350.000 empleos perdidos en el último año

El PIB cayó un 0,4% en el inicio del año por 'Filomena' y la tercera ola del virus

Estadística ratifica el retroceso de la economía en el primer trimestre avanzado en abril a consecuencia del desplome de las grandes economías europeas y la pérdida de vigor del consumo interno.

Filomena
La borrasca 'Filomena' contribuyó al estancamiento del PIB en el primer trimestre
Europa Press

El zarpazo sobre la actividad por las restricciones de las Administraciones Públicas durante la tercera ola del virus y la paralización del país durante la borrasca 'Filomena' provocaron una caída del PIB del 0,4% en el arranque del año, según ha ratificado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE). El dato definitivo reportado por Estadística mejora levemente la caída del 0,5% avanzada el pasado mes de abril cuando aún sólo se disponía de un volumen de información significativo de los meses de enero y febrero, lo que parece confirmar la mejora de la situación económica a partir del mes de marzo que ya había avanzado tanto los analistas como el propio Gobierno.

La recaída de la economía española en el primer trimestre del año, no obstante, supone un lastre para las previsiones de crecimiento económico para 2021 que había dibujado el Gobierno cuando diseñó su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para este año. De hecho, la revisión del cuadro macroeconómico gubernamental presentada hace poco menos de un mes, y que rebajó la expectativa de crecimiento del PIB desde el 9,8% inicial al 6,5%, ya descontó un retroceso de la economía en el primer trimestre, con la expectativa de que se corregiría en el segundo trimestre y precedería al despegue de la actividad a partir del verano a lomos de la reactivación de la campaña turística y de la ejecución de los fondos europeos.

La recuperación en forma de 'v' asimétrica sobre la que viene hablando el Gobierno desde el verano de 2020 ha experimentado de esta forma una ligera flexión a la baja en el arranque de 2021. Los mensajes que se envían desde el Gobierno estiman no obstante que este borrón en el camino no impedirá que la economía española se recupere con vigor en la segunda parte del año.

El consumo final de los hogares retrocedió un 0,6% entre enero y marzo respecto al último trimestre de 2020, un fenómeno que suele ser habitual en años de normalidad por el efecto de la 'cuesta de enero' y el efecto comparación con un cuarto trimestre en el que el consumo se dispara, pero que este año ofrece señales más preocupantes si se tiene en cuenta el estancamiento que este factor experimentó entre octubre y diciembre. 

También cayó la inversión en un 0,8% y, sobre todo, las exportaciones, que se desplomaron un 1,4% por el impacto comparativamente más elevado que la tercera ola de la pandemia tuvo en los principales mercados en los que vende España que experimentaron confinamientos más duros. 

Por sectores de actividad, los datos del INE permiten apreciar qué sectores vislumbran ya la recuperación de su actividad y cuáles todavía siguen 'pagando' los efectos de la crisis. La construcción y los servicios encadenaron entre enero y marzo su quinto trimestre consecutivo de caída de la actividad y respecto a la situación de un año antes lo hacen todavía a niveles preocupantes: 10,1%, en el caso de la construcción; y 5,1%, en el caso de los servicios. En este último caso pesa demasiado la rúbrica de comercio, transporte y hostelería, la más vinculada a la actividad turística, que en el primer trimestre del año mostraba una caída interanual del 12,5%.

En el otro lado de la balanza, la agricultura, que no ha dejado de crecer en toda la crisis; y la industria manufacturera que en el primer trimestre del año mostró una evolución positiva por primera vez desde que empezara la pandemia.

Cerca de 350.000 empleos perdidos en el último año

Respecto a la foto existente hace ahora un año, la economía ha perdido 343.000 empleos equivalentes a tiempo completo durante la pandemia, según las estimaciones difundidas este jueves por el INE. Esta cifra no se corresponde al detalle con el número de puestos de trabajo perdidos, ya que la magnitud que utiliza el INE parte de las horas de trabajo efectivamente realizadas y estima el número de empleados a tiempo completo que se necesitarían para cubrir toda esa bolsa de horas, lo que consolida de alguna forma las jornadas a tiempo parcial que puedan estar generando ocupación en la economía real.

Respecto al trimestre anterior, esta magnitud ha repuntado un 1,4% al calor de la reincorporación de los trabajadores en ERTE a la actividad y también por el efecto estadístico derivado de la caída de la jornada media a tiempo completo realizada por los trabajadores españoles.

El número de horas trabajadas fue en el primer trimestre de 2021 un 3,6% inferior al del mismo periodo de 2020, en el que hay que recordar que esta magnitud ya experimentó una caída del 4,3% por los efectos del primer confinamiento decretado a mediados de marzo; y también cayó un 2% respecto al último trimestre de 2020, en coherencia con la recaída del PIB.

El arranque de 2021 ha mostrado también un cambio en una pauta significativa que se había venido observando hasta ahora en la crisis. Si a lo largo de todo 2020, el impacto de la crisis se había notado más sobre las rentas empresariales que sobre las rentas de los trabajadores, en el primer trimestre de 2021 por primera vez en 12 meses las rentas de los asalariados mostraron una caída interanual más intensa (2,8%) que la de las rentas empresariales (1,8%).

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