Por las restricciones presupuestarias

Otro revés al turismo: freno al 'bono' de Maroto para animar los viajes de verano

"No hay dinero". Industria traslada al sector turístico la paralización del proyecto de creación de un cheque descuento estatal para impulsar el consumo en destinos turísticos nacionales el próximo verano.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la ministra de Industria, Reyes Maroto.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la ministra de Industria, Reyes Maroto.
EFE

El proyecto de lanzamiento de un 'bono descuento' financiado por los presupuestos del Estado para animar el consumo turístico de los ciudadanos en destinos nacionales de cara a la inminente e incierta campaña de verano va camino de quedarse en el cajón de las ideas olvidadas. Tras varios meses en la mesa de trabajo que la Secretaría de Estado de Turismo del Ministerio de Industria mantiene abierta con el sector para analizar ideas y buscar soluciones a la delicada situación que vive la principal industria del país, el departamento que dirige Reyes Maroto comunicó hace unos días al sector la paralización del proyecto con el argumento de la carencia de disponibilidad de recursos presupuestarios suficientes para acometerlo, según han confirmado a La Información fuentes del Gobierno y del sector.

"No hay dinero", ha sido el escueto mensaje con el que el Ministerio ha justificado ante hoteleros, comerciantes y hosteleros la decisión del Gobierno de aparcar una herramienta, que venía negociándose con el sector desde hace meses y que ha acreditado un considerable nivel de éxito en las comunidades autónomas dónde se ha implantado. Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla La Mancha, Islas Baleares o Extremadura son algunas de las comunidades autónomas que han tirado de este incentivo para fomentar la afluencia hacia sus destinos turísticos tanto de los ciudadanos de la propia comunidad autónoma como en algunos casos de regiones ajenas.

El dispositivo funciona como un descuento que el turista se puede aplicar sobre sus gastos hoteleros o sobre su consumo en comercios o establecimientos de hostelería del destino en cuestión, con un límite máximo que, en los bonos habilitados por los gobiernos autonómicos, oscila entre los 10 euros para determinados servicios en Extremadura y los hasta 600 euros que ofrece la Comunidad Valenciana - sólo a sus residentes -. Su principal objetivo es reanimar la actividad del sector turístico local.

La asimetría territorial generada por la puesta en marcha de este tipo de bonos por algunos gobiernos autonómicos, mientras que otros se resistían a hacerlo, alimentó la demanda por parte del sector de un 'bono turístico' de carácter estatal que impidiera la generación de diferencias entre autonomías a la hora de reactivar sus sectores turísticos. La demanda sectorial encontró eco en la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que el pasado noviembre reconocía en una entrevista en ABC la disposición abierta del Ejecutivo a plantearse la implantación de un 'bono turístico' de carácter nacional "si fuera necesario". Desde entonces, según fuentes del sector turístico presentes en las reuniones con el Ministerio, la propuesta ha estado de forma permanente encima de la mesa...hasta hace apenas unos días.

Las fuentes del sector consultadas por La Información apuntan hacia la Vicepresidencia de Asuntos Económicos y hacia el Ministerio de Hacienda a la hora de explicar el veto a la medida. Argumentan que el área económica del Ejecutivo considera cerrado el asunto de las ayudas al tejido empresarial con los 7.000 millones de euros de ayudas no reembolsables a empresas, los 3.000 millones de euros para operaciones de refinanciación y los 1.000 millones del fondo de rescate a pymes y que es ese 'cierre de grifo' el que explica que el Ejecutivo haya decidido meter este proyecto en el cajón.

Hace tiempo ya que el Ejecutivo empezó a mirar con preocupación al balance presupuestario antes de lanzarse a apoyar políticas de compensación o de estímulo al tejido empresarial. La dura negociación entre el núcleo económico del Gobierno, configurado por la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el resto de ministerios del gasto, Moncloa incluida, respecto al plan de ayudas directas a las empresas atestigua hasta qué punto las consideraciones presupuestarias han empezado a condicionar la respuesta del Ejecutivo a la crisis pandémica, por mucho que desde los organismos internacionales e incluso desde la Comisión Europea se anime a los gobiernos a utilizar con generosidad el arma del gasto público para atender sus necesidades. El 'bono turístico' no es, en este sentido, el primer incentivo que se queda por el camino.

Fuentes del Gobierno, sin embargo, atribuyen el movimiento a otras cuestiones más allá de la mayor o menor disponibilidad de recursos presupuestarios. "El 'bono turístico' es una de las medidas que ha estado sobre la mesa, pero ahora no consideramos que exista un problema de demanda", explican fuentes del Ministerio de Industria. Argumentan que existe una importantísima demanda turística contenida como consecuencia de las medidas de restricción a la movilidad y que animar la demanda no es tan necesario como se podía pensar hace unos meses. "Es una medida que ahora debe valorarse en un contexto de reapertura de la actividad y ver si en ese escenario sería o no eficaz", concluyen.

El juicio engancha con la evaluación de situación del Banco de España, que hace unas semanas publicó un informe en el que detectaba una 'bolsa de ahorro forzoso' - en el sentido de que no respondía a ningún criterio de prevención, sino a la imposibilidad de incurrir en determinados gastos suntuarios por las restricciones a la actividad y a la movilidad - de 25.000 millones de euros, en la que depositaba parte de su confianza en la recuperación. La institución también advertía que el vigor de la recuperación dependería de la capacidad que tuviera la economía española para movilizar ese gasto embalsado...

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