El 'comité de sabios' de Nadia Calviño ha puesto en alerta a la vicepresidenta del Gobierno. El Consejo Asesor de Asuntos Económicos -así se denomina el órgano consultivo compuesto por más de una decena de expertos de reconocido prestigio en distintas disciplinas que proporcionan asesoramiento al Ejecutivo en materia de política económica- se reunió hace dos semanas y nada ha trascendido de su contenido. Si bien La Información ha podido saber por fuentes al tanto del desarrollo del cónclave que el grupo de asesores lanzó un SOS ante la situación económica y alertó a Calviño de que se avecina un "otoño negro". La vicepresidenta tomó nota, según las mismas fuentes, y asumió que el escenario es más que adverso.
A puerta cerrada, los expertos dieron la voz de alarma. Escasos días antes, durante su intervención en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros previo a la celebración de la cumbre de la OTAN, Calviño había lanzado un mensaje excesivamente triunfalista sobre la situación de la economía española, asegurando que mantiene "un fuerte crecimiento incluso en el contexto internacional actual, a pesar de la guerra y las tensiones geopolíticas, la inflación y las disfunciones en las cadenas de suministro globales". Las palabras de la vicepresidenta causaron estupor entre los 'sabios' de su comité, preocupados por la gravedad de la crisis, según revelan fuentes cercanas al grupo de expertos.
Las fuentes consultadas detallan que en la reunión del pasado 4 de julio el consejo asesor constató un panorama "dramático" y demandó a la vicepresidenta que dejara de referirse en público a una recuperación "fuerte y robusta". Según trasladan desde el entorno de los expertos, Calviño asumió la delicadeza de la economía y se mostró consciente de la gravedad de la situación, hasta el punto de que los asesores salieron "satisfechos" del encuentro. "Productiva octava reunión del Consejo Asesor de Economía, sobre la situación geopolítica y su impacto, el excelente comportamiento del empleo, política monetaria y fiscal, inversiones y reformas del Plan de Recuperación y la importancia de un pacto de rentas en escenarios de inflación", tuiteó la ministra al término de la reunión.
Pero Calviño no parece dispuesta a reconocer públicamente lo que sí ha admitido en privado a su consejo asesor. Y mientras desde Moncloa empiezan a lanzar el mensaje de que los españoles deben prepararse para cualquier escenario en los próximos meses -el propio presidente, Pedro Sánchez, así lo ha advertido- la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos insiste en que la evolución de la economía es favorable, a pesar de la inflación disparada y de los riesgos ciertos de una recesión en Europa por un eventual cierre del grifo del gas ruso. Este último escenario preocupa, y mucho, al Ejecutivo, porque aunque la dependencia de España es limitada, el impacto sobre la economía sería considerable.
Este lunes, tras la reunión de la Conferencia Sectorial para la Mejora Regulatoria y el Clima de Negocios, a la que acudieron los consejeros de Economía y Hacienda de las distintas comunidades autónomas, Calviño aseguró que la "preocupación por la inflación" es compartida, pero también el optimismo respecto a la evolución del PIB, el empleo y la inversión en los distintos territorios. También se refirió a una "visión muy positiva" sobre el impacto del Plan de Recuperación, como un "factor clave" para el hecho de que España siga manteniendo un "buen tono económico, incluso en el difícil contexto internacional y de incertidumbre provocado por la guerra". Y recordó que tanto la Comisión Europea, como el Banco de España y la Autoridad Fiscal siguen previendo avances del PIB superiores al 4%.
Pero no todas las comunidades autónomas compartieron el optimismo de Calviño respecto al desempeño de la economía y precisamente ese fue uno de los puntos de fricción durante la reunión. De hecho, las palabras de la vicepresidenta eran desmentidas por el PP coincidiendo en el tiempo con su comparecencia. En un comunicado, los 'populares' mostraron su "preocupación" por la situación económica, "debido a un crecimiento de los precios desbocado que viene desde finales del verano de 2021, un crecimiento muy débil y unas previsiones económicas elaboradas por el Gobierno, que son rectificadas por todos los organismos". Y al mismo tiempo denunciaron el riesgo de pérdida de los fondos europeos por la falta de ejecución debida a la "mala planificación" del Ejecutivo.
Este mismo lunes, la prima de riesgo española -la referencia empleada por los inversores para analizar el riesgo crediticio en un país- se colocaba como la tercera más elevada de Europa, solo por detrás de la griega (236 puntos básicos) y la italiana (226 puntos), al elevarse hasta los 126 puntos después de que la rentabilidad exigida al bono español a diez años aumentara un 3,28%, hasta rozar el 2,5%. Aunque desde el Ministerio de Asuntos Económicos aseguraron que la subida "no se debe a un cambio en la percepción de los inversores del riesgo de crédito español", sino a un cambio de referencia técnico, fuentes del Gobierno sí admiten en privado que la tensión de las primas de riesgo en países como Italia, especialmente si se consuma la salida de Mario Draghi, tendrá consecuencias en España.
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