestaria solo permite adaptar "la estructura orgánica (...) a la organización administrativa en vigor en el ejercicio en que el presupuesto deba ejecutarse". Aunque esto debe hacerse "sin alteración de la cuantía total". Este es uno de los asideros al que puede acogerse el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, para adaptarse a la realidad actual. Otras posibilidades son los posibles aumentos de ingresos y la llegada de los fondos europeos. Lo que también pueden servir de oxígeno para el día a día de la economía madrileña y para su caja.

Adiós definitivo al acuerdo con Ciudadanos

La determinación de Ayuso y del PP madrileño que encabeza también supone enterrar definitivamente el texto que habían diseñado junto a Ciudadanos cuando gobernaban en coalición. Ese acuerdo, que nunca se llegó a conocer, contemplaba incrementos considerables en sanidad y educación. La promesa electoral de ambos partidos de aplicar rebajas de impuestos se incluyó en ese borrador discutido por 'populares' y naranjas. Además, se pergeñó un plan de 'rescate ciudadano' superior a los mil millones de euros del que saldrían todas las ayudas a empresas, autónomos y familias que hubieran sufrido más debido a la pandemia. Los empresarios reclamaron a la presidenta en funciones que mantuviera ese sistema de transferencias directas con el fin de activar la economía. La región sí ha activado ya las ayudas a los sectores que fueron excluidos del paquete de respaldo público que elaboró el Gobierno central, según destacan desde la Consejería de Hacienda. Este fondo alcanza los 899 millones, incluirá a 25 sectores que no estaban contemplados y tendrán una dotación máxima de 200.000 euros. 

Madrid se queda así descolgada del resto de comunidades autónomas, que aprobaron sus presupuestos para 2021 incrementando de manera considerable las partidas de esos ámbitos. En algunos casos, fueron incluso los más altos de la historia de cada región, con Castilla y León como ejemplo. También se incluyeron en las leyes presupuestarias de ciertos territorios fondos específicos para mitigar el impacto del virus, medida que impulsó Andalucía. La única excepción es Cataluña. La autonomía catalana sí tiene unos presupuestos aprobados para el ejercicio de 2020. Pero estos no tuvieron en cuenta el golpe de la pandemia, ya que salieron adelante en el Parlament en abril de 2020. Por lo que quedaron desfasados en cuanto entraron en vigor, como denunció la oposición.

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